Jailson se suma a la reconversión defensiva

El brasileño se estrena ante el Betis como defensa central titular con Giráldez, que buscaba un tercer futbolista con buena salida de balón para iniciar el juego del Celta

Jailson, agarrado por un jugador del Mallorca. |  // LOF

Jailson, agarrado por un jugador del Mallorca. | // LOF / j. conde

Claudio Giráldez tuvo claro desde su llegada al banquillo del Celta que la transformación del equipo pasaba por la línea defensiva, desde donde arranca el juego. Y a partir de ahí, se iría avanzando hacia una forma de jugar más asociativa y menos especulativa. Así, en su estreno en el Sánchez Pizjuán como entrenador en la élite, el porriñés introdujo varios cambios en la retaguardia.

Carlos Domínguez y Óscar Mingueza aparecieron como principales referencias en este proceso de transformación, del que Unai Núñez y Carl Starfelt han sido los principales damnificados. Domínguez y Mingueza pasaban a ejercer otro rol en el equipo después de ejercer como segunda o tercera opción para Benítez, el primero, o de reconvertirse en un centrocampista, el segundo. Giráldez valoraba el buen manejo del balón de ambos futbolistas para encargarles que ejecutasen una salida limpia de la pelota desde la retaguardia.

Faltaba la tercera pieza, en este plan y el preparador céltico parece haberla encontrado con Jailson Marques. El brasileño regresaba el viernes pasado a la titularidad en la misma posición que se estrenó en LaLiga contra el Mallorca, el pasado 13 de enero. Entonces, Rafa Benítez ya lo había probado en esa demarcación contra el Amorebieta en la Copa del Rey con un rendimiento satisfactorio. Pero no hubo continuidad para el exjugador de Palmeiras, que acabó desapareciendo en las últimas jornadas de Benítez en Vigo.

En el Villamarín, Giráldez apostó de inició por Jailson como líbero, escoltado por Domínguez en la izquierda y por Javier Manquillo en la derecha. El madrileño fue otra de las sorpresas en el once que el Celta presentó ante el Betis. Pero sorprendió mucho más que Manquillo se situase como tercer central para que Mingueza volviese a moverse por el carril derecho. Ambos se intercambiaron los papeles que el técnico les había asignado ante el Sevilla. Entonces, fue Mingueza quien ejerció como central y Manquillo como carrilero hasta que sufrió una lesión en la muñeca por una mala caída.

Starfelt y Unai

Para el madrileño, sin embargo, no era una responsabilidad desconocida ejercer como central, pues en esa misma posición actuó semanas antes en el Bernabéu, en el partido de despedida de Benítez. El ya extécnico del Celta también apostó entonces por una defensa de tres centrales y dos carrileros para intentar frenar a los atacantes del Real Madrid. Ese día, las otras posiciones de la zaga las completaron Starfelt y Unai Núñez, que hasta entonces ejercían como primeras opciones en los planteamientos habituales de Benítez.

El rol del sueco y el vasco ha ido menguando en las últimas jornadas hasta el punto de desaparecer del once inicial ante el Betis. Núñez, que se había convertido en el jugador de la plantilla que más minutos sumaba en LaLiga, vio reducida drásticamente su presencia en el equipo: disputó 9 minutos ante el Betis, no jugó frente al Rayo Vallecano y acumuló 76 contra el Sevilla. Los registros del sueco en las tres últimas jornadas son similares: no jugó frente a los béticos, disputó la segunda parte ante el Rayo y solo 22 minutos en Sevilla.

En este proceso de reconversión de la defensa, el mayor damnificado es Manu Sánchez. El madrileño no jugó ni contra el Betis ni contra el Sevilla. Sí completó el partido ante el Rayo. En esa jornada, Giráldez mudó de banda a Hugo Álvarez, quien en las dos visitas del Celta a Sevilla ha sido el carrilero izquierdo. El ourensano dio el salto al primer equipo (mantiene ficha del filial) con Giráldez, quien lo considera una pieza fundamenta para desarrollar los nuevos planteamientos de un fútbol más arriesgado y valiente que intenta desarrollar el Celta con el nuevo técnico.

De la línea de cinco zagueros que presentó Benítez en el Bernabéu, solamente Manquillo y Mingueza repitieron en el tercer partido que dirigió Giráldez. Starfelt, Nuñez y Sánchez han tenido que ceder su plaza a Jailson, Carlos Domínguez y Hugo Álvarez.

Lo más llamativo de estos cambios es que Jailson había desaparecido incluso de las alineaciones de un Benítez que había aprobado su llegada en el mercado de enero para reforzar el centro del campo. Ambos habían coincidido en el fútbol chino, donde Benítez había utilizado al brasileño incluso como central. De ahí que le diese los primeros minutos en esa posición, aunque después lo pasó a la medular para acabar acumulando dos suplencias en las últimas jornadas con el técnico madrileño.

Giráldez, por su parte, vio en Jailson un central con buena salida de balón. Y de hecho le dio una oportunidad ante el Sevilla, ante el que disputó los 22 minutos finales. Aportó oficio y temple para conservar la ventaja en el marcador. Ante el Rayo Vallecano jugó 25 minutos y también le dio consistencia a un equipo que buscaba el gol de la victoria pero tampoco quería verse sorprendido por el rival en una de las últimas jugadas.

Con esas dos apariciones, Jailson convenció a Giráldez de que podía ser el tercer central que aportase buena salida de balón, incluso para romper líneas rivales. Cumplió su cometido ante el Betis, a pesar de la derrota de los célticos, y demostró oficio para poder tener más oportunidades con el entrenador de Porriño. Fue titular en el Villamarín, junto a Carlos Domínguez y a Manquillo, la otra alternativa en la zaga, junto a Mingueza. Ellos conforman la reconversión defensiva del Celta.