El TSXG confirma la absolución de un hombre acusado de violación en Sanxenxo

Le exime de culpa, igual que antes lo hizo la Audiencia Provincial de Pontevedra, por falta de pruebas

Fachada de la Audiencia Provincial de Pontevedra.

Fachada de la Audiencia Provincial de Pontevedra. / Rafa Vázquez

El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) confirma la sentencia de la Audiencia de Pontevedra que absolvió, por falta de pruebas, a un hombre acusado de agredir sexualmente a una mujer en Sanxenxo. El fallo de la sección primera de la Sala de lo Civil y Penal del TSXG rechaza el recurso presentado por la acusación, que pedía 6 años de prisión para el procesado por unos hechos ocurridos a finales de agosto de 2021.

Esta sentencia del alto tribunal gallego, contra la que cabe recurso de casación ante el Tribunal Supremo, confirma la libre absolución del acusado debido a la falta de pruebas que ratifiquen que la relación sexual mantenida entre la denunciante y el acusado no fue consentida.

La sección segunda de la Audiencia Provincial de Pontevedra ya determinó esto en una sentencia emitida a principios de marzo. En ella se consideraban que la ausencia de elementos probatorios impedía concluir que las relaciones sexuales fueron sin consentimiento por parte de la víctima.

El fallo, ratificado ahora por el TSXG, concluye que las relaciones existieron y que la denunciante estaba afectada por el consumo de alcohol en un grado "difícil de determinar".

Según los hechos considerados probados por el tribunal, el acusado recogió en coche a la denunciante y se fueron a casa de esta, donde empezaron a practicar sexo hasta que ella pidió que parase. De todo ello, manifestó no recordar nada al día siguiente.

La Audiencia dio veracidad a la versión del supuesto agresor de que paró cuando ella se lo pidió, lo que ven reforzado con que, al día siguiente, se mostrase afectado cuando le dijo que no recordaba nada de lo que había ocurrido.

Para el tribunal de primera instancia, este comportamiento no encaja con el de "una persona que se aprovechó de otra, siendo consciente de eso".

En la resolución del recurso presentado por la defensa de la denunciante, el TSXG determina que no existen elementos para contradecir el criterio de la audiencia provincial, por lo que mantiene la libre absolución del procesado.

Juicio

Víctima y acusado ofrecieron versiones abiertamente contradictorias, en el juicio celebrado en septiembre de 2023 en la Audiencia Provincial de Pontevedra. Mientras la víctima y sus testigos afirmaron que el día de los hechos se encontraba en un estado de embriaguez tal que no era capaz de caminar, hablar con coherencia, ni acordarse de todo lo que sucedió, él --un amigo de toda la vida, “éramos como hermanos”, reconocieron víctima y acusado-- sostuvo que la acompañó a su casa porque ella se lo pidió y una vez allí "se restregó e insinuó” en su dormitorio, buscando una relación sexual. El acusado también afirmó que detuvo el acto sexual “a los dos minutos, porque ella me dijo: para, para; y yo paré”.

Sin embargo, tanto la mujer, como dos amigas que esa noche la acompañaban antes de que se fuera a casa con el hombre, como la madre de ella (que la vio durante la noche en el baño de la casa), afirman que la chica apenas se podía mantener en pie, ni hablar con coherencia. Entendían, al igual que el fiscal, que él la llevó hasta el dormitorio, sin que ella opusiese resistencia dado que eran amigos, y una vez allí se aprovecharía de su estado para abusar de ella.

La víctima dijo que al día siguiente tuvo "como flashes" de memoria, en los que recordaba al hombre sobre ella, tras lo que le dijo "para, para"; o en otro momento lo recordaba quitándole la camiseta en la cama.

El acusado aseguró que ella sí podía hablar, caminar por su propio pie, que le pidió que durmiese con ella y que se insinuó antes de la relación sexual. Incluso aseguró que ella misma sacó un preservativo de su mesita de noche para él. "Ella se abrazó a mí y empezó a insinuarse, le pregunté si quería y dijo que sí", afirmó el acusado. "Se empezó a insinuar y a restregarse conmigo, de hecho, no me lo esperaba", añadió.

Respecto a un cruce de mensajes de WhatsApp entre ambos el día siguiente, el acusado aseguró que en estos mensajes decía que sentía lo que había pasado “por ella, por si se sentía anímicamente mal”, ya que eran amigos, pero sin admitir en ningún caso que lo sucedido en el dormitorio fuese un abuso sexual. "Le pedí perdón por cómo se podía haber sentido, pero yo en ningún momento hice nada que ella no quisiese", afirmó el hombre. Por el contrario, la víctima y su madre interpretaron que en esos mensajes de arrepentimiento él reconocía los hechos de los que le acusaron.

La Fiscalía de Pontevedra solicitó entonces seis años de prisión y otros diez de libertad vigilada para este vecino de Sanxenxo.