Nueva Militante de Honra de la agrupación socialista | Loly Landeira Novás Secretaria del Grupo Parlamentario del PsdeG durante 35 años

“La gente tiene una idea equivocada de los políticos. Yo no los envidio, los admiro”

“La experiencia que puedas tener en cualquier trabajo, en la política no te vale para nada”

Loly Landeira, ayer, en el parque Miguel Hernández junto al Monumento “Rosas Rotas pola Liberdade”.

Loly Landeira, ayer, en el parque Miguel Hernández junto al Monumento “Rosas Rotas pola Liberdade”. / Iñaki Abella

María López

María López

Es la discreción personificada, tanto en su vida personal como profesional. Celosa de su intimidad, no le gustan las fotos ni los cotilleos. Tampoco ser protagonista ni estar en el foco. “Solo tengo Facebook pero jamás colgué una imagen mía”. Loly Landeira Novás (Vilagarcía, 1957) reconoce que se quedó muy impactada cuando recibió la llamada del secretario del PSOE de Vilagarcía, Julio Torrado, comunicándole la decisión de la ejecutiva de nombrarla Militante de Honra 2024. “Me siento orgullosísima de que el partido haya pensado en mí pero estas cosas me superan”, confiesa en relación. Loly Landeira fue una de las fundadoras del Cineclub Ádega y se jubiló hace poco más de un año después de 35 volcada en el Grupo Parlamentario del PSdeG, donde trabajó como secretaria.

– ¿Cómo fueron sus inicios en el Grupo Parlamentario del PSdeG?

– Empecé en 1987, cuando comenzó a gobernar el tripartito de Laxe. Como la gente que trabajaba con Laxe se marchó con él, necesitaban una persona para el grupo. Yo llevaba años como simpatizante en el partido. Me llamó Seso Giráldez para una entrevista en Santiago y fui. Me entrevistó el que era secretario del Grupo Parlamentario y vicesecretario del Parlamento, Pablo Sande, que acabó en el TSXG. Me dijo que no me iba a hacer ningún examen porque tenía una amplia experiencia. Pero la experiencia que puedas tener en cualquier trabajo, en la política no te vale para nada.

"Empecé como simpatizante en el partido a través de Amando Quintela"

– ¿Por qué?

– ¿De qué te vale la contabilidad, todo lo que puedas hacer en una oficina, ... ? Porque no tiene nada que ver. Cuando llegué allí no sabía cómo funcionaba el Parlamento ni el Grupo y me dediqué a mirar los archivos, a saber cómo se hacían las iniciativas, cómo se debatían, me estudié el reglamento y así fui montando poco a poco el Grupo Parlamentario, a mi manera. En el partido estaba como secretario general Antolín. Realmente yo empecé como simpatizante a través de Amando Quintela, el abuelo de Julio Torrado. Porque él y yo estábamos en la directiva del cineclub Ádega. Él, yo y otra gente fuimos los que montamos el cineclub. Me invitó a la inauguración de la sede del partido y ahí me fui metiendo. Me llamaban cuando había actos del partido o para ir a las mesas.

– ¿Desde cuándo está afiliada al PSOE de Vilagarcía?

– Desde el 87.

“Desde que me jubilé voy a clases de piano. ¿Es difícil? Sí, pero bueno, ahora tengo todo el tiempo del mundo”

– ¿Le costó mucho dar el paso de jubilarse después de media vida en el Parlamento?

– No. De hecho me jubilé un año antes de lo que me correspondía. Necesitaba parar. Tengo problemas de tiroides. Y aunque pierda dinero, para mí sola me llega. Necesitaba dedicarme a mí. Fueron 35 años intensos y ahora me dedico a hacer algo que me gusta.

– Que es...

– Voy a clases de piano.

– Empezó ahora por primera vez.

– Cuando tenía 20 años y estaba en el paro fui a examinarme de primero de solfeo y empezaba primero de piano pero lo dejé porque comencé a trabajar. Ahora lo retomé pero para mí, para aprender yo. Voy a la escuela de música. Me compré un piano y lo toco en casa. Me relaja y me gusta mucho.

– Debe ser complicado.

– Sí, pero bueno, como le digo yo al profesor, ahora tengo todo el tiempo del mundo. No estoy estudiando piano para nadie, sino para mí, para hacer algo que me gusta y además que me relaja.

– De su etapa en la Cámara gallega, ¿qué destacaría y por qué?

– El impacto más grande fue cuando empecé porque no tenía conocimiento ninguno. Para mí fue un reto. Yo creo que solo viví dos situaciones tensas. Yo empecé con el Parlamento en Fonseca y las oficinas de los grupos en Raxoi. Y el grupo del PSOE tenía los despachos en Romero Donallo. Cuando el partido hizo la sede en el Pino, allí puso un despacho para el Grupo Parlamentario. Nos entraron los trabajadores de una empresa y se encerraron allí con nosotros dentro. Vino la Policía y el secretario de organización, que en aquel momento era Pepe Nogueira, intentó dialogar. Fue tenso pero todo acabó bien.

