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Abrillantar la ciudad

Abrillantar la ciudad

Abrillantar la ciudad / Antonio Touriño

Antonio Touriño

Antonio Touriño

Vilagarcía necesita un abrillantado urgente. Y no estaría mal que se le imprimiese antes de las elecciones municipales pues en campaña van a ser muchos los políticos de todos los colores y tamaños que se dejen hacer fotos y videos en unas calles que necesitan algo más que un chorreo.

Ofrecer una ciudad limpia da prestanza pero sobre todo evita cotilleos y comentarios indeseados de los visitantes, seguro que alguno de muy alto rango y abolengo político.

La misión está al alcance de la mano pues, en principio, han desaparecido todos los obstáculos que durante ocho años sufrió el millonario contrato de la basura, finalmente otorgado a Urbaser, una de las empresas especializadas en prestar este tipo de servicios municipales.

Son casi cuarenta millones de euros los que ha conseguido en este concurso, una cifra nada desdeñable para que pueda permitirse un detallito con la ciudad.

No se aceptan excusas pues el dueño de Urbaser, que dirige la sociedad Platinum Equity tiene medios más que suficientes para hacer que opere el “milagro”. Tom Gores está en la lista Forbes, esa que enumera a los hombres más ricos del mundo y, entre otras cosas, es el dueño de The Palace of Auburn Hills, santuario del legendario Detroit Pistons de la NBA y cuenta con 50.000 empleados en todo el mundo. El balance no es malo.

En suma, avales suficientes para que Urbaser tenga consideración con la ciudad que va a hacer frente durante ocho años al contrato más oneroso para el bolsillo de los contribuyentes locales y que quiere ver como en las aceras no hay chicles pegados, ni excrementos de perros en los jardines, ni hierbas y maleza entre las eternas vallas que complican el paseo por casi cualquier esquina de la novena ciudad gallega.

Y es que la Urbaser de hoy no es la de hace dos o tres años, esa en la que confió la Mancomunidade de O Salnés, aunque no haga mucho que sus trabajadores hayan tenido que convocar movilizaciones para demandar mejoras salariales y otras.

La actual Urbaser, esta que pertenece al empresario asentado en Filadelfia Tom Gores, tiene capital de sobra para enviar en unos pocos días cualquier máquina de limpieza imprescindible, por muy sofisticada que sea.

Y adelantar algunos contenedores e incluso desplazar camiones que ayuden a que Vilagarcía se convierta en una patena digna de presumir ante toda España durante los quince días que dure la campaña electoral.

La ciudad necesita ese pañito, ese repaso urgente aunque aún no se levanten las alfombras ni se limpien todos los cristales, pero si se actúe con mimo en los pasillos, las habitaciones y el salón de invitados.

Vilagarcía dio una confianza al señor Gores que merece una respuesta recíproca, como la que recibió Santiago de Compostela o A Coruña a donde enviaron los mejores contenedores de carga lateral e incluso alguno de los camiones eléctricos más sostenibles.

Porque, en definitiva, se trata de eso: compensar un favor con otro, de modo que los vilagarcianos ya podrán ver de otro modo el que les suban el recibo mensual por este servicio, nada barato, por cierto.

Es el momento de presumir de pueblo por lo que perder la oportunidad sería imperdonable. Señor Gore: ¡Haga usted el favor!

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