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El primer mes confirma la brutal caída del libre marisqueo

Los “rañeiros” no encuentran zonas libres con marisco suficiente. Noé Parga

A medida que avanza la campaña de libre marisqueo en Arousa se hace más evidente que los bancos están agotados.

Presentan una situación que bien podría tildarse de dramática, para desesperación de unos “rañeiros” que comprueban a diario que aquello que antiguamente era la panacea del sector, hoy en día no es más que un calvario.

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El libre marisqueo se queda sin oxígeno en Arousa M. Méndez

En cierto modo, estos espacios comunes –que no son de nadie, pero son de todos– se han transformado en un mal parche en el que pasar el tiempo de trabajo y ahogar las penas, a la espera de que reabran las concesiones de diferentes pósitos o de tiempos mejores en los que, por cierto, ya pocos creen.

Cuando los más viejos del lugar decían, de forma muy gráfica y coloquial, que el berberecho llegaba hasta Pontecesures, Padrón y el río Sar, tratando de describir así la abundancia de una zona de libre marisqueo tan importante como Os Lombos do Ulla, pocos podían imaginar que esa especie iba a desaparecer casi por completo y que la almeja también brillaría por su ausencia.

Rañeiros en plena actividad. Noé Parga

De ahí que una actividad capaz de generar antiguamente unas 1.500 toneladas de producto en seis meses, de las que 213 podían corresponder al primer mes de faena –como sucedía en 2010–, ahora se limite a apenas 29 toneladas en las cinco primeras semanas.

Dicho de otro modo, que el libre marisqueo genera en la actualidad apenas la décima parte de lo que producía una década antes, lo cual explica, también, que en lugar de participar más de 800 barcos cada mañana, como sucedía entonces, ahora ni siquiera se despachen la mitad.

Si se toma como referencia lo ocurrido en 2010 y se compara con los datos manejados ahora, aportados por la Asociación de Rañeiros da Ría a la Consellería do Mar, pocas dudas quedan sobre el declive del libre marisqueo.

Como tampoco nadie puede dudar de la imperiosa necesidad de adoptar medidas correctoras, tanto si se trata del dragado del Ulla –que plantea una buena parte del sector– como de cualquier otro proyecto similar.

Un descenso preocupante

Baste como ejemplo decir que en la campaña de 2010, el primer mes –del 4 de octubre al 4 de noviembre– se saldó con 213 toneladas de bivalvos, de las cuales 161 procedían de Os Lombos y 33 toneladas habían sido extraídas en O Bohído.

Sin embargo, en el primer mes de la actual campaña –18 de octubre al 19 de noviembre– han sido solo 29 toneladas, de las cuales algo más de 12 corresponden a O Bohído y solo 274 kilos, a Os Lombos.

Dos mariscadores de a flote levantando sus raños. Noé Parga

Por si quedan algunas dudas respecto al declive del libre marisqueo y la preocupante situación de los bancos del río, puede añadirse que esta zona, que antiguamente era un auténtico oasis para el sector, es ya la que ofrece los peores resultados de la ría.

Solo 391 barcos donde antaño se reunían más del doble

En octubre de 2009, cuando arrancaba la campaña de libre marisqueo en Arousa, más de 2.000 mariscadores de a flote o “rañeiros” se implicaban de lleno en el inicio de la temporada a bordo de 825 embarcaciones. ¡En una sola mañana!

Ahora, ni de lejos se alcanzan semejantes cifras, limitándose a apenas 400 los barcos despachados un día como el de ayer.

Esa cifra era la que antiguamente acudía a Os Lombos do Ulla en una jornada cualquiera de las consideradas malas, por temporal u otros motivos.

Y ahora resulta que a esta zona venida a menos solo se desplazan 25 barcos, como sucedía ayer.

Según el censo oficial de despachos, a esa cifra se sumaban en esta ocasión 218 barcos para O Bohído, 48 interesados en acudir a Cabío y un centenar de naves que se dirigían a las llamadas “otras zonas”.

Dicho de otro modo, que faenar en Os Lombos es ahora mismo lo que menos interesa.



Incluso se ve superada por Cabío, con casi tres toneladas en esta campaña, y las llamadas “otras zonas”, que están por encima de las trece toneladas de bivalvo y se aúpan a un sorprendente primer puesto del ranking.

Pero eso no es todo. En 2010 se conseguían 65 toneladas de berberecho y 67 toneladas de almeja japónica en el primer mes –18 días reales de faena–, y esta vez han sido menos de dos toneladas de berberecho y apenas tres de japónica, en el mismo periodo.

Si todo esto no describe la penosa situación del libre marisqueo, quizás lo haga el recordar que en 2018 las cinco primeras semanas se saldaron con 126 toneladas.

Razón por la cual ya se advertía en FARO DE VIGO de que esta actividad estaba “en caída libre”. Y eso que eran prácticamente cien toneladas más que ahora.

En definitiva, que desde que empezó la campaña de libre marisqueo en Arousa, la flota solo pudo recoger unos ridículos 1.872 kilos de berberecho, 2.673 de japónica y 11.000 de almeja babosa.

Una de las embarcaciones participantes en la campaña de libre marisqueo en Os Lombos. Noé Parga

A los que se sumaron 899 kilogramos de almeja fina, 9.309 de rubia y 3.174 kilos de relojito, según los datos aún provisionales aportados por los pósitos desde la asociación encargada de la gestión del libre marisqueo, Rañeiros da Ría.

Las zonas con las que pocos contaban son ahora las que más producen, por delante de O Bohído, Cabío y el río

Los datos provisionales que remiten a la Consellería do Mar las propias cofradías de pescadores indican que desde el 18 de octubre hasta el viernes pasado los rañeiros consiguieron casi 29 toneladas de bivalvos.

¿Pero qué especies en concreto y dónde? A continuación se hace un breve resumen:

  • O Bohído.

Este banco, situado a caballo entre la costa de A Illa, Vilanova y Cambados, ofreció a la flota 12.283 kilogramos de bivalvos. La mayor parte (9.054) correspondió a la almeja babosa, por delante del relojito (1.692 kilos), la japónica (961) y la almeja fina (500 kilos). Llama la atención que no se contabilizó ni un solo kilogramo de berberecho.


  • Os Lombos.

La zona más castigada del libre marisqueo apenas reportó 275 kilos de producto, de los cuales 88 correspondieron al berberecho. A mayores, algo menos de 38 kilos de almeja fina, uno de babosa y 148 de japónica.


  • Cabío.

Este banco situado frente a la costa de A Pobra do Caramiñal permitió recoger 20 kilos de berberecho, 27 de fina, 28 de japónica, 1.033 de babosa, 1.094 de almeja rubia y 797 kilos de relojito.


  • “Otras zonas”.

Antes eran pocos los barcos que faenaban en ellas, pero ahora son las más buscadas. Son zonas comunes de menor relevancia que las anteriores que, sin embargo, actualmente son las que mejor se están portando.

Suman ya 13.411 kilogramos de bivalvos, con la almeja rubia como principal referencia (8.139 kilos). Pero también aportó a los rañeiros 1.766 kilos de berberecho, siendo, con diferencia las que atesoran mayor cantidad de esta especie. También 334 kilos de fina, 1.536 de japónica, 951 de babosa y 684 de reloj.


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