El mar está tan revuelto y son tantos los factores que, como el viento, las corrientes o la temperatura del agua pueden influir en la llegada de fitoplancton portador de biotoxinas a Galicia, que no es de extrañar que el recuento de células no deje de crecer y que sigan apareciendo organismos “nuevos” o, al menos, pocas veces citados con anterioridad.
Con este panorama, tampoco sorprende que los expertos del Instituto Tecnológico para el Control del Medio Marino de Galicia (Intecmar) se vean obligados a redoblar esfuerzos; ni debe sorprender que, por aquello de prevenir, mejor que lamentar, puedan decretar de golpe catorce cierres cautelares de otros tantos polígonos bateeiros, para acabar abriéndolos al día siguiente, como sucedió entre el lunes y ayer
Momento clave
Sabedores del momento clave en el que se encuentra la campaña del mejillón, en el citado centro analítico y la Consellería do Mar, de la que depende, tratan de ajustar al máximo la toma de muestras y los análisis, para garantizar la seguridad alimentaria y causar los menores trastornos posibles al sector productor. Y no siempre es sencillo.
Como tampoco es fácil explicar los episodios tóxicos que se producen en las rías gallegas; sobre todo si resultan técnica y científicamente tan enfarragosos como el actual.
Son muchas las especies implicadas en este tipo de procesos, y sus nombres y características no son fáciles de traducir y describir de forma coloquial, por lo que puede decirse, a modo de resumen, que a la toxina diarreica (DSP) y amnésica (ASP), que estaban presentes en los últimos días en Galicia. vuelven a sumarse dinoflagelados causantes de la toxina paralizante (PSP), que ya había estado presente hace un par de semanas.
Llegan los “Gonyaulacales”
Por si no fuera un cóctel suficientemente complicado, los últimos resultados analíticos aluden a “abundancia”, en las rías de Pontevedra, Vigo y Ares-Betanzos, de diferentes especies de “Gonyaulacales”, precisamente ligados a la PSP.
¿Que qué es esto? Pues los expertos indican que se trata de organismos unicelulares “de la superclase Dinoflagellata, clase Dinophyceae”. Algunos los definen como algas con plastos, cuya función es la producción y almacenamiento de importantes compuestos químicos usados por las células.

Entre esos “Gonyaulacales”, hay algunos que producen toxinas. El “Gonyaulax spinifera”, por ejemplo, es uno de esos dinoflagelados, y está entre los detectados ahora por el Intecmar. Produce una toxina venenosa conocida como “saxitoxina” que causa parálisis en los humanos.
Microalga motil
Otra de las especies detectadas es la “Lingulodinium polyedra”, anteriormente denominada “Gonyaulax polyedra” y, aclaran los científicos, “una especie de microalga unicelular fotosintética motil, es decir, con la habilidad de moverse espontánea e independientemente.
Aunque tradicionalmente a este tipo de dinoflagelados se los ha estudiado como algas, actualmente se los considera fitoplancton, ya que son organismos autótrofos –elaboran su propia materia orgánica a partir de sustancias inorgánicas de las que se nutre– que viven dispersos en el agua, aunque formen colonias.
“Mar de Ardora”
A mayor abundamiento, puede decirse que la “Lingulodinium polyedra” es habitualmente la causa de los episodios tóxicos “y de las exhibiciones bioluminiscentes en las playas y zonas poco profundas de los océanos durante la noche”, que popularmente se conoce como “mar de Ardora”.
Todo esto, en definitiva, está relacionado con la presencia de Paralytic Shellfish Poison (PSP), Diarrhetic Shellfish Poison (DSP) y/o Amnesic Shellfish Poison (ASP).
Respecto a la toxina paralizante, que es consecuencia de la proliferación de los dinoflagelados “Alexandrium minutum” y “Gymnodinium catenatum”, hay que decir que ambos han sido localizados en niveles “significativos” en las estaciones de control de Muros-Noia y Bueu (Pontevedra).
También se aprecian “ligeros incrementos” en los puntos de control del Intecmar en Samil (Vigo), Aldán Interior, Meloxo (O Grove), As Basoñas (Muros) y, ya en la ría de Ares-Betanzos, tanto en Lorbé como en Arnela.
“Gymnodinium catenatum”
El mismo informe técnico sobre identificación y cuantificación de fitoplancton tóxico en agua de mar, emitido a las 12.13 horas de hoy por el Intecmar, determina que hay “presencia significativa” del dinoflagelado tóxico “Gymnodinium catenatum” en la Estación Fija de Vigo, en Festiñazo (Pontevedra), en las muestras tomadas en Muros y en las de Xidoiros (Arousa), O Grove y Esteiro.
Por si no fuera suficiente, también existe esa presencia significativa en las estaciones costeras de Baiona, Mugardos y Prioriño (Ferrol).
Las lipofílicas
Todo eso, hay que insistir, en cuanto a la toxina paralizante. Pero es que también hay importantes proliferaciones de dinoflagelados del género “Dinophysis”, causantes de toxinas lipofílicas como la diarreica (DSP).
El mismo informe técnico antes aludido da cuenta de su incremento significativo en A Creba, Boca da Ría, Freixo y As Basoñas, dentro de la ría de Muros-Noia.
Al igual que en aguas de Betanzos como las de Lorbé, Arnela y Ares; y en las pontevedresas analizadas en Aldán Interior y Festiñazo.
El incremento de lipolíficas es igual de evidente en las estaciones costeras de O Vicedo, Mugardos, Camariñas y Prioriño.