Así fue el verano para las viviendas de uso turístico

Califican la campaña de "excelente", aunque se notó que los viajeros gastan menos

La presidenta de Aviturga, Dulcinea Aguín. |   // FDV

La presidenta de Aviturga, Dulcinea Aguín. | // FDV / A.Martínez

El verano que está a punto de finalizar ha sido “excelente” para el sector de las viviendas de uso turístico. Así lo califica Aviturga, la asociación gallega de este tipo de alojamientos, y que preside Dulcinea Aguín, de Sanxenxo. Según la entidad, el verano de 2023 ha estado marcado por la contención en el gasto de los viajeros y por las estancias ligeramente más cortas, debido probablemente a la fuerte subida del coste de la vida.

Aviturga cifra en un 72 por ciento la ocupación media durante el mes de julio, y en un 98 por ciento la que se alcanzó en agosto. Consideran “excelente” la campaña en término de ocupación, si bien admiten que fue un verano “desigual”. Como suele ser habitual, los destinos próximos a zonas costeras y playas han sido los más demandados, y ahí O Salnés ha salido claramente favorecido.

Galicia fue elegida por muchos viajeros por sus condiciones de "refugio climático" ante las olas de calor

Resaltan además que el índice de ocupación se ha incrementado ligeramente gracias también “a la flexibilidad” de los propietarios de viviendas, que han sabido apreciar la nuevas necesidades de sus clientes y han permitido reducir las estancias mínimas.

La asociación gallega de viviendas de uso turístico aprecia también que hay un alto grado de “fidelización” de clientes que conocieron Galicia durante la pandemia, al considerarlo un destino más seguro y saludable por su menor masificación, y que desde entonces han retornado varias veces a esta comunidad. “A esta tendencia se suma la búsqueda de un refugio climático en el que las constantes olas de calor sean más suaves favoreciendo el descanso nocturno. Las consecuencias del cambio climático favorecieron este verano a Galicia, un destino natural y en el que las viviendas de uso turístico trabajan con un modelo sostenible, que ha favorecido también la recuperación del turismo internacional”, añade la organización en un comunicado.

Según Aviturga, el modelo de viaje que proponen estos pisos, casas y apartamentos conjuga muy bien con los gustos actuales de los turistas, sobre todo de aquellos que van en familia. “Mantener los mismos hábitos que en su hogar, integrarse en el destino como un residente más y la posibilidad de conocer el entorno a través de sus anfitriones son algunas de las razones que llevan a los huéspedes a optar por una vivienda de uso turístico frente a otros modelos alojativos”.

Aviturga también elogia “las fortalezas” del destino turístico gallego, con ofertas que siguen estando muy presentes en los deseos de los viajeros, como el Camino de Santiago y sus variantes -O Salnés cuenta con el Camino del Mar de Arousa y con la Variante Espiritual, por lo que cada vez se ven más peregrinos en la comarca- o el Parque Nacional das Illas Atlánticas. “Galicia debe seguir apostando por estos recursos, ya que complementan al turismo natural, ambiental o gastronómico en el que administraciones y sector trabajan desde hace tiempo”, prosigue Aviturga en su comunicado.

Por número de camas, las viviendas de uso turístico ya son claramente el sector mayoritario en O Salnés, superando con creces a los hoteles. Además, se trata de una oferta que no para de crecer. Según cifras oficiales del Registro de Actividades Turísticas de la Xunta de Galicia, la comarca arousana sumó este año unas 3.700 plazas nuevas, y la práctica totalidad de ellas son viviendas de uso turístico. En O Salnés hay más de 50.000 camas, y las viviendas de alquiler vacacional tienen más de 20.000.

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Uno de los debates más controvertidos de los últimos años está relacionado con la influencia de las viviendas de uso turístico en el mercado inmobiliario, y las dificultades para acceder al alquiler residencial estable. Aviturga niega que las casas y pisos de uso turístico estén detrás de la falta de oferta de arrendamientos para los particulares.

“La incidencia de las viviendas de uso turístico en el mercado inmobiliario es mínima, representando alrededor del 0,7 por ciento en ciudades como A Coruña y Pontevedra y un 1,2 en el cómputo global de Galicia”, aducen en su comunicado. Según el registro de Empresas y Actividades Turísticas de la Xunta a 1 de septiembre pasado, Galicia cuenta con 109.267 plazas de alojamiento ubicadas en 20.313 viviendas de uso turístico que representan el 41,80 por ciento de la capacidad alojativa y el 1,26 por ciento del parque inmobiliario total de Galicia.

En cambio, añade la organización, este modelo tiene efectos socioeconómicos positivos sobre los territorios, porque “descentralizan la oferta alojativa en Galicia y dinamizan los municipios del interior ya que ofrecen a cualquier viajero la posibilidad de pernoctar en cualquier punto de la geografía gallega”. Así, hay municipios que por primera vez empiezan a tener ahora turistas.

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El turismo rural es otro modelo de alojamiento con cierto peso en la comarca arousana. El Instituto Nacional de Estadística (INE) computó durante el pasado mes de julio (el último del que hay datos oficiales) más de 7.000 huéspedes en los establecimientos de este tupo en las Rías Baixas (que suman la costa del sur de la provincia de A Coruña, y el norte de la de Pontevedra), siendo 5.800 residentes en España, y 1.600 procedentes del extranjero.

La estancia media de estas personas fue de 2,65 noches, prácticamente la misma que en 2022, según la misma fuente. En lo que respecta a los precios, el informe de ocupación de los alojamientos extrahoteleros del INE sostiene que estos aumentaron un 4,4 por ciento, una subida que los dueños de las casas han tenido que asumir para adaptarse al nuevo escenario marcado por la inflación.

A falta de datos más concretos sobre la ocupación del turismo rural arousano, plataformas de ámbito estatal, como Club Rural y Escapada Rural, y asociaciones del sector aportan unas cifras muy heterogéneas, que van del 62 al 80 por ciento, según la fuente que publique la estimación. Por provincias, Asturias sigue siendo con mucha diferencia la más atractiva para quienes buscan un entorno natural y tranquilo en el que desconectar, seguida de la de Barcelona. No hay ninguna gallega entre las cinco primeras. Y las casas más solicitadas son las que tienen piscina.

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