Fin a la polémica con el letrero de la Ciudad Europea del Vino

El letrero que conmemora la designación de Cambados como Ciudad Europea del Vino en 2017 luce de nuevo en la rotonda de Vilariño. El concejal de Enoturismo, José Ramón Abal, supervisó ayer personalmente durante toda la mañana los trabajos de colocación del cartel. Le acompañaba un técnico de la Consellería de Infraestruturas de la Xunta, titular de la carretera, para que todo quedase perfectamente ensamblado.

Se pone así fin a una vieja polémica que hunde sus raíces en 2018, cuando la Xunta abrió un expediente al Ayuntamiento porque el letrero era más grande del que se había proyectado en un primer momento. La administración autonómica dejaba abierta la puerta a autorizarlo, pero si se adoptaban una serie de medidas correctoras.

José Ramón Abal, que había sido el impulsor de la colocación del letrero, en ese momento decidió solicitar varias prórrogas a la Xunta, ya que prefería centrar los esfuerzos municipales en otras obras más urgentes. Pero en las elecciones de 2019 pasó a la oposición, y el bipartito formado por PSOE y Somos decidió aparcar el asunto trasladando la pieza al Museo do Viño.

Aquello fue para Abal una puñalada, pues entendía que era muy sencillo y barato corregir los defectos que tenía la estructura, de modo que se habría obtenido el visto bueno de la Xunta sin necesidad de sacarlo de la rotonda. Incluso pidió la recolocación en una moción en 2020, y aunque logró que se aprobase con al apoyo del PP y el BNG, el bipartito hizo caso omiso.

“Aquello fue un error garrafal, una decisión política que no entendemos”, declaró ayer el edil. Para él, el letrero “es un recuerdo de un hecho histórico para Cambados”, como fue su designación como Ciudad Europea del Viño. “Este letrero nos recuerda un hecho del que tenemos que sentirnos orgullosos todos los cambadeses y que ayudó a que un año después la Festa do Albariño fuese declarada de Interés Turístico Internacional”. Además, defiende que es “un reclamo publicitario” de primer orden, pues está situado en una rotonda por la que pasan cada día miles de vehículos.

“Quitarlo fue un error garrafal del bipartito”, insiste Abal. “Nosotros, ahora, no hemos hecho nada distinto a lo que pedía la Xunta en 2018, así que era posible autorizar la colocación y nos habríamos ahorrado todo el dinero que hemos gastado ahora en el traslado”. La Xunta ha pedido al Concello que instale una bionda metálica y de madera metro y medio por delante del letrero, para que en caso de salida de vía de un vehículo este no impacte con la pieza metálica.

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