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Las lonjas del sur gallego venden por día 5.000 kilogramos menos que hace un año

El escenario de escasez, que afecta en cantidad a Vigo, se une a la fuerte competencia de las grandes superficies comerciales y dificulta al sector del mar conseguir nuevo producto

Subasta de almeja en la lonja de Vigo. JOSÉ LORES

Las lonjas del sur gallego –concretamente las que se encuentran en la Zona I– llevan varios años experimentando una bajada en el número de kilos de especies marítimas que venden: una caída consolidada con el paso de la pandemia del coronavirus –vinculada a diferentes factores pero principalmente catapultada por la situación que se vive en la ciudad olívica– y que afecta al sector del mar, especialmente al comercio minorista, en favor de las grandes superficies comerciales. En lo que va de año, las lonjas de A Guarda, Arcade, Baiona, Cangas, Canido, Moaña, Panxón, Redondela, Vigo y Vilaboa han vendido 19,8 millones de kilos de pescado, crustáceos o moluscos frente a los 21,4, 25,7 y 28,9 millones que distribuyeron en los mismos periodos del pasado 2021 (un 7,5% menos), 2020 (un -23%) y 2019 (-31,5%).

Así se puede extraer de los datos estadísticos publicados en la base de la Consellería do Mar y que se dejan sentir en los mencionados espacios, pulmón vital para la pesca gallega. Si se analizan los mismos, puede extraerse que en los diez primeros meses de este 2022 (a falta de que se cumpla una semana para que llegue noviembre) se han vendido 66.606 kilos diarios en las citadas lonjas, o lo que es lo mismo, 5.344 kilogramos al día menos en comparación al mismo periodo del pasado 2021. Pese al descenso interanual, que se eleva a 1,59 millones de kilos en su conjunto, las lonjas han facturado 3,47 millones de euros más. La inflación, al contrario que las descargas, se nota más que nunca a causa de la guerra en Ucrania y el impacto ocasionado por las sanciones entre Europa y Rusia.

El problema afecta a la mayoría de las lonjas de la Zona I, aunque es la de Vigo la que más lo sufre a nivel cuantitativo (precisamente vendió 1,59 millones menos). En el plano porcentual, la bajada es liderada por A Guarda (un 24,9% menos que hace un año), Moaña (-24,7%), Arcade (-21,7%), Panxón (-9,6%), Vigo (-7,8%), Redondela (-7%) y Canido (-2%), y es levemente contrarrestada por la adversa situación de Vilaboa (vendió un 94,8% más que hace un año), así como las de Cangas (+24,2%) y Baiona (+5,2%).

En cuanto al dinero por lonja, cabe destacar que es la de Vigo la que más ha generado (70,63 millones de euros, 3,05 millones más que hace un año). De mayor a menor incremento monetario, a ella le siguen Cangas (448.904 euros), Baiona (286.712), Vilaboa (188.351), Redondela (118.743) y, en último lugar, Canido (28.048). De igual modo, hay cuatro lonjas que han facturado menos: Moaña (-367.859 euros), Arcade (-161.539), A Guarda (-108.961) y Panxón (-6.084 euros).

“Hace falta más apoyo”

La Asociación provincial de Vendedores Consignatarios de Pescado en Puertos y la Asociación de Comercializadores de Pescado de Vigo certifican que han sentido este bajón en el producto, evidenciando su impacto. Si bien Fernando Fernández Ibáñez, presidente de la primera institución, se limita a afirmar este hecho, la directora gerente de la segunda, Marisol Landriz, detalla esta situación y manifiesta que la escasez de determinados productos que se percibe en la ciudad olívica junto a la fuerte competencia de las grandes superficies comerciales que adquieren en masa pescado (en algunos casos con porcentajes que oscilan entre el 70% y el 90% del total ofertado) hace que haya “muchísimas dificultades” para aprovisionarse.

“A las pequeñas empresas, a la gente de Acopevi y a los comercializadores mayoristas nos repercute en nuestro poder de compra”, comenta, haciendo hincapié en que “los productos que más notamos que se han reducido son la merluza y el gallo, bastante. También el rape, pero en menor incidencia”. Evidenciando que afecta sobre todo a las pequeñas y medianas empresas, algunas de las cuales ya han desaparecido, puntualiza que en su entidad han pasado de ser más de 100 asociados a menos de 50.

En relación a las causas que podrían estar detrás de este descenso del número de kilogramos comercializados en las lonjas del sur gallego, se desliga de una razón concreta, pudiendo ser el tiempo, que haya menos flota, la pandemia o el actual escenario de inflación algunos de los factores que lo hayan propiciado. Independientemente de ello, destaca que el comercio del sector del mar “necesita de un apoyo”. “No se nos incluyó en el Fondo Europeo Marítimo y de Pesca y no es de justicia”, recuerda al respecto, indicando que actualmente se enfrentan a un escenario “delicado” con sobrecostes “generalizados” y que, por ejemplo, en el caso del transporte representan un 25% extra. “Pedimos obtener ayudas”, sentencia Landriz en este contexto.

12 millones menos ganados

Lo cierto es que la escasez no ha hecho más que agravarse con el transcurso del coronavirus. En lo que va de año frente al mismo periodo de 2019, A Guarda, Arcade, Baiona, Cangas, Moaña, Panxón, Redondela, Vigo, Canido y Vilaboa han vendido 9,1 millones menos de kilos de especies marítimas y han ganado 13,6 millones de euros menos. Los datos conjuntos son fundamentalmente influenciados por la situación de Vigo, donde han caído en 9,05 millones los kilogramos de pescado, moluscos y crustáceos distribuidos y en 12,44 millones los euros que se han obtenido. Todo ello en solamente tres años.

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