El temporal pone en peligro parte del patrimonio marítimo en O Cabodeiro

El temporal del pasado martes volvió a demostrar la necesidad de un espacio adecuado de atraque, donde se encuentren protegidas, para la flota tradicional. La mayor parte de la flota tradicional de A Illa se refugia en la zona de O Cabodeiro donde suele estar más o menos protegida, pero esa jornada, la llegada del temporal coincidió con lo más alto de la marea y dos dornas privadas sufrieron algunos daños tras romperse los cabos que las amarraban a tierra.

Así lo reconoce el director de la Escola de Navegación Tradicional (ENT), Héctor Suárez, que incide en el hecho de que “los propietarios de esas dornas actuaron de forma adecuada, ubicándolas en la zona de la playa y bien amarradas, pero la fuerza de la marea y el viento que reinaba acabaron provocando que tuviesen muchos problemas”. A los daños sufridos por estas dos embarcaciones se suman los que sufrió otra dorna en la zona de Riasón, daños que afectaron a una cuaderna y que rompieron sus escoras.

Suárez vuelve a demostrar la necesidad de la flota de contar con n abrigo que “nos tape de todas las direcciones del viento, un abrigo que nos proteja de los posibles roles que se registren, algo que, en estos momentos, no tenemos”. La flota tradicional lleva ya un tiempo utilizando el muelle de O Cabodeiro como zona de fondeo o de varada, pero todos los integrantes de la ENT y propietarios de dornas tradicionales tienen que estar siempre pendientes de “acudir lo más rápido posible al muelle si se registra algún cambio de viento o empeoran las condiciones meteorológicas para tratar de proteger todo el patrimonio histórico que se encuentra concentrado en esa pequeña zona”.

Si las dornas tienen problemas, no menos complicado lo tienen barcos de gran porte como el “Rei do Mar”, un galeón que se ha convertido en buque insignia de la flota tradicional de A Illa y que no cuenta con un lugar de atraque adecuado. “Depende de que lo traslademos una y otra vez para que se vea afectado en lo más mínimo, tenemos que estar siempre atentos y trasladarlo solicitando los consiguientes permisos”, explica Suárez. En el seno del colectivo hay mucho temor a que suceda algo como lo que le ocurrió al “Piueiro” de A Guarda el pasado mes de agosto, que acabó varando después de ser arrastrado por el viento. El propio “Rei do Mar” ya vivió alguna situación similar que obligó a varios socios de Dorna a arriesgar su integridad física para evitar que acabase estrellándose contra las piedras.

La flota tradicional de A Illa lleva mucho tiempo solicitando una Mariña Tradicional, una infraestrutura que tendrá dos vertientes de uso. Por un lado, permitirá a las embarcaciones tradicionales amarrar en condiciones y garantizará la seguridad de los barcos, especialmente aquellos de mayor porte, que son los que más sufren los envites del viento.

El colectivo espera poder reunirse en breve con Portos de Galicia para tratar de conseguir ese objetivo, o al menos, el de un lugar de amarre para todas las embarcaciones tradicionales que no suponga un coste adicional a su actividad.

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