– ¿Continúa participando activamente en la agrupación socialista de Vilagarcía?

– Sigo yendo, y ahora jubilada más. En todas las elecciones fui en las mesas como apoderada.

– Treinta y cinco años dan para mucho. ¿Cómo cambió el Parlamento en este tiempo?

– Pues imagínate. Trabajaba en una máquina de escribir eléctrica, los plenos duraban semanas, sobre todo los de presupuestos; a las 12 de la noche se paraba el reloj aunque se siguiera. La revolución tecnológica desde entonces fue facilitando mucho el trabajo. Si querías buscar un debate tenías que preguntarle a alguien si se acordaba más o menos en qué fecha. Hoy si quieres buscar una iniciativa sobre Vilagarcía aparece todo en la base de datos del Parlamento. Di tú que de aquella el volumen de iniciativas no era tan grande, pero los métodos eran los que eran.

– A nivel tecnológico, entre la forma de trabajar de los años ochenta y la actual hay un abismo. Pero, ¿cómo han cambiado los diputados?

– Yo en eso no noté diferencia. Yo me llevé bien con todo el mundo que pasó por allí. Hice muy buenas amistades con alguna gente que ya no está y sigo conservándola con alguna gente.

– ¿Con quiénes?

– Siempre distinguí el trabajo de la amistad personal. Es algo que me gustó mucho de Marisol Soneira y Miguel Cortizo. Fue un gran amigo y su pérdida fue dura. Resalto estos dos pero para mí todo el mundo que pasó por allí fue importante porque te aportan siempre cosas. Yo creo que la gente tiene una idea de los políticos un poco equivocada.

"El día que estábamos celebrando el 14 de abril en el parque Miguel Hernández pasó un coche y nos insultó. ¿Le estábamos haciendo mal a alguien? Eso es la crispación que hay ahora"

– ¿Se refiere a que está muy denostada la política?

– Eso una. Pero ya de siempre. No se valora el trabajo que hacen los políticos. No es llegar allí, debatir y marcharse. Tienen que prepararlo antes, ir a sitios que les quedan en el otro extremo de Galicia de donde viven. La gente no valora esas cosas. Creo que no se sabe transmitir a la sociedad realmente lo que hacen los políticos. Yo siempre los admiré un montón y ahora quizá los admire más. El día que estábamos celebrando el 14 de abril en el parque Miguel Hernández pasó un coche y nos insultó. ¿Le estábamos haciendo mal a alguien? Eso es la crispación que hay ahora. A veces se dice que no hay casi nadie en el hemiciclo. Porque a veces el diputado puede aprovechar que está en Santiago para tener una reunión con gente y después vuelve al hemiciclo.

– Me imagino que habrá de todo, como en todos los trabajos.

– La mayoría es gente que trabaja y la sociedad no lo sabe valorar. Dicen que viven bien. Bueno, pues yo no los envidio. Al contrario, los admiro por la labor que hacen a pesar de que la sociedad no la valore.

"La mayoría de los políticos son gente que trabaja y la sociedad no lo sabe valorar"

– Se considera una persona muy discreta, siempre trabajando entre bambalinas. ¿Le han propuesto alguna vez dar el salto a la política? Ir en alguna lista, ...

– Fui en una lista de las municipales, en el 95 con Gago, pero en el puesto 17. Y fui miembro de una ejecutiva en la agrupación. Pero con los años el trabajo me requería cada vez más presencia. Y además me iba muy temprano de Vilagarcía y llegaba muy tarde.

– Iba y volvía todos los días de Santiago.

– El primer año decidí vivir allí pero al cabo de dos años me volví a Vilagarcía, donde me compré un piso. Y hace ocho años más o menos volví a vivir en Santiago, bueno en Milladoiro, pero me llevaba tanto tiempo llegar al trabajo desde Milladoiro como desde Vilagarcía y regresé aquí. En Santiago en total viviría cuatro años.

– Desde Vilagarcía iba en tren.

– Sí, iba en tren todos los días. Me marchaba en el de las ocho y media de la mañana y volvía en el que llegaba a las ocho y media de la tarde.

– Trabajaba todo el día.

– El Parlamento no es la Xunta y mucha gente lo confunde. En el Parlamento se trabaja por la mañana y por la tarde. Un pleno puede durar todo el día.

"El Parlamento no es la Xunta y mucha gente lo confunde"

– Pero no hay plenos todos los días.

– Es cada quince días, pero hay comisiones.

– ¿Tenía niños pequeños? Porque la conciliación tendría que ser muy complicada.

– No. Yo vivía con mis padres y desde que fallecieron vivo sola.

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