Muere tras un fatídico accidente doméstico la abogada cambadesa Sagrario González Padín

Un enorme sentimiento de pesar se extendió ayer por la tarde en Cambados al conocerse la muerte de la abogada Sagrario González Padín, de 53 años, que hace unos días sufrió un accidente doméstico en el que se fracturó un pie. A consecuencia del golpe le sobrevino una embolia por lo que fue derivada al Hospital donde le indujeron el coma que resultó irreversible.

La letrada ejerció durante más de veinticinco años en un prestigioso despacho de Cambados, especializado en diversas materias jurídicas por lo que se había ganado un gran prestigio entre sus compañeros de profesión.

Sin embargo, hace aproximadamente dos años que redujo su actividad en los juzgados arousanos pues ganó una plaza de personal fijo en la Autoridad Portuaria de Vilagarcía, incompatible con su labor privada.

La noticia de su fallecimiento corrió como la pólvora entre los profesionales de la localidad que no daban crédito a que un simple accidente en casa pudiera acarrear tan graves consecuencias, pues eran conocedores de que su compañera había recibido asistencia médica después del desafortunado golpe.

Sagrario González Padín ejerció la abogacía desde que se colegió en Pontevedra en el año 1998 y según confirman varios de sus compañeros formó parte del propio Colegio de Abogados, en la comisión sobre los turnos de oficio.

Muchos de sus compañeros no daban crédito al fatal desenlace pues no fue hasta útlima hora que sus restos mortales fueron trasladados a Cambados, donde es velada en la sala número 3 del tanatorio local. Hoy, martes 11 de julio, a las siete menos cuarto de la tarde se oficiará el funeral en la iglesia parroquial de Santa Cruz de Castrelo para proceder luego a su entierro en el cementerio parroquial.

La abogada era madre de familia, lo que provoca un mayor dolor entre sus allegados que ayer no daban crédito al triste final de una profesional que en las últimas horas ha recibido numerosos elogios por parte de sus compañeros.

Estaba casada con Rafael Abal Cancela y tenía dos hijos varones, de corta edad.