En la jornada dos de la Liga ya se ha visto una de esas jugadas que van a marcar la temporada por lo estrambótico de la decisión. Se trata del penalti con el que Alberola Rojas castigó al Celta por el supuesto manotazo de Carlos Domínguez a Kike García.

Las imágenes dejan claro que el central vigués hace un movimiento natural de su brazo al golpear con la cabeza y es el delantero pamplonica el que casi fuerza el encontronazo. Pero además, el contacto se produce claramente fuera del área, pero las imágenes ofrecidas por el VAR dieron a entender que se trató de un contacto continuado cuando de existir la falta es evidente que se produce antes de que el delantero entrase en el área de castigo. El VAR no corrigió a Alberola y el penalti resultó inamovible.