Aunque no es inusual que el Gobierno gallego saque a subasta alguna propiedad, desde pisos hasta fincas, la Administración gallega también es propietaria de otro tipo de bienes que recibe a través de herencias, donaciones o en pago de deudas de sus propietarios. Si no hace mucho la Consellería de Facenda convocaba una subasta de todo el mobiliario de un despacho por el módico precio de 200 euros, en esta ocasión intentará convertir en dinero una treintena de lotes procedentes, explican, de herencias acumuladas durante años, y compuestos sobre todo por joyas pero en los que se incluyen también un par de abrigos,. Uno de ellos es de visón y su precio de salida supera los 7.600 euros.

Ese abrigo, al menos a juzgar por el montante con el que sale a la venta, es la joya de la corona de una subasta con la Xunta espera recaudar, si hay suerte en la primera puja, más de 34.000 euros. Los que aspiren a llevarse alguna de las joyas a casa -hay bisutería, pero también mucho oro, perlas, topacios e incluso zafiros- tienen una cita a las diez de la mañana del 11 de junio en el salón de actos número 2 de Vicepresidencia, en la sede del Gobierno gallego en Santiago, según informó ayer el Diario Oficial de Galicia.

Los más accesibles son el lote 26 -formado por varios relojes y un par de anillos, uno de ellos con zafiro blanco-, que parte de 81 euros, y el 31, que solo incluye un par de pendientes de oro con zafiros sintéticos por los que Facenda pide, de entrada, 25 euros.

La mayoría de los lotes no llegan a los mil euros. Por la mitad de esa cantidad, el interesado puede llevarse uno compuesto por pendientes de oro con zafiros naturales y un anillo y colgante con topacio. Un poco más y puede aspirar a otro que incluye un reloj de señora de oro. Once lotes oscilan entre los 1.000 y los 2.000 euros, una cantidad que solo supera, por muy poco, un conjunto formado por varias piezas con zafiros y perlas. El abrigo de visón podría quedarse en 5.376 euros si no logra comprador al segundo intento. Es reversible y de Demi Buff. Su rival, mucho más modesto, es de mouton dorado y no llega los 500 euros.