O Grove también sufre los robos

Los problemas que tiene Vilagarcía se repiten a 40 kilómetros

La pastelería en la que destrozaron el escaparate.  // FdV

La pastelería en la que destrozaron el escaparate. // FdV

Manuel Méndez

Manuel Méndez

Los atracos, robos y/o hurtos se han intensificado de tal modo en la comarca que, a estas alturas, ya puede hablarse de una verdadera “oleada”.

Y es que a los numerosos casos denunciados en las últimas semanas en Vilagarcía de Arousa se suman los asaltos perpetrados en otros puntos de O Salnés y el Ullán, de un tiempo a esta parte con especial intensidad en localidades como O Grove.

De ahí que se repitan tanto las escenas derivadas de estos robos, a modo de destrozos y otras similares, como las muestras de preocupación por parte del tejido empresarial, siendo cada vez más los comerciantes que alertan de la situación y piden tanto mayor presencia policial como más contundencia judicial.

Así quedó una de las ventanas.

Así quedó una de las ventanas. / FdV

Refuerzo policial

En el caso de Vilagarcía ya se ha experimentado en los últimos días un notable refuerzo policial en horario nocturno, sobre todo a manos de la Policía Nacional.

Y en O Grove, donde no disponen de este cuerpo, piden que sea la Guardia Civil la que haga lo propio.

Tapas de alcantarilla

Pero en estas y otras localidades no solo son comunes los llamamientos de la población en pro de una mayor seguridad ciudadana, sino que también coincide el modus operandi, ya que el autor o autores de este tipo de episodios suelen emplear tapas de alcantarilla, piedras y todo tipo de objetos contundentes para destrozar ventanas y escaparates.

Uno de los negocios atacados en Vilagarcía.

Uno de los negocios atacados en Vilagarcía. / M. Méndez

De este modo consiguen acceder al interior de las tiendas, llevándose todo tipo de artículos, aparatos electrónicos y, sobre todo, dinero en efectivo.

A veces no llegan a entrar y les basta con extender la mano por el agujero abierto para alcanzar los objetos del interior, como sucedió en La Peluquería, uno de los negocios asaltados en O Grove.

Suca, su propietaria, explica que sucedió en la madrugada del jueves y que le rompieron, junto con la ventana del negocio –en la calle Montiño de Abaixo–, el ordenador y el teléfono. Además de llevarse algo de dinero en metálico correspondiente a las propinas.

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Manuel Méndez

“Parece que este tipo de robos van en aumento, tanto en O Grove como en otros pueblos”, explica Suca, cuando confirma que los daños materiales sufridos en su establecimiento han sido cuantiosos.

La ventana rota de La Peluquería, uno de los negocios de O Grove atacados.

La ventana rota de La Peluquería, uno de los negocios de O Grove atacados. / FdV

Ayer volvieron a actuar

También los sufridos en Pastelería Quico, asaltada ayer mismo. Alguien utilizó una tapa de alcantarilla para destrozar el gran escaparate delantero de este conocido negocio, situado en la principal calle peatonal de O Grove, la Castelao.

Sus propietarios fueron alertados de la situación a eso de las 7.45 horas, y al llegar al negocio constataron que el ladrón, o los ladrones, habían accedido al interior.

Aunque parece que no se llevaron gran cosa, ya que la caja registradora estaba abierta y apenas guardaba unos céntimos, que allí se quedaron.

“Según nos indicaba la Guardia Civil cuando vino a tomar huellas, este tipo de robos van en aumento y están protagonizados por gente que anda buscando dinero, de ahí que en los comercios estemos cada vez más preocupados”, explican en la pastelería.

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Manuel Méndez

Lo que ocurre, añaden, es que “aunque los agentes sepan quiénes son los autores, poco pueden hacer contra ellos”.

Argumento en el que coinciden otros comerciantes consultados, quienes indican que “si los detienen entran y salen del juzgado en apenas unas horas, para volver a delinquir”.

Como hicieron, por citar otro de los muchos ejemplos que podrían ponerse, en Mocca Home, una tienda de moda de la calle grovense de Alexande Bóveda asaltada en víspera de Reyes.

También allí rompieron el escaparate con una tapa de alcantarilla, antes de llevarse el ordenador y la caja registradora.