Rañeiros da Ría confirma el fracaso de su plan

Los resultados de la primera semana son incluso peores de lo que cabía esperar

Las zonas de libre marisqueo apenas logran 5 toneladas en una semana

Ayer solo se despacharon 426 barcos

Una mariscadora en la batea de control del banco de O Bohído, dispuesta a pesar las escasas capturas de la mañana. |   //  FDV

Una mariscadora en la batea de control del banco de O Bohído, dispuesta a pesar las escasas capturas de la mañana. | // FDV / Manuel Méndez

Manuel Méndez

Manuel Méndez

Dado que la asociación Rañeiros da Ría se mantiene al frente de un plan de gestión del libre marisqueo que no parece capaz de encarrilar, y ante la posibilidad de que sus responsables quieran culpar a otros de ese fracaso, bueno es ceñirse a los datos aportados por la propia entidad para analizar lo que está dando de sí la actual campaña.

Según las cifras que maneja el colectivo –sustentado por solo una parte de las cofradías arousanas–, entre el 2 y el 6 de octubre se recogieron 4.585 kilos de bivalvos en las zonas comunes de la ría.

33 toneladas menos que en 2017

Es decir, y siendo generosos, que los mariscadores de a flote obtuvieron 5 toneladas de almeja y berberecho en las mismas zonas donde en la primera semana de actividad de 2019 conseguían 15 toneladas más que ahora.

No solo eso, sino que en los primeros días de 2017 se alcanzaron 38 toneladas, fueron 25 en la primera semana de 2016 y 19 toneladas en los cinco primeros días del libre marisqueo de 2015.

Eran otros tiempos

La referencia a estos años puede servir para dejar constancia de lo mucho que representaron estas zonas comunes de la ría, que en la campaña 2008-09 generaban unas 1.000 toneladas de producto, prácticamente el 91% en Os Lombos do Ulla, donde se recogían 624 toneladas de berberecho, 73 de fina, 156 de japónica y una de babosa.

Muchos de los actuales rañeiros ni siquiera vivieron esa época dorada y, desde luego, ni de lejos podrán imaginarse algo así.

De ahí que también ellos puedan concluir que la actual campaña, como la anterior y tantas otras precedentes, está siendo un estrepitoso fracaso que, como indicó FARO DE VIGO en tantas ocasiones, no parece tener fácil solución.

O Bohído

Al menos no parece encontrarla Rañeiros da Ría, donde comunicaron que en la primera semana de la actual temporada el banco de O Bohído solo generó 1.330 kilos de bibalvos. Y eso que el de Os Lombos do Ulla permanece cerrado a cal y canto debido, precisamente, a una preocupante pérdida de productividad.

Por cierto, que entre el lunes y el viernes de la semana pasada, O Bohído únicamente generó 1.107 kilos de almeja babosa, a pesar de los esfuerzos realizados durante meses por la Consellería do Mar para regenerar ese banco.

Junto a ese producto, apenas 54 kilos de almeja fina, 107 de japónica, 3 de rubia, 2,6 kilos de relojito, 59 de carneiro y poco más de dos kilos de almeja bicuda.

Con este panorama, no es de extrañar que cada vez sean menos los rañeiros interesados en perder el tiempo acudiendo a los bancos de libre marisqueo.

Cabío

Ayer, sin ir más lejos, solo se despacharon 176 naves para esta zona, situada a caballo entre la costa de A Illa, Cambados y Vilanova, así como 36 embarcaciones para el banco de Cabío, que es otro de los fracasos del plan de gestión de rañeiros da Ría.

Al hablar de esa zona, en aguas de A Pobra do Caramiñal, hay que destacar que la primera semana de libre marisqueo allí generó solo 611 kilos de marisco.

Más concretamente, 10 kilos de fina, poco más de dos kilos de japónica, 65 de babosa, casi 38 de almeja rubia, 370 de relojito, 121 de carneiro y 4,10 de bicuda, siempre según los datos reportados por Rañeiros da Ría.

“Otras zonas”

En cuanto a las llamadas “otras zonas” de libre marisqueo, que no tienen aprobado ese mismo plan específico de explotación, ayer se despacharon para acudir a ellas 214 embarcaciones.

De esos bancos comunes salieron la semana pasada 2.643 kilos, convirtiéndose, de este modo, en las más importantes de la ría; algo impensable no hace mucho.

De esa cantidad destacan los 1.108 kilos de rubia llevados a tierra y los 838 de babosa obtenidos por el sector.

Junto a 384 de berberecho, 123 de almeja fina, 118 de babosa, 10 kilos de reloj y 62 kilos de carneiro pesados por los mariscadores en los diferentes puntos de control establecidos.

Un proyecto en caída libre

La decadencia del libre marisqueo salta a la vista, y viene de lejos. En enero de 2022 ya se advirtió en FARO de que en doce semanas de actividad de aquella campaña únicamente se lograron 46 toneladas de bivalvos, lejos de las 400 o 500 que ofrecían antaño los mismos bancos y en ese mismo periodo.

Baste decir que entre el 18 de octubre de 2021 y mediados de enero de 2022 únicamente se extrajeron 19 toneladas de bivalvos en O Bohído, algo más de cinco toneladas en Cabío, 21 toneladas en las llamadas “otras zonas” y unos ridículos 292 kilogramos de producto en un espacio otrora fundamental, como el de Os Lombos do Ulla.

Aquello ya dejaba patente que las zonas comunes reservadas al marisqueo a flote se habían convertido en un auténtico lastre para el sector. Y ahora puede decirse que las cosas no solo no han mejorado, sino que tienden a empeorar, para desesperación de los mariscadores “de la ropa de aguas” que, en muchos casos, no entienden las decisiones adoptadas por sus dirigentes en los últimos años.

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