En manos de una gestora provisional hasta que se convoquen elecciones, la Cofradía de Baiona se enfrenta a un nuevo episodio del conflicto del percebe. Esta vez generado por la Xunta. La Consellería do Mar ha separado los planes de explotación del percebe, en contra de la voluntad de la mayoría del sector. Dos documentos distintos regularán la actividad de los mariscadores a pie y a flote, en lugar de uno conjunto, como ha ocurrido hasta ahora desde hace décadas. Precisamente la intención de dividir a la actividad es la que ha generado los duros enfrentamientos entre los percebeiros y la expatrona mayor Susana González, a la que finalmente han logrado derrocar tras una dimisión masiva de la xunta xeral.

González está fuera pero ha logrado su propósito. La asamblea de percebeiros aprobó mantener el plan conjunto de 2015 para el próximo ejercicio el 20 de septiembre. Dos días más tarde, la xunta xeral -ahora disuelta- obvió la voluntad de la mayoría y dio luz verde a presentar dos documentos separados a la Xunta.

La consellería ha apoyado así a la directiva saliente del pósito y a última hora de la tarde del viernes comunicó la división al pósito. Los percebeiros anunciaron ayer alegaciones contra los documentos. Consideran que la consellería culmina con esta decisión "un año de acoso y derribo" contra ellos, con más de 80 expedientes abiertos, y los conduce a una rebaja de ingresos al reducir sus zonas de trabajo. Auguran que la Cofradía también perderá en facturación.