La parroquia de A Illa implica a los niños en un belén ecológico

Desde hace tres años, la parroquia de San Xulián de A Illa se ha marcado como objetivo implicar a todos los feligreses, y en especial, a los más pequeños, a construir un belén con el que celebrar estas fechas tan especiales. Este año la propuesta que ha lanzado el párroco, David Álvarez, es la de elaborar un belén con figuras de madera elaboradas por los propios pequeños que deberán ser entregadas en el templo antes del día 15 de diciembre, con margen para comenzar todo el montaje, que permanecerá en exposición en la iglesia de San Xulián hasta que finalice la Navidad.

La propuesta persigue dos objetivos que para el párroco son muy importantes. Por un lado, al elaborarlo con pequeñas piezas de madera se evita el uso de materiales contaminantes como el plástico y se protege el medioambiente en un momento en el que es necesario implicarse en esa lucha.

Por el otro, también se va a impulsar el contacto intergeneracional entre los pequeños y sus padres y abuelos, ya que “muchos seguro que les piden ayuda, así que la elaboración de las figuras puede ser un buen momento para que las familias disfruten de hacer algo unidos”, explica.

Será la tercera ocasión en la que el párroco ha implicado a los pequeños de A Illa a montar un nacimiento con el que celebrar la Navidad en la iglesia parroquial. La primera de las ocasiones fue en 2020, en plena pandemia de coronavirus, cuando el párroco animó a los más pequeños a que se representasen a si mismos como una forma de superar todo lo que estaba ocurriendo a su alrededor, con constantes confinamientos y con el COVID-19 golpeando con dureza. La implicación de los pequeños y el trabajo espectacular que realizaron pudo verse en el interior del templo casi hasta el mes de febrero y, sobre todo, sirvió para que los pequeños que acudían de forma regular a la cataquesis antes de la pandemia pudiesen mantener el contacto.

El pasado año, la propuesta que se realizó desde la parroquia de San Xulián fue la de elaborar figuras con conchas y pequeñas piedras, elementos abundantes en las playas de A Illa.

En un pueblo eminentemente marinero era lógico que se elaborase un belén con connotaciones claramente vinculadas al mar y en el que no faltó la presencia de una dorna.

En todas estas iniciativas, Álvarez encontró una respuesta masiva por parte de las familias, algo que espera que “vuelva a repetirse y podamos conformar un gran nacimiento en el interior de la iglesia que puedan venir a ver todos cuando se encuentre montado”.

El período de entrega de las figuras se abrió ayer y Álvarez espera contar con un buen número de ellas, pero sobre todo, aguarda que los pequeños disfruten con su elaboración y puedan verlas formando parte de un proyecto mucho más amplio como es el belén.

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