El alcalde de A Illa, con la clavícula rota tras ser agredido

Carlos Iglesias, el alcalde socialista de A Illa de Arousa, ha sido agredido por un vecino durante la fiesta de San Julián, el patrón de esta localidad.

Aunque la celebración propiamente dicha tenía lugar ayer, es tradición que se prolongue en el tiempo. De ahí que continuara hoy y estuviera en pleno apogeo cuando tuvo lugar el altercado, a eso de las dos de la madrugada.

Fruto del misma, el regidor tuvo que ser atendido de las contusiones y magulladuras que presentaba, siendo evacuado al hospital comarcal de O Salnés, donde los facultativos constataron que tiene rota la clavícula izquierda.

El protagonizado por el máximo mandatario es uno de los incidentes registrados durante el fin de semana en el municipio, cuando una multitud vestida de gala recorre las calles y los bares disfrutando de la fiesta, de ahí, también, la gran cantidad de controles llevados a cabo por la Guardia Civil de Tráfico en la localidad, sobre todo de alcoholemia.

Podría estar ebrio

Lo sucedido al alcalde adquiere una relevancia especial por tratarse de un cargo público que ha resultado herido, siendo investigado por ello un conocido vecino isleño que, aparentemente, estaría ebrio.

Al menos así lo creen los testigos y el propio Carlos Iglesias, quien, sin embargo trata de restar importancia a la agresión que ha sufrido.

“Estábamos hablando y él se puso muy nervioso, por lo que traté de tranquilizarlo; pero como no le estaba dando la razón lo que hizo fue zarandearme y tirarme al suelo”, relataba el regidor esta tarde.

Caída tras la cual se organizó una importante trifulca de la que formaron parte algunos de los testigos, tal y como él mismo confirma.

Como no le estaba dando la razón lo que hizo fue zarandearme y tirarme al suelo

Carlos Iglesias

— Alcalde de A Illa

“Caí sobre el brazo izquierdo y, dado mi peso, me fracturé la clavícula, por lo que ahora debo permanecer con el brazo en cabestrillo”, añade el primer edil, a quien también habría roto las gafas y el traje de gala que llevaba puesto.

Perdió protagonismo

Preguntado por la identidad del agresor, prefiere no aludir al mismo “porque ya todo el mundo en A Illa sabe quién es”, limitándose a aclarar que se trata de “una persona que desde hace tiempo organizaba diversos temas de las fiestas pero que perdió responsabilidad y protagonismo, de ahí que esté enfadado”.

Ni que decir tiene que el alcalde cursó la correspondiente denuncia contra este hombre, de unos 50 años de edad, y al que muchos conocerán por haber organizado la procesión de las fiestas del Carmen hasta que el nuevo cura lo apartó.

Desde la agrupación socialista de A Illa emitieron un comunicado para condenar "la brutal agresión de la que fue objeto el alcalde la pasada madrugada, provocándole lesiones graves".

PSOE de A Illa

Los socialistas isleños quieren, de este modo, "condenar la violencia en cualquiera de sus manifestaciones", repudiando el "comportamiento incívico de quien recurre a la fuerza física para hacer valer argumentos que no puede defender desde la racionalidad y la oratoria".

 Aprovecha el PSOE de A Illa para extender esta condena a lo sucedido con el alcalde de Vilanova.

El alcalde de Vilanova

Y es que la agresión al regidor isleño tuvo lugar 24 horas después de que su homólogo vilanovés, el conservador Gonzalo Durán, sufriera un nuevo ataque.

Esta vez en el lugar de Corvillón (Cambados), donde había estacionado su coche a las puertas de un taller mecánico en el que acostumbra a repararlo.

Como se explicó en FARO DE VIGO, un individuo intentó plantar fuego al automóvil, pero fue sorprendido por una patrulla de la Guardia Civil, cuya presencia le hizo salir huyendo.

Este atentado al alcalde de Vilanova se sumaba a otros anteriores, ya que el 13 de septiembre de 2021, sin ir más lejos, dos individuos arrojaban al interior de la vivienda de Gonzalo Durán un artefacto incendiario.

PP de Pontevedra

También el Partido Popular de Pontevedra ha salido al paso para condenar "los ataques y agresiones que estos días sufrieron los alcaldes de Vilanova de Arousa y A Illa".

 Los conservadores tachan estas agresiones de "intolerables" y señalan que "la violencia nunca es el camino, no es justificable y no es una forma de manifestar discrepancias".