Oleada de robos en Vilagarcía: estas son las últimas víctimas

Los ladrones se llevaron de la papelería Arines 350 euros tras reventar la puerta con una piedra | En la iglesia de Santa Eulalia tuvieron menos suerte porque saltó la alarma

Fachada de la iglesia parroquial de Santa Eulalia.

Fachada de la iglesia parroquial de Santa Eulalia. / Iñaki Abella

María López

María López

La oleada de robos no cesa en Vilagarcía. Después del atraco en diciembre a una gasolinera de Rubiáns y las sustracciones más recientes en las iglesias de Vista Alegre y Sobradelo, la estación de servicio de San Roque y una tienda de cosmética del centro de la ciudad, las siguientes víctimas han sido la librería Arines y la Parroquial de Santa Eulalia, donde los amigos de lo ajeno entraron la madrugada de ayer. No se llevaron grandes botines, sobre todo en la iglesia, donde la alarma sorprendió al caco y no llegó a abrir el lampadario para llevarse las monedas.

Los hechos en la iglesia sucedieron sobre las diez de la noche del lunes. Según relata la ayudante del sacerdote, el robo fue supuestamente perpetrado por una única persona que entró al templo por una ventana trasera de difícil acceso.

El cura y su familiar viven al lado de la iglesia, por lo que al ser alertados por la alarma fueron inmediatamente a ver qué había ocurrido. “No fue capaz de abrir el lampadario, aunque sí lo estropeó. Solo venía buscando dinero porque no se llevó nada más. No fue mucho pero sí un susto porque no sabes con qué te vas a encontrar”, relatan los afectados, que ya pusieron la correspondiente denuncia en la comisaría de Policía Nacional.

La puerta de cristal de la librería Arines, completamente rota tras la entrada de los ladrones de madrugada. |   // IÑAKI ABELLA

La puerta de cristal de la librería Arines, completamente rota tras la entrada de los ladrones de madrugada. | // IÑAKI ABELLA / María López

Una única persona

En las cámaras de la alarma pudieron ver que fue una única persona la que accedió al interior de la iglesia, abandonando el lugar por la puerta principal, la única que se abre desde dentro.

En lo que respecta a la librería Arines, también situada en el centro de la ciudad, concretamente en la calle Gumersindo Nartallo, los propietarios se enteraron de lo ocurrido ayer por la mañana. “Reventaron la puerta de cristal de la entrada con una piedra y se llevaron el dinero que teníamos en efectivo. Era todo cambio en monedas, sobre unos 350 euros”, cuentan desde el negocio. “De mercancía no robaron nada”, añade.

Los dueños de Arines pusieron denuncia ante la Policía Nacional y los agentes ya acudieron a primera hora a la papelería para tomar huellas.

El establecimiento permaneció abierto toda la mañana, pues hasta que no se renovó el cristal no pudieron marcharse.