Hoy es el último día de la campaña iniciada el pasado 1 de diciembre para recoger semilla de mejillón en el litoral gallego. El sector bateeiro no pidió la ampliación del plazo a la Xunta, así que, tras más de seis meses aptos para la recolección, ya no hay más opciones para obtener esos alevines imprescindibles para encordar los viveros flotantes y generar, dentro de aproximadamente un año –depende de la zona de fondeo–, el molusco comercial que llegará a los mercados en la campaña de 2023.
Quiere esto decir que el sector puede centrarse desde ahora en la campaña comercializadora del presente ejercicio, la cual se prevé muy intensa este verano, salvo episodios tóxicos que nadie desea y son poco probables.
Esto es tanto como decir que la “guerra de la mejilla”, que enfrenta al sector bateeiro con los percebeiros, las cofradías y la Consellería do Mar, queda relegada a un segundo plano.
Muy probablemente ya no volverá a escena, al menos no con la intensidad que tuvo en los últimos meses, hasta que el 1 de diciembre próximo sea preciso comenzar una nueva temporada recolectora en las rocas de la costa gallega, para preparar la campaña de mejillón de 2024.
Hay que recordar que, a petición del propio sector mejillonero, la Consellería do Mar amplío en mes y medio la campaña recolectora original –iba a finalizar el 30 de abril–, cumpliéndose hoy mismo el plazo tope que se había marcado.
"No se produjeron nuevas solicitudes"
Y no se amplía más porque “no se produjeron nuevas solicitudes por parte del sector para prorrogar la actividad más allá de esta fecha”, confirman en Mar, lo cual quiere decir, que, aparentemente, los bateeiros ya tienen cría suficiente, a razón de un máximo de 3.500 kilos por parque flotante.
De todos modos, tratando de evitar situaciones de tensión como las vividas últimamente, la Consellería sostiene que sigue trabajando en la “revisión de las zonas limitadas a la extracción de mejilla”, que son las que desataron la indignación de los acuicultores y desencadenaron las acciones de presión llevadas a cabo.
El departamento que dirige Rosa Quintana abunda en ello diciendo que esa revisión se realiza “en base a un seguimiento coordinado con los biólogos y técnicos de la Xunta”, así como manejando los datos aportados por los propios mejilloneros y las cofradías que se oponen a su actividad en las zonas donde crece el percebe.
Asume Mar que “es un asunto complejo”, pero también es consciente de que cualquier decisión debe ser tomada “con rigurosidad”.
Por eso deja claro que “así se está haciendo, en beneficio de todas las partes implicadas” en el conflicto de la mejilla.
De este modo, la Consellería do Mar reitera, por enésima vez, su disposición al diálogo, “el cual seguiremos manteniendo para poder avanzar en la explotación sostenible de los diferentes recursos”.
De ahí que vaya a convocar “próximamente” una nueva mesa de diálogo, “en la que participarán, entre otros, el director xeral de Pesca, Acuicultura e Innovación Tecnolóxica, Antonio Basanta, y los representantes de las asociaciones de productores de mejillón de Galicia”, anuncia la Consellería que dirige Rosa Quintana.
La ausencia generalizada de biotoxinas marinas propicia las descargas
Ya se había explicado en FARO DE VIGO que el mejillón está “flojo”. Todavía no se ha recuperado del desove y el rendimiento en carne es bajo, de ahí que las descargas sean actualmente muy reducidas, prácticamente limitadas a los pedidos que llegan desde el mercado de fresco francés.
Pero también es cierto que falta poco tiempo para que recupere, y en menos de un mes su rendimiento será óptimo y se multiplicarán la descargas. “Cuando pinten los tomates” y “antes de las fiestas del Carmen”, insisten los bateeiros.
Por eso ahora que se termina la campaña de la mejilla es momento de que el sector productor se centre en la actividad extractiva y comercializadora.
Sobre todo aprovechando la inexistencia de biotoxinas marinas, con la esperanza de que se mantenga la ausencia generalizada de las mismas que se registra actualmente, según los últimos análisis efectuados por el Instituto Tecnológico para el Control del Medio Marino (Intecmar), con sede en Vilaxoán (Vilagarcía).
En este laboratorio de referencia, dirigido por Covadonga Salgado, confirmaban a media tarde de ayer, por ejemplo, que están disponibles para la extracción las alrededor de 2.300 bateas de mejillón existentes en la ría de Arousa, la más productiva de la comunidad.
Al igual que permanecen disponibles las cerca de 300 que se reparten en los ocho polígonos de la ría de Pontevedra y el medio millar de viveros flotantes que ocupan los doce polígonos de la ría de Vigo.
Las que están cerradas por biotoxinas son el centenar de bateas de Sada, la quincena localizada en Baiona y una pequeña parte de las 122 correspondientes a Muros-Noia.
