Vilagarcía recibe a homosexuales rusos tras prohibir su país el movimiento LGTBI

Servizos Sociais detecta un repunte de inmigrantes, sobre todo llegados de Colombia y Venezuela | Cáritas advierte de la soledad que afecta a los nuevos perfiles de usuarios

Bandera LGTBI en la fachada del Concello de Vilagarcía.

Bandera LGTBI en la fachada del Concello de Vilagarcía. / Iñaki Abella

María López

María López

El endurecimiento de la política “anti LGTBI” de Rusia, donde su Tribunal Supremo ha declarado el movimiento como una “organización extremista” (con todo lo que ello conlleva), ha llevado a ciudadanos homosexuales a abandonar su país en busca de un lugar en el que poder vivir en libertad sin que se les criminalice. La concejala de Servizos Sociais de Vilagarcía, Tania García Sanmartín, admite que el departamento que dirige ha comenzado a recibir a cuentagotas a personas del colectivo procedentes de Rusia que solicitan ayuda para instalarse en la capital arousana.

El Concello trabaja de forma coordinada con Cáritas y otras entidades sociales. Ambas instituciones coinciden en que la ciudad ha registrado un repunte de inmigrantes, principalmente llegados de Sudamérica y más concretamente de Colombia y Venezuela, señala García. También los ciudadanos procedentes de países en conflicto, como Turquía, buscan cobijo en tierras más seguras como la arousana.

Nuevos perfiles

La presidenta de Cáritas Interparroquial Arousa, Mar Viqueira, advierte de que “el nivel de atenciones se ha incrementado muchísimo” y que el perfil de los usuarios “está cambiando”. “Hay mucha soledad, la cual provoca problemas psicológicos y de otra índole, y no me refiero solamente a personas sin hogar o mayores que vivan solos”, precisa la presidenta. “Estamos viendo muchas personas de otros países que están llegando sin papeles y con protección internacional, que vienen con familia o solas. Son de distintas culturas y necesitan una vivienda”, agrega.

Viqueira deja claro que “nosotros tratamos a todas las personas con dignidad; sin el corazón esto es muy difícil de llevar. Hay que empatizar porque estamos hablando de situaciones en las que nos podemos encontrar cualquiera de nosotros”, enfatiza.

Crecimiento exponencial

Por tanto para cubrir este importante aumento de demanda, Cáritas necesita cada vez más donativos. “Por desgracia cada día son más personas las que nos necesitan. Exponencialmente, mes a mes, esta realidad social es una preocupación donde todos tenemos que estar implicados”, anima la presidenta de la ONG religiosa.

En este sentido, resaltó que Arousa es una comarca muy solidaria que siempre responde a sus llamamientos. Es lo que espera que ocurra en el concierto solidario que tendrá lugar esta noche en el Salón García a cargo de las corales Rosalía de Castro y Voces Amigas.

El acceso a la vivienda

Además de la soledad, el acceso a la vivienda es otro de los grandes problemas con los que se encuentran muchos usuarios de Cáritas de Arousa. “El problema es grave, sobre todo en zonas turísticas como la nuestra. Vemos a familias con menores que no encuentran un piso de alquiler”, alerta.

La inserción laboral es uno de los principales objetivos que persigue la atención que presta la entidad social en la comarca.

Por su parte, la edil Tania García apuntó que “no hay muchas ciudades que tengan tantos recursos sociales como Vilagarcía”. Hizo referencia al comedor social de Cáritas, a la casa de acogida de San Cibrán o al albergue de Cruz Roja. “Somos un referente en Galicia en dispositivos para personas sin hogar y aún así no llega, somos conscientes”, concluyó la concejala.

Tania García dedicó 3 millones de euros a atender en 2023 a 1.757 personas distintas

El Concello de Vilagarcía hizo ayer pública la memoria anual del departamento de Servizos Sociais, al que las arcas municipales destinaron 2.997.716 euros para financiar programas y prestaciones que proporcionan cobertura psicosocial y económica a las personas y colectivos más vulnerables de la ciudad.

A lo largo de 2023 el personal de Servizos Sociais atendió en Vilagarcía a 1.757 ciudadanos distintos y protagonizó 5.285 intervenciones técnico profesionales. El volumen de trabajo del servicio también queda reflejado a nivel administrativo con los 2.266 expedientes que se abrieron en el ejercicio, 990 más que en 2022. En cuanto a los expedientes familiares, se trabajó con 1.286.

En cuanto al cuadro de personal de Servizos Sociais, se fue incrementando en los últimos años para poder atender la creciente demanda. Según los datos facilitados por el Ayuntamiento, en 2023 el equipo contó con dieciséis personas: siete trabajadores sociales, cuatro educadoras sociales (una más que en 2022), cuatro auxiliares administrativas y la coordinadora, Iria Camba, licenciada en Psicología.

El trabajo se distribuye en seis unidades. Así, los siete trabajadores sociales se reparten entre la Unidad de Trabajo Social (cuatro profesionales), la Unidad de Primera Atención y Emergencias (dos) y la de Apoyo a la Unidad de Convivencia (uno). Las cuatro educadoras sociales están adscritas a la Unidad de Educación Social y las cuatro auxiliares administrativas a la unidad dedicada a los trámites administrativos.

En lo que se refiere a las prestaciones, existen tres grandes áreas –que entre todas desarrollan diez programas y 25 proyectos–. Son la de Apoyo a la Unidad de Convivencia y Ayuda en el Hogar, la dedicada a la Prevención e Inserción y la de Fomento de la Cooperación y de la Solidaridad Social.

Para el gobierno de Alberto Varela las políticas sociales constituyen “una de las principales prioridades”. Así, la partida presupuestaria destinada a Servicios Sociales creció el año pasado en 151.408 euros. “El Concello asume el 70% del presupuesto del Centro de Servizos Sociais Comunitario Básico financiando algo más de 2 millones de euros frente a los 901.000 (el 30%) que aporta la Xunta de Galicia”, concluyen desde Ravella.

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