El Celta se suma a la tendencia de los empates en este comienzo de temporada. Al equipo de Coudet le falta rodaje para mostrarse como el equipo que tantos elogios recogió la temporada pasada. Ayer sumó su primer punto en El Sadar tras una actuación gris, en la que se vio desbordado por un Osasuna al que le faltó puntería y porque se estrelló contra un Matías Dituro brillante e infranqueable.

El portero argentino fue la figura de su equipo porque paró o despejó todo lo que le llegó a su portería y porque a su excelente actuación añadió una pena máxima neutralizada a Rubén García en una acción increíble: cuando ya estaba vencido a su lado izquierdo, Dituro levantó la pierna derecha para buscar el balón que el osasunista había mandado por el centro de la portería. El balón despejado por el guardameta llegó al medio del campo céltico, permitiendo que aumentasen las opciones del equipo vigués de alcanzar su primer punto del campeonato antes de recibir el próximo sábado al Athletic Club en Balaídos.

Para entonces, el Celta habrá recuperado al sancionado Hugo Mallo y a Coudet en el área técnica. Al capitán se le echó de menos ayer en Pamplona porque a Kevin Vázquez se le hizo muy cuesta arriba su primera actuación de la temporada y casi nunca pudo frenar a Rubén García.

El flanco derecho fue el más débil de los célticos, por donde Osasuna generó más ocasiones de gol. Pero no acabaron ahí los problemas para el conjunto gallego. El lateral de Camos acabó lesionado en el minuto 80 por un golpe en un pómulo. Al Celta le quedaba un cambio por realizar, pero Coudet había agotado las ventanas para realizar esa quinta sustitución minutos antes con la entrada de Aidoo por Carlos Domínguez.

Ese fallo en las previsiones del equipo técnico dejó a los célticos en inferioridad numérica durante el último cuarto de hora mientras Kevin se marchaba al vestuario dolorido y apenado. Osasuna, que acababa de dar entrada en el campo a artilleros consumados como Chimy Ávila y Ante Budimir, vio otra gran ocasión para no repetir el empate sin goles que protagonizó una semana atrás con el Espanyol en ese escenario.

Sin embargo, Dituro lució imbatible ayer y regaló un empate en El Sadar a un Celta que cumplía 98 años de historia. A la espera de que Coudet consiga que sus jugadores vuelvan a generar el buen fútbol del anterior campeonato, el equipo vigués supo sufrir en los minutos finales el acoso de los osasunistas e incluso buscó la portería de Herrera, como el lanzamiento de setenta metros de Solari que puso en apuros al portero rival. Pero ayer, ni Osasuna ni Celta acertaron en el remate y se repartieron un punto que se celebró más en Vigo que en Pamplona.

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Ante las bajas de Mallo por sanción y de Fontán por lesión, Coudet apostó por Kevin en el lateral derecho y con el joven Carlos Domínguez como pareja de centrales junto a Araújo. Aidoo, con o sin molestias, es ahora mismo el cuarto central para Coudet, que reclama otra pieza para el eje de la zaga, mientras espera saludar pronto a Thiago Galhardo, con quien coincidió en Internacional de Porto Alegre y que firmará por el Celta en las próximas horas.

Pero ahora mismo, el problema del Celta no está en la defensa ni en el ataque sino en que la puesta a punto todavía no da lo suficiente a sus jugadores para sacar ventaja en la presión e imponer su juego.

Ayer, el conjunto vigués salió vivo de una primera mitad en la que se vio desbordado por un Osasuna que imprimió un alto ritmo al balón y se lanzó con velocidad al ataque. El equipo navarro casi siempre ganaba los duelos en los balones divididos que proponían los célticos ante su falta de precisión y con dificultades para encadenar pases. Menos mal que los de Coudet –ayer cumplía en la grada su segundo y último partido de sanción– encontraron un ángel de la guarda en Matías Dituro. El portero argentino solventó todos los problemas que le generaron Kike García, Moncayola, Rubén García y Brasanac. La banda derecha de los célticos fue una autopista para Manu Sánchez y para Rubén García, que generaron hasta cinco acciones de ataque., ante un Kevin Vázquez superado por la velocidad y la calidad de los adversarios.

La otra barrera celeste que funcionó para mantener el empate sin goles en la primera mitad fue Renato Tapia y con más dificultades Araújo y Domínguez. El peruano se sintió cómodo, como casi siempre, achicando balones por tierra y aire ante un Osasuna que solo se mostró blando en el remate. Apenas llegaban noticias de Nolito, Mina, Denis y Brais Méndez, mientras Aspas parecía un llanero solitario que tampoco encontraba buenos balones o era pisoteado por los rivales ante la permisividad del colegiado.

En la primera jugada de la segunda mitad, Dituro protagonizó la acción del partido. Alberola Rojas regaló un penalti a Osasuna. Pitó pena máxima a Carlos Domínguez después de que el central vigués tomase impulso para retrasar el balón de cabeza a Dituro. Con su brazo izquierdo golpeó en la cara de Kike García, que seguía la jugada. Un gesto involuntario que ni siquiera desde el VAR lo interpretaron a favor de los célticos. Rubén García lanzó desde los once metros hacia el centro de la portería y Dituro despejó con su pierna derecha mientras caía hacia la izquierda. Una intervención magnifica para salvar al Celta, que cuatro minutos después no recibió el mismo trato del colegiado manchego. Un balón de Galán impactó en la mano de Nacho Vidal, impidiendo una oportunidad en el área del conjunto rojillo.

Los de Coudet asomaban con timidez en las inmediaciones del portería rival y sus imprecisiones impedían explotar la velocidad y el desborde de Javi Galán. El extremeño es una bala y un portento físico en la contención. Generó peligro y centró con veneno, pero al Celta le falta la frescura física necesaria para que luzcan sus piezas más talentosas y obligue a los rivales estar más pendientes de defender que de atacar. Osasuna ayer, como el domingo pasado el Atlético de Madrid, llevaron la iniciativa en el juego. Los de Jagoba Arrasate incluso generaron más juego ofensivo que el vigente campeón, pero se estrellaron contra un Matías Dituro que sumó un punto para el Celta.