El PP afianza el liderazgo en Pontevedra y el BNG roza el triple de votos que el PSOE

Alfonso Rueda puede presumir de que es profeta en su tierra, pero no solo en la ciudad donde vive, Pontevedra, sino en toda la comarca. El PP gana con mucha holgura en los 14 municipios del entorno del Lérez, y en la capital afianza su liderazgo electoral que llegó a perder en anteriores comicios, en especial en municipales y generales. Pero después de recuperarse en las dos últimas citas, ambas en 2023, los populares inician este 2024 con un base electoral de nuevo consolidada a orillas del Lérez. En toda la comarca arrasa también el PP, incluso en “feudos” socialistas como Ponte Caldelas o Vilaboa, y en nueve concellos están por encima del 50% de apoyos, entre ellos Sanxenxo, y Poio. En Marín llegó al 49.5%.

La participación en la jornada de ayer en Pontevedra fue superior al 68%, con más de 45.000 votos en las urnas, seis mil más que en julio de 2020. Con un total de 20.076 papeletas (tres mil más que hace cuatro años, con Alberto Núñez Feijóo), el PP mostró ayer músculo en Pontevedra, una victoria agrandada además por el descalabro del PSOE, que se queda en apenas 6.179 votos pese a la notable aumento de la participación. Es menos del 14% del voto total. Los socialistas se sitúan en su suelo electoral de los últimos años. En mayo de 2023 lograron cerca del 18% de los sufragios (más de 7.300) y en las autonómicas de 2020 rozaron el 20%. Ahora recibieron 1.300 apoyos menos. Y todo ello, además, con un BNG que alcanzó ayer unos resultados que el alcalde, Miguel Fernández Lores calificó de “éxito absoluto”. Con 15.394, la lista que encabezó Luís Bará en la provincia se acercó a los mejores resultados de Lores en cualquiera de sus citas municipales. De hecho, los nacionalistas mejoraron con creces no solo lo obtenido en 2020 (pasan del 27% de los votos a más del 34%,) sino que incluso están por encima de los resultados en las últimas municipales. En mayo de 2023 el BNG alcanzó 13.000 votos y un 31,3% del total. Ahora subió al 34,5% y más de 15.000 papeletas.

El propio Lores decía anoche que “estas elecciones fueron un éxito absoluto para el BNG. Se demostró que el Bloque no tiene un techo de votos en Galicia. Subimos absolutamente en todas las provincias”, pero lamenta que “no conseguimos el efecto deseado que era tener los votos suficientes para gobernar la Xunta”. Aún así insistió en que “el nacionalismo no tiene techo y en Pontevedra también subimos en votos”.

Con casi el triple de votos menos que el BNG, los socialistas quedan en una situación muy débil en el “pulso” que ambas formaciones mantienen desde hace meses en el Concello, con la minoría de gobierno de los nacionalistas y la amenaza de “pinza” entre PSOE y PP desde el inicio del mandato.

La parlamentaria electa socialista Paloma Castro, compartía la decepción de sus compañeros: “Comienza una nueva etapa, con ilusión, tenemos tiempo para reflexionar y seguir hacia delante”. El que sí reconocía sin ambages la derrota era el portavoz municipal del PSOE, Iván Puentes: “Hay que ser sinceros. Evidentemente, el resultado electoral ni en Galicia ni en la provincia de Pontevedra, ni en la ciudad fue el deseable, ni tampoco era esperable. Por tanto, lo primero que tenemos que hacer es reflexionar, pensar y analizar las causas por las que vivimos este resultado”.

La euforia se vivía en la sede provincial del PP, con felicitaciones y brindis, entre abucheos al discurso de Ana Pontón en la televisión y gritos de “¡presidente, presidente!” cuando habló Rueda. El responsable provincial del PP, Luis López, mostraba al filo de la medianoche su satisfacción por los resultados en Galicia y en la provincia, con 226.633 votos, casi el 44% de todas las papeleras.