La felicidad de vivir en Pontevedra

La Boa Vila es la tercera ciudad de Galicia con mayor Índice Municipal de Felicidad y la decimoquinta de España

Gente paseando por Pontevedra.

Gente paseando por Pontevedra. / Rafa Vázquez

C. Prieto

Pontevedra es, según numerosos estudios, una de las mejores ciudades del mundo para vivir y desde hace unos años también una de las más felices. Así se desprende de los datos incluidos en el último Índice Municipal de Felicidad (IMF), en el que se sitúa como la tercera ciudad de Galicia, solo superada por Lugo y Ourense, y la decimoquinta de España en términos de felicidad.

Este estudio, realizado por SW Demoscopia, es una evaluación cuantitativa del bienestar de los residentes en los cien municipios con mayor población de España. Este indicador tiene en cuenta una amplia gama de variables que van desde factores económicos y sociales, hasta condiciones medioambientales, sanitarias, educativas o de seguridad, entre otras. La ecuación que define un índice municipal de felicidad se compone, por tanto, de los valores de felicidad autopercibidos por sus residentes y de las evaluaciones objetivas sobre las condiciones de vida en cada municipio que tienen vínculos con el bienestar subjetivo de los ciudadanos.

Concretamente, este índice analiza datos en diez áreas clave: tasa de empleo, vivienda, renta por persona, transporte urbano, recogida de basuras/limpieza, seguridad, superficie de zonas verdes, tiempo empleado en ir a trabajar, calidad del aire y satisfacción con los servicios de salud. Según esto, Pontevedra tiene un 651,8 de IMF, 62,8 puntos menos que Logroño, ciudad que lidera el ránking estatal.

La Boa Vila obtiene la mejor puntuación en el tiempo que se emplea en ir a trabajar, con 89,1 puntos. Este indicador mide la eficiencia del desplazamiento al trabajo no solo en cuanto al tiempo empleado en sí, sino también en cuanto a la valoración de los ciudadanos sobre si les parece un tiempo razonable o si han tenido que cambiar de trabajo porque el desplazamiento era demasiado largo.

En el otro extremo de la valoración está la seguridad, con solo 22 puntos. Esta variable trata de medir la tasa de delitos en el municipio cuestionando a los ciudadanos si se sienten seguros, si han sido víctimas de algún delito en el último año y pidiéndoles que califiquen la respuesta de la Policía Local a los problemas de seguridad. En este punto, sorprende la valoración que tiene A Coruña, 10 puntos, pero también la del municipio madrileño de Pozuelo de Alarcón, un 96.

La segunda variable mejor valorada en Pontevedra es la relativa a la calidad del aire, con 85 puntos. Además de pedir opinión sobre la misma, se consulta a los ciudadanos si han experimentado problemas de salud relacionados con la calidad del aire y si ésta ha mejorado o empeorado en los últimos años.

Preguntan por su grado de satisfacción

Uno de los grandes problemas que existen en la actualidad, la vivienda, es de las cuestiones mejor valoradas en la Boa Vila, con 80 puntos. Influyen factores como la asequibilidad de la vivienda, la calidad y la tasa de personas sin hogar. A los ciudadanos se les pregunta por su grado de satisfacción sobre su vivienda actual, si la considera asequible y con cuántas personas convive.

En términos de empleo, Pontevedra tiene una valoración de 70 puntos en el IMF. Esta variable tiene en cuenta el porcentaje de la población en edad de trabajar que está empleada. También se valora el tiempo que llevan los ciudadanos en su empleo actual o si han estado en situación de desempleo en el último año.

El transporte urbano pontevedrés tiene una valoración de 64,7 puntos en este índice de felicidad. Mide la eficiencia y accesibilidad del transporte público municipal pidiendo a los ciudadanos que califiquen el servicio, preguntando si son usuarios regulares y el tiempo que tardan en sus desplazamientos por este medio.

La recogida de basuras y limpieza de la ciudad obtuvieron una puntuación de 60 en una variable que mide la eficacia de estos servicios, consultando a los ciudadanos si están satisfechos con la limpieza de la ciudad, con qué frecuencia se recoge la basura en su barrio y si han percibido algún problema con la gestión de residuos.

Pontevedra tiene cuatro variables por debajo de los 50 puntos. La renta por persona, que indica el nivel de vida económico de los habitantes, obtuvo 45 puntos. Se consultó a los ciudadanos si consideran que su renta es suficiente para cubrir sus necesidades básicas, si han tenido dificultades para pagar sus facturas en el último año y cómo califican su nivel de vida.

En cuanto a superficie de zonas verdes, una variable que solo obtuvo 35 puntos y que mide la cantidad de espacio verde accesible por cada mil habitantes, los pontevedreses no parecen muy satisfechos con la cantidad de zonas verdes en el municipio y no las visitan con demasiada frecuencia.

La sanidad es la segunda variable peor valorada, con 40,2 puntos. Mide la satisfacción de los residentes con los servicios de salud locales, cuestionando si están satisfechos con los mismos y si han tenido dificultades para acceder a la atención médica y pidiendo que califiquen la calidad de los hospitales y centros de salud públicos en la ciudad.

Al entender cómo estos y otros factores influyen en la felicidad de los residentes, los municipios pueden tomar decisiones más informadas sobre cómo y dónde invertir recursos para mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos.

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