Cerradas las primeras bateas de la temporada

La toxina paralizante hace su aparición en las Rías Baixas

Las descargas de mejillón fueron ayer intensas en muelles como el de Vilanova.

Las descargas de mejillón fueron ayer intensas en muelles como el de Vilanova. / Noé Parga

Manuel Méndez

Manuel Méndez

El afloramiento costero que se produce cada primavera en Galicia, y que resulta fundamental desde múltiples puntos de vista, ya que garantiza el aporte de nutrientes que hace posible la riqueza productiva de las rías, suele traer consigo un fitoplancton portador de biotoxinas marinas que, en caso de superar los niveles tolerables, provoca el cierre de bancos marisqueros y de bateas de mejillón y ostra.

Pues bien, aunque puede parecer pronto, no es la primera vez que ese afloramiento y los episodios tóxicos se adelantan al mes de febrero, y este año puede estar sucediendo de nuevo.

¿Episodio madrugador?

Está por determinar aún –el paso de los días y la evolución de las condiciones meteorológicas y oceanográficas lo dirán–, si se trata de algo puntual o, efectivamente, se está registrando ya un afloramiento costero importante. Tanto como para empezar a afectar de manera masiva a los viveros flotantes.

Paralytic Shellfish Poison (PSP)

  • Los episodios tóxicos paralizantes, como el que se registra desde hace semanas en Galicia y cuya presencia se suma al diarreico, están provocados por la proliferación de los dinoflagelados “Alexandrium minutum” y “Gymnodinium catenatum”.
  • Los “Alexandrium”, que son los habituales en la comunidad, son un género de dinoflagelados en el que se identifican alrededor de treinta especies y contienen algunas de las más dañinas para los humanos.
  • La intoxicación paralizante (PSP) que causan puede afectar al sistema nervioso central del ser humano y provocarle parálisis o incluso la muerte por parada cardiorespiratoria, pero solo en condiciones extremas de ingesta masiva de molusco contaminado.
  • Los síntomas de la PSP (Paralytic Shellfish Poison) se notan en los primeros treinta minutos después de comer una buena cantidad de moluscos tóxicos.
  • “Se padece picazón o ardor en torno a la boca, labios, lengua y cara, además de otras alteraciones del sistema nervioso”, explica la comunidad científica.
  • En el Intecmar añaden que “esta sensación progresiva de entumecimiento muscular se extiende al cuello, brazos, piernas y extremos de los dedos”, haciendo que los movimientos voluntarios y el habla empiecen a ejecutarse “con dificultad”.
  • Estos síntomas, concretan en el laboratorio de referencia arousano, también pueden aparecer ocasionalmente acompañados de “trastornos gastrointestinales, tales como dolor abdominal, náuseas, vómitos y diarrea”.

De lo que no hay duda es de que en los últimos días se ha detectado un repunte de células de toxina paralizante (PSP, por las siglas de Paralytic Shellfish Poison) lo suficientemente importante como para provocar el cierre temporal de los primeros polígonos bateeiros.

Más concretamente, el viernes se cerraba el polígono de Baiona y, en la ría de Pontevedra, se hacía lo propio con el Bueu B.

Una prohibición cautelar de extracción de moluscos bivalvos cultivados en viveros flotantes que ayer se hacía extensiva a otros tres polígonos de la ría de Pontevedra, como son el Bueu A2, el Bueu A1 y el Portonovo A.

Numerosos polígonos abiertos

A la espera de ver cómo evoluciona el episodio tóxico detectado por el Intecmar, siguen disponibles para la extracción, comercialización y consumo, las bateas de mejillón de los Sada 1 y Sada 2, en la ría de Ares-Betanzos, así como todas las de Vigo, distribuidas en una docena de polígonos: Los Cangas F, G, H, C, D y E, los Redondela A,B, C, D y E y el Vigo A.

También siguen operativos tres de los cuatro polígonos de Muros-Noia y continúan abiertos todos los parques de cultivo flotantes de la ría de Arousa, en la que más abundan, con unos 2.500 que se distribuyen en 24 polígonos.

Una ría que es, tradicionalmente, la más castigada por este tipo de fenómenos naturales y que en la actualidad tiene disponibles otros cuatro polígonos: los Cangas A y Cangas B y los Portonovo B y C.

Aunque ya el 12 de enero se decretó un cierre cautelar prácticamente limitado al polígono Muros C, puede decirse que es ahora cuando se producen los primeros cierres del año por eso que popularmente se conoce como “marea roja”.

Salud pública

Algo que, cabe insistir, no es más que un proceso natural con el que están acostumbrados a convivir tanto bateeiros como mariscadores, resultando del todo inocuo para la salud pública si se consume producto comercializado por los cauces reglamentarios.

