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La escasez de vino en bodega incrementa el precio de la uva hasta 50 céntimos el kilo

La DO Rías Baixas vive un buen momento, ya que la evolución de las ventas hace que muchas firmas estén bajo mínimos | Algunas mejoran sus ofertas para captar viticultores

Uva introducida en bodega durante la vendimia del año pasado. Noe Parga

El sector vitivinicultor se prepara para una nueva y esperanzadora vendimia. Una campaña que va a desplegarse a principios de septiembre y está marcada por la sequía actual y el deseo de que la lluvia llegue pronto, para hidratar la uva y mejorar su rendimiento. Pero también por el incremento del precio de la misma.

A estas alturas hay bodegas de la Denominación de Origen Rías Baixas ofreciendo entre 40 y 50 céntimos más por kilo respecto al año pasado, con lo que esto supone de beneficio para los productores (viticultores).

Un aumento de precio que no está directamente relacionado con la disminución del volumen a causa de la sequía, pues si bien los 41 millones de kilos de uva que está previsto recoger están por debajo de los 44 millones obtenido el año pasado, constituyen un registro francamente bueno, situándose entre los tres mejores de la historia de esta marca de calidad.

Hay que recordar que el año pasado se vendimiaron 43,8 millones de kilos, que en 2020 fueron 34, 5 y que en 2019 se alcanzaron los 32 millones. Hay que remontarse a 2011 para encontrar un registro similar al previsto para este año, por aquel entonces con 41,8 millones de kilos.

Dicho de otro modo, que se espera obtener uva en abundancia cuando, el mes que viene, se desarrolle la vendimia. De ahí que el incremento de precio que se está ofertando sea, en realidad, consecuencia directa del buen momento que atraviesa la marca Rías Baixas.

Puede ser la segunda o tercera mejor campaña en la historia de la DO

Y es que el constante aumento de ventas experimentado por sus bodegas tanto en España como en el extranjero hace que su stock baje, de ahí el interés que tienen por conseguir uva suficiente este año para volver a llenar las despensas, es decir, para recargar los depósitos y atender la creciente demanda.

Hace unos días el Consello Regulador explicaba que del 1 de enero al 27 de julio se habían verificado casi veinte millones de litros de vino, y que las existencias en las bodegas previas a la vendimia rondarán los cinco millones de litros.

Esto, entienden los responsables de la DO, “pone de manifiesto la buena campaña de ventas que están teniendo los vinos de Rías Baixas en el mercado nacional e internacional”.

¿Qué quiere decir esto? Pues que queda poco vino en bodega. Y una de las consecuencias es que algunas firmas están dispuestas a pagar más que otros años para conseguir una buena cantidad de uva este año. Lo cual, a su vez, está haciendo que algunos viticultores cambien de comprador, dejando a las bodegas de siempre para irse con otras que les realizan “tentadoras ofertas” por su producto.

“Es lógico que lo hagamos, teniendo en cuenta que si nos suben 40 céntimos estamos hablando de mucho dinero cuando se trata de producciones de 40.000 o 50.000 kilos”, sostiene un viticultor arousano.

“Es cierto que se está incrementando el precio de la uva una barbaridad, en algunos casos con subidas de 40 o 50 céntimos el kilo”, explica el responsable de una conocida bodega de la DO.

Otro de los consultados esgrime que el año pasado pagó su uva “a una media de 1,84 euros el kilo”, y añade que “ahora hay alguna bodega firmando contratos a 3 euros”.

También es cierto que “no todos podemos permitirnos subir el precio que ya pagábamos, por lo que se están produciendo importantes trasvases de viticultores”, apostilla otro bodeguero de Rías Baixas.

Una de las nuevas plantaciones de albariño Rías Baixas aún improductivas, en Vilagarcía. M. Méndez

“Hay que pelearse"

“Las bodegas estamos sin vino y hay que pelearse para conseguir uva, lo cual implica pagar más por ella”, espeta otro de los empresarios consultados, en este caso en la subzona de O Salnés.

Los pronunciamientos son similares en las diferentes firmas consultadas. En una de ellas detallan que “la media este año puede rondar los 2,40 euros por kilo de uva”, a lo que añaden que “el incremento del precio ofertado se está haciendo notar en los contratos que plantean algunas bodegas de reciente implantación u otras que están en pleno proceso de expansión, pero los viticultores de las grandes cooperativas apenas lo notarán”.

Mapa de los nuevos viñedos en Vilagarcía

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