Callos, empanada de cachena y la voz de Cañita Brava para honrar a San Amaro en Vilanova

En el municipio de Meaño se volvieron a celebrar las tradicionales “poxas” para celebrar las fiestas y las misas en honor al santo

Un cocinero prepara los callos en uno de los establecimientos hosteleros de Vilanova

Un cocinero prepara los callos en uno de los establecimientos hosteleros de Vilanova / Iñaki Abella

A. G.

No es el patrón de Vilanova, pero la parroquia que da nombre al municipio mantiene una relación muy especial con San Amaro, por eso cada 15 de enero es festivo en todo el término municipal y son cientos las personas que, desde otras parroquias, se acercan al casco urbano por la devoción, pero también por la gastronomía.

Un hombre recoge una ración de callos en Vilanova. |   // IÑAKI ABELLA

Un hombre recoge una ración de callos en Vilanova. | // IÑAKI ABELLA / A. G.

La primera romería del año en Vilanova (llegarán después Santa Marta en el mes de julio y San Simón en el de octubre) tiene como principal atractivo una delicia gastronómica como son los callos bien condimentados.

Ese fue el elemento gastronómico que más se repitió en todos los bares del casco urbano, e incluso, en los de otros puntos del municipio. La mayor parte de los parroquianos optaron por acercarse a la carpa que se instaló en el patio del colegio Julio Camba de Vilanova donde, además de los callos, se podía degustar empanada de carne de vaca cachena. Todos los que optaron por esa opción, se llevaron un pequeño recuerdo en forma de taza. Fue allí por donde se dejó caer el ilustre Cañita Brava. El coruñés estuvo celebrando el San Amaro e incluso se llegó a arrancar con alguna de sus canciones en varios momentos.

La lluvia fue una molestia importante durante toda la jornada, pero no supuso un contratiempo, ya que no impidió que la gente acudiese a degustar los callos ni que participase en los actos religiosos. De hecho, a la hora de la procesión, que salió de la iglesia parroquial de San Cibrán, apenas caían unas gotas, permitiendo que esta fuese multitudinaria. Junto a Manuel Folgar, el cura párroco de Vilanova, también participó el cura vilanovés Juan Ventura, que regresó a sus orígenes desde su parroquia de San Vicente de O Grove.

Los callos fueron el principal plato de la jornada de ayer.

Los callos fueron el principal plato de la jornada de ayer. / Iñaki Abella

Otro de los lugares donde San Amaro es una cita festiva ineludible es el municipio de Meaño, donde ayer también se celebraron honras al santo en la pequeña capilla del siglo XVII que se edificó en su honor. La mañana de ayer en Meaño estuvo dedicada a la parte religiosa de la fiesta, con misas prácticamente cada hora. Los oficios religiosos incluyen una procesión en la que se encuentran la imagen de San Amaro, que desciende desde la capilla hasta el lugar de A Solda; y de la Virgen de los Milagros, que sube desde la iglesia parroquial. Las dos imágenes regresaron juntas hasta la capilla, tal y como señala la tradición.

La jornada festiva en Meaño finaliza con las tradicionales “poxas” de ofrendas. Bajo la carpa adosada a la capilla se subastaron animales vivos, especialmente gallinas y conejos que los fieles regalaron al santo. Las “poxas” son la actividad más importante y más multitudinaria del evento y donde se llegan a pagar cantidades importantes por los animales. San Amaro no finalizó ayer en Meaño, ya que la comisión de fiestas ha decidido trasladar parte de la actividad al fin de semana a fin de que todos los vecinos puedan disfrutarla. Esa jornada habrá actividades religiosas, pero también una pequeña verbena amenizada por el dúo Azabache.

La empanada de vaca cachena fue la alternativa gastronómica a los callos.

La empanada de vaca cachena fue la alternativa gastronómica a los callos. / Iñaki Abella

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