La cruda derrota del Celta en Valladolid ha amplificado el debate entre el celtismo en torno a la figura del entrenador. Son muchos los dedos que al término del encuentro de ayer señalaron hacia Eduardo Coudet, quien achacó la derrota a "la mala suerte", a los "goles de rebote" y a los "fallos individuales" que hay que corregir. Pero lo cierto es que su planteamiento inmovilista está siendo criticado por un sector de la afición. Ayer en Pucela hubo rotaciones. Volvió el inoperante doble pivote y se quedaron en el banquillo futbolistas como Gabri Veiga y Unai Núñez. "Coudet volvió a abrazar un plan que no funciona y a retocar la alineación solo en aquellas posiciones que menos dudas habían generado", analiza en FARO Juan Carlos Álvarez, jefe de Deportes. El Celta solo ha sumado 10 puntos en 10 partidos. Algunos de los fichajes que llegaron en verano, como De la Torre o Swedberg, apenas cuentan, al igual que los jugadores del filial a excepción de Veiga. Por eso preguntamos a nuestros lectores, ¿está haciendo Coudet una buena gestión de la plantilla?