La capilla de Cortegada se derrumbó en dos momentos distintos y contiene piedra reutilizada
El informe arqueológico arroja luz sobre el pasado de la iglesia, fruto de distintos procesos constructivos | El “tosco” altar descubierto en 2017 procede de otro anterior | Las piezas del arco triunfal suman 6,05 metros
Los operarios están montando la cimbra sobre la que se colocará provisionalmente el arco . / Cedida Illas Atlánticas
La capilla de los Milagros de la isla de Cortegada sufrió un grave deterioro a lo largo del tiempo que ha llevado a la Consellería de Cultura a rehabilitarla para darle un uso público con la apertura de un centro de interpretación. Pero, ¿cómo acabó la ermita en ese calamitoso estado? La memoria de control y seguimiento arqueológico firmada por Sonia García Rodríguez evidencia que el trabajo de desescombro previo a las obras ha permitido determinar que el colapso de la cabecera no fue un hecho puntual, sino que se habría producido en dos momentos distintos: “primero la caída puntual del alzado oeste de la cabecera, que arrastraría las dovelas de la bóveda, y un segundo proceso de derrumbe del alzado exterior que sería más dilatado y paulatino”, reza el informe.
La arqueóloga explica que esta hipótesis está vinculada con la inestabilidad constructiva de los muros “debido a una praxis edilicia poco oportuna”. Y es que la construcción de la cara externa de los muros con sillería y la interna con mampostería “parece provocar que no se estén utilizando todos los tizones que serían necesarios para mantener aplomado el muro en caso de que existan empujes diferenciales”.
Visita esta semana a las obras de restauración. / Cedida Illas Atlánticas
Sonia García admite desconocer si las partes derruidas fueron realizadas en el mismo momento y técnica que lo conservado. “En los alzados murarios en pie se identifican reformas de mayor o menor entidad que refieren a procesos constructivos diferentes” –afirma– como es el caso del alzado exterior de la cabecera de la capilla, totalmente construido en sillería pero con el lado de la iglesia perfectamente aparejado mientras que el de la sacristía, aunque también está realizado en sillería, esta presenta juntas de diferentes grosores, piezas acodadas y retranqueadas.
"Podemos estar ante un edificio que, más allá de las repetitivas referencias bibliográficas a su construcción ex novo, podría ser el resultado de reformas, estar reutilizando materiales, estructura y función de una capilla previa”
Una cimentación previa
En los alzados que se conservan hay “restos de momentos constructivos previos al diseño actual”, como por ejemplo la cimentación del muro sur de la nave, donde aparece lo que podría ser una cimentación previa con diferente orientación que sirve de asiento del muro actual en un tramo de 6,6 metros. “Con este solo queremos indicar que podemos estar ante un edificio que, más allá de las repetitivas referencias bibliográficas a su construcción ex novo, podría ser el resultado de reformas, estar reutilizando materiales, estructura y función de una capilla previa”, revela la arqueóloga.
Los responsables de Parques con la arquitecta en el puerto de Carril antes de salir hacia Cortegada. / Cedida Illas Atlánticas
El altar
En el caso del altar descubierto durante la intervención de urgencia llevada a cabo en el año 2017, aunque aparentemente carece de decoraciones y elementos relevantes, “ha aportado gran información sobre la posible vida del edificio”, destaca la experta, que tomó un total de 1.151 fotografías durante el seguimiento arqueológico de la capilla de los Milagros.
La mesa de altar se descubrió entre los derrumbes bajo las dovelas de la bóveda. Su estructura permanece in situ a excepción de una losa que tiene un remate biselado y presenta un acabado superior con mucho desgaste, probablemente debido a un uso prolongado, lo que lleva a la arqueóloga a pensar que previamente a su función actual ya fue mesa de altar.
Dos estratos de enlosado
En cuanto al enlosado, se diferencian dos estratos, fácilmente identificables en las escaleras de acceso a la cabecera, ya que bajo los escalones actuales hay otras losas con mucho desgaste que “son la cota de suelo coetánea a la configuración original de la cabecera delimitada por el arco triunfal en la conexión con la nave”.
La arqueóloga se decanta porque la cabecera sufrió una reforma con un enlosado nuevo a 20 centímetros por encima del anterior y por la construcción del altar actual, “tosco y con piezas reutilizadas quizá de un altar anterior”. Lo que no está claro es si la capilla o su exterior se utilizó en algún momento como espacio de inhumación.
Arquitectos expertos en arcos visitan la obra de restauración en la que ya se colocó la cimbra
Las obras de restauración de la capilla de Cortegada comenzaron en enero y tienen un plazo de ejecución de nueve meses. El acopio de 131 piezas realizado en la primera intervención de 2017 ha sido muy útil para ahora poder recolocarlas y lograr que la edificación, con un “importante valor inmaterial como elemento patrimonial de largo recorrido” según los expertos, recupere una imagen lo más similar posible a la original, si bien no ha sido posible recuperar la totalidad de las piezas por su mal estado, lo que ha obligado a la fabricación de varias nuevas, como es el caso de una dovela de la bóveda que falta.
El resto de las piezas del arco han podido recuperarse; de ello ha sido testigo el director de Illas Atlánticas, José Antonio Fernández Bouzas, que visitó anteayer la obra acompañado de la directora adjunta, Montserrat Martínez, y de arquitectos expertos en bóvedas.
Las cornisas recuperadas suman un recorrido de 25,4 metros, los topetes biselados 15,21 y las piezas del arco triunfal, 6,05, es decir, “un arco de medio punto casi perfecto”.
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