¿Qué hacemos con Miguel?

El enorme encuentro copero del canterano aviva el debate de si cederlo en este mercado o darle más protagonismo en la segunda vuelta

El redondelano es el futbolista que menos ha jugado en LaLiga, aunque su posición carece de dueño

Willot, Dotory Douvikas felicitan a Miguel tras su gol al Amorebieta.

Willot, Dotory Douvikas felicitan a Miguel tras su gol al Amorebieta. / LUIS TEJIDO

La enorme actuación copera de Miguel Rodríguez frente al Amorebieta ha avivado el debate sobre la falta de minutos del redondelano en LaLiga y la conveniencia (o no) de ceder en este mercado al atacante a un equipo que le pueda proporcionarle los minutos que necesita. El gran partido firmado en la Copa confirma que Miguel ha sido un futbolista infravalorado por Benítez, aunque esta circunstancia podría cambiar de cara a la segunda vuelta del campeonato. El redondelano es, de hecho, el jugador del plantel que menos minutos ha jugado en LaLiga: 69 en 8 partidos. Tan solo Marchesín, que no se ha estrenado este curso, y el jugador del filial Hugo Álvarez, con un puñado de minutos en el último compromiso liguero ante el Betis, han jugado menos.

Sorprende el escaso protagonismo que Miguel está teniendo esta temporada en una posición sin dueño, en la que Benítez ha empleado a varios futbolistas sin dar aún con la tecla. El preparador celeste ha utilizado de partida en la en banda derecha a Óscar Mingueza, Carles Pérez, Luca de la Torre y Bamba, pero nunca al redondelano. Mingueza es el que más ha jugado (bien como carrilero derecho bien como centrocampista), pero el barcelonés no es en esencia un atacante y su tendencia a caer al centro resta profundidad a la banda; Carles ha sido la segunda opción, pero el nivel de juego del vallesano ha sido pobre, muy lejos del esperado. Luca tampoco es un jugador de banda y Benítez ha tirado de él como solución puntual en un par de partidos, mientras que Jonathan Bamba, que sí ha jugado con cierta frecuencia en el flanco diestro a lo largo de su carrera, se siente mucho más cómodo en el costado izquierdo.

La opción de Miguel siempre ha sido residual para el técnico céltico, con el agravante de que su protagonismo ha ido menguando con el paso de los partidos: 27 minutos en el duelo inaugural frente a Osasuna, 6 ante la Real Sociedad, 9 contra el Real Madrid, 1 frente a Mallorca y Barcelona, 9 ante el Getafe, 10 contra el Alavés y 4 en el último partido que ha saltado al campo, frente al Villarreal. En otros 11 encuentros, siete de ellos consecutivos, el atacante canterano se ha tenido que conformar con ver los toros desde la barrera.

Mejor suerte ha tenido Miguel en la Copa de Rey, donde su participación ha sido notable (240 minutos en tres encuentros) y ha respondido (frente a rivales de menor calado) con buenos minutos, asistencias y goles.

El dilema está servido: ¿debe Miguel salir cedido en este mercado? Depende de lo que pueda jugar de aquí a junio con el Celta porque ofertas no le faltan Un buen número de equipos de Segunda pujan por hacerse con el canterano, que maneja también alguna propuesta de la Primera División portuguesa.

Rafa Benítez no tiene, en todo caso, prisa por dejarlo salir. Ni a Miguel ni a ninguno de los otros miembros de la segunda unidad. Salvo en el caso de Marchesín, que tiene ya un pie fuera, el técnico ha pedido al club que demore en lo posible las salidas, desoyendo la presión que ejercen sus respectivos agentes. Benítez sopesa la posibilidad de incrementar el protagonismo de algunos de los futbolistas que no han jugado mucho durante la primera vuelta y el hecho de que el Celta siga adelante en la Copa, con partidos entre semana a lo largo de todo este mes mientras el equipo continúe en liza, le refuerza en la idea de ampliar el rango de oportunidades. Las razones del técnico persiguen un doble objetivo: por una parte, dosificar el esfuerzo de sus titulares; por otra, evaluar sobre el terreno y frente a rivales ya complicados qué le pueden ofrecer en los próximos meses los que menos están jugando. Después de su exhibición copera contra el Amorebieta, Miguel parece una apuesta segura.

Contrato hasta 2028

La continuidad de Miguel Rodríguez en el Celta está garantizada. Hace tiempo ya que el club considera al futbolista de Redondela como uno de los mayores activos de su cantera y espera que se convierta en los próximos años en uno de los referentes del primer equipo. En agosto pasado, tras una negociación un tanto complicada, el futbolista extendió su contrato por cuatro años más, hasta junio de 2028, con una cláusula de rescisión de 50 millones de euros.

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Pocos futbolistas en LaLiga han aprovechado como Tasos Douvikas sus minutos sobre el verde. El griego, por quien el Celta pagó el pasado verano 12 millones de euros, ha mostrado con goles que merece muchos más minutos de los que Benítez le ha concedido. Suma 7 dianas entre Liga y Copa del Rey, con una gran fiabilidad en el tiro: 3 goles en 6 lanzamientos entre los tres palos con solo 390 minutos sobre el césped en la Liga y otras cuatro en tres partidos de Copa (268 minutos).

Pese a haber jugado solo un par de partidos como titular en Liga, es el segundo máximo anotador del equipo, tras Larsen, en el campeonato regular y lidera el gol en el torneo del KO, con dobletes decisivos para la clasificación del Celta frente al Sestao River y el Amorebieta. El máximo artillero (y mejor jugador extranjero) de la última liga neerlandesa lleva el gol en la sangre. No solo es un delantero muy fiable, sino que domina todos los palos. Su variedad de registros es sorprendente: ha marcado con la izquierda, con la derecha, de cabeza, de tiro raso, a media altura, a la contra y de penalti. La única pega es que los tres goles que ha marcado en la LaLiga no han servido para dar puntos al equipo. Tampoco ha conseguido marcar de momento como local, pues ha anotado sus siete tantos lejos de Balaídos.

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