Descargas de mejillón en Vilanova, ayer.

Descargas de mejillón en Vilanova, ayer. / Noé Parga

Esto es posible gracias a la labor del Instituto Tecnológico para el Control del Medio Marino de Galicia (Intecmar), encargado de implementar las medidas preventivas necesarias para evitar que el producto afectado por la toxicidad llegue al consumidor.

Diarrhetic Shellfish Poison (DSP)

  • Es la toxicidad más frecuente y abundante en aguas gallegas, la menos peligrosa y la que antes eliminan los moluscos afectados.
  • Es una proliferación de fitoplancton portador de biotoxinas que llega acompañada de ingentes cantidades de nutrientes. Un fenómeno con el que están acostumbrados a convivir tanto los profesionales del Intecmar como los propios bateeiros, ya que este fenómeno se repite en cada uno de los afloramientos costeros que introducen los nutrientes en las rías gallegas.
  • La DSP es una de las llamadas toxinas lipofílicas, y es la responsable de procesos patológicos que afectan al tracto digestivo del ser humano en caso de ingesta de producto contaminado.
  • Puede causar diarreas, náuseas, vómitos, dolores abdominales y escalofríos, detectándose los síntomas casi de inmediato tras ingerir los moluscos, pudiendo durar hasta tres días.
  • Los episodios tóxicos diarreicos están producidos por proliferaciones de dinoflagelados del género “Dinophysis”, conociéndose más de doscientas especies.
  • Son las que generan ácido okadaico, que es, en realidad, la toxina causante de la intoxicación diarreica por moluscos en humanos, afectando de manera especialmente significativa a la producción de mejillón. La más frecuente en aguas gallegas es la “Dinophysis acuminata”.

Lo hace mediante esos cierres temporales de viveros, en esta ocasión afectados por altos índices de Paralytic Shellfish Poison (PSP).

Ésta, la toxina paralizante, es menos frecuente en Galicia que la Diarrhetic Shellfish Poison (DSP), que es la toxicidad más frecuente y abundante en las aguas de la comunidad, la menos peligrosa y la que antes eliminan los moluscos afectados.

En cualquier caso, la PSP ya estuvo muy presente en las rías en los últimos años, y todo por la proliferación de los dinoflagelados “Alexandrium minutum” y “Gymnodinium catenatum”.

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Gráfico en el que se aprecia la fuerte presencia de “Alexandrium”, el dinoflagelado causante de la toxina paralizante (PSP). / FdV

Incluso llegó a coincidir en diferentes ocasiones con episodios de diarreica y de toxina amnésica (ASP, Amnesic Shellfish Poison), provocada por especies del género “Pseudo-nitzschia”, siendo la habitual en Galicia la “Pseudo-nitzschia australis”.

Amnesic Shellfish Poison (ASP)

  • La amnésica es responsabilidad de especies del género “Pseudo-nitzschia”, siendo la habitual en Galicia la “Pseudo-nitzschia australis”. Se acumulan en diferentes especies de cangrejos, navajas, vieiras, mejillones e incluso anchoas.
  • La “Pseudo-nitzschia” produce una neurotoxina llamada ácido domoico, un aminoácido neuroexcitador que actúa a nivel del hipocampo y la amígdala, dos zonas cerebrales relacionadas con la memoria. De ahí que sea una de las biotoxinas que al acumularse en los moluscos bivalvos, pueden llegar a afectar a los humanos.
  • La ASP puede provocar intoxicaciones leves que generan trastornos gastrointestinales y aparecen en las primeras 24 horas.
  • Náuseas, vómitos, dolores abdominales y diarreas son algunos de los efectos, aunque en casos de intoxicaciones severas se hacen acompañar de trastornos de tipo neurológico, como debilidad, confusión, somnolencia, vértigo y pérdida de memoria. En casos extremos podrían llevar a una persona al coma.

En definitiva, que de momento son solo cinco los polígonos mejilloneros cerrados en la comunidad: el Muros C y cuatro de los ocho localizados en aguas de Pontevedra.

Está por ver ahora si el episodio tóxico se limita a esto o sigue avanzando en los próximos días.

Descargas intensas para fresco e industria

La actividad extractiva no va a resentirse, al menos de momento. Una labor que se centra tanto en el mercado de fresco (depuradoras), especialmente de Italia y Francia, como en el de transformación o industria (cocederos y conserveras).

Ayer, sin ir más lejos, seguían efectuándose descargas en diferentes puertos, al igual que sucederá hoy.

Y en algunos están siendo especialmente intensas, sobre todo allí donde el sector trata de sacar mejillón antes de que el episodio tóxico se extienda.

Una labor que los productores compaginan con la reparación de los viveros dañados por los últimos temporales y la campaña de recolección y encordado de mejilla.

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