O Salnés ya ronda el millar de antenas de telefonía, el triple que hace una década

Se han convertido ya en un elemento inseparable del paisaje. Son imprescindibles para quienes no pueden vivir sin una cobertura decente de móvil, aunque son muchos los que no las quieren ni en pintura cerca de sus casas. Según datos oficiales del Ministerio de Hacienda, los nueve municipios de O Salnés suman ya cerca de un millar de antenas de telecomunicaciones, tres veces más de las que había hace solo una década.

Hacienda elabora anualmente un censo de antenas de telefonía para el cobro del Impuesto de Actividades Económicas (IAE). Según dicho registro, en O Salnés había en 2011 un total de 227 repetidores, frente a los 595 que se contabilizaban ya en 2019, y los 902 que estaban operativos en 2022, que es el último dato oficial, a la espera de que Hacienda publique los correspondientes al año en curso, que está a punto de finalizar.

Este fuerte incremento en el número de antenas (de un 75 por ciento en poco más de diez años) ha ido acompañado de una mejora también constante en la cobertura y en una progresiva eliminación de las zonas de sombra, en las que la señal era deficiente o nula. Tanto es así que, también según los datos del Ministerio de Hacienda, el 4G ya está implantado en la totalidad del territorio de O Salnés, y al 5G ya le falta poco para llegar también al 100% teórico.

En 2022, en Ribadumia y A Illa ya había posibilidad de cobertura 5G en la totalidad del municipio, mientras que en Vilagarcía el porcentaje era del 99,81 por ciento, en Cambados del 99,84 por ciento, y en O Grove del 99,73 por ciento, por citar unos ejemplos. La extensión de esta tecnología es mucho más lenta en ayuntamientos como Meis o Valga, que se caracterizan por su gran superficie, y por tener la mayor parte de la población diseminada en pequeños núcleos. Así, en Valga el 5G solo había llegado el año pasado al 76 por ciento del territorio, mientras que en Meis no alcanzaba el 93 por ciento.

Esta mejora de las prestaciones tecnológicas se produce pese a que las antenas no siempre son bienvenidas. En más de una ocasión, su colocación ha generado malestar entre los vecinos, como se comprobó la semana pasada en Arra (Sanxenxo). También reciben cada vez más atención social los mensajes de organizaciones como Ecologistas en Acción, que advierten de los potenciales riesgos para la salud humana por la exposición a las ondas electromagnéticas. A pesar de todo, el crecimiento de estas infraestructuras no parece tener freno alguno a corto plazo.

Por municipios

Vilagarcía es el concello más poblado de O Salnés, con más de 37.500 empadronados. Sin embargo, no es el que tiene más antenas de telefonía. Esa relación la encabeza Sanxenxo, un ayuntamiento de gran extensión, con tres núcleos muy poblados (el mismo Sanxenxo, Portonovo y Vilalonga), un gran número de aldeas y una población turística enorme que demanda en verano un buen servicio de telefonía y datos. Así, Sanxenxo tenía a finales de 2022 un total de 263 repetidores de telecomunicaciones, frente a los 196 que había entonces en Vilagarcía.

O Grove es el tercer ayuntamiento con más antenas, superando a Cambados pese a que tiene menos población. Pero, como sucede entre Sanxenxo y Vilagarcía, O Grove aventaja a la villa del albariño como destino turístico. Cuenta con una infraestructura hotelera muy amplia y con un enorme parque de segundas residencias, sobre todo en San Vicente do Mar, lo que obliga a las compañías de telecomunicaciones a reforzar su servicio. Así, O Grove tenía 143 antenas el año pasado, según los datos de Hacienda, frente a las 97 de Cambados.

Las otras localidades costeras de O Salnés son Vilanova (55 antenas), A Illa (30) y Meaño (33). Ribadumia tenía 25 y Meis 60. Esta última cifra se debe a que es un concello muy extenso y con varias poblaciones en las faldas del monte Castrove, lo que obliga a reforzar el número de repetidores para salvar las dificultades orográficas. Ya en el Ullán, Catoira tiene 26 antenas, Valga 25 y Pontecesures, 17.

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