El waterpolo, vía de escape para dos niños con Perthes

Hugo y Lois, de 9 y 8 años, combaten con el deporte esta dolencia rara en el fémur

Hugo (izquierda abajo) y Lois, a su derecha, en un entrenamiento de waterpolo.

Hugo (izquierda abajo) y Lois, a su derecha, en un entrenamiento de waterpolo. / FDV

Antonio Santos

El deporte no solo es un vehículo extraordinario para mejorar la condición física y disfrutar al mismo tiempo de la competición con compañeros y amigos. En ocasiones, también ayuda a que niños y niñas que padecen de enfermedades raras puedan integrarse sin ningún tipo de problema y vivir al máximo de todos los grandes beneficios que comporta la práctica de una disciplina de estas características.

Es el caso de Hugo, de 9 años, y Lois, de 8, niños que sufren la enfermedad de Legg-Calvé-Perthes y que este año han optado por iniciarse en el waterpolo en las filas del Club Waterpolo Pontevedra, una entidad con más de un centenar de deportistas que crece cada año.

Esta dolencia, que se estima que afecta a uno de cada 10.000 niños, supone, según la Asociación de Familias con Perthes (Asfape), una necrosis avascular en la cabeza del fémur causada por la falta de riego sanguíneo. Diagnosticada mayoritariamente en niños varones, dicha necrosis en el fémur genera una cojera y puede llegar a obligar a usar la silla de ruedas en el día a día, debido a síntomas como la rigidez en la cadera o dolores en zonas como la rodilla, el muslo o la ingle.

En estos casos, los traumatólogos especializados recomiendan deporte sin impacto, por lo que el waterpolo, al jugarse en el agua, es de las disciplinas más recomendables por la reducción del mismo.

Para Hugo, pontevedrés de nacimiento, el waterpolo ha sido un descubrimiento que compagina con el baloncesto en el CAB Pontevedra, equipo que a principios de año albergó una jornada para visibilizar su enfermedad y animarle en una de las operaciones a la que fue sometido en verano.

Incluso en el Día de Concienciación de la Enfermedad de Perthes, la fachada de la casa consistorial de Pontevedra se iluminó de verde para acercar al público el alcance de la dolencia.

Ese apoyo llegó después de que el joven fuese en dos ocasiones a quirófano, pasando de la silla de ruedas a ser un integrante más del equipo sin problemas. Ahora, también disfruta del waterpolo en el benjamín del CW Pontevedra.

Al contrario que Hugo, cuya recuperación se encuentra en una fase más avanzada, Lois está todavía en los primeros momentos de la enfermedad, a la espera en cada revisión de saber si tendrá que pasar o no por la cirugía. Recuerdan desde el Waterpolo Pontevedra que “por ahora, está encantado de volver a practicar un deporte de equipo, y va con muchísima ilusión a waterpolo”, tras tener que dejar el fútbol sala y utilizar la silla de ruedas a diario.

El propio club pontevedrés destaca que “estamos encantados de contar con estos dos campeones, y que el deporte acuático les sirva de ayuda para en un futuro tener una cadera fuerte y saludable”, además de considerarlos “un gran ejemplo de superación para sus compañeros y compañeras”.

Consejos

Según la Asociación de Familias con Perthes (Asfape), involucrada en proyectos de investigación, visibilización y difusión de esta dolencia, la mayoría de casos de enfermos con Perthes suelen tener un buen final.

Para ello, recomiendan que al menor indicio de problemas en la zona que conecta la cadera con el fémur, se visite a un traumatólogo infantil con experiencia en este tipo de enfermedades.

A partir del diagnóstico, Asfape indica que se deben hacer revisiones periódicamente para monitorizar el crecimiento de los pequeños y la evolución de la dolencia, con la cirugía como principal método para paliar los avances más agresivos de la enfermedad.

No obstante, destacan que, aunque en el 80% de casos el pronóstico es bueno, el Perthes debe tratarse para evitar secuelas mucho peores. En ese aspecto, sugieren hacer controles con el traumatólogo más espaciados en el tiempo.

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