El pescado, el que mejor resiste a la inflación en la ciudad, con precios “iguales a los de hace 20 años”

Los vendedores aseguran que las subidas más significativas por kilo se deben bien a la escasez puntual en las capturas, bien al aumento de la demanda en épocas con más turismo | El rapante es la estrella en las mesas

El puesto de la pescadería Javier Gamallo, en las galerías de Fray Juan de Navarrete, ayer sábado.   | // GUSTAVO SANTOS

El puesto de la pescadería Javier Gamallo, en las galerías de Fray Juan de Navarrete, ayer sábado. | // GUSTAVO SANTOS / Ana López

Ir a hacer la compra se ha convertido cada vez más en una tortura para las familias. Difícil es ir al supermercado o las tiendas y gastar menos de 30 euros, y esa cantidad no siempre incluye alimentos fundamentales como el pescado o la carne. Según los últimos datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, el volumen de pescado consumido en los hogares fue, en 2022, el más bajo de la serie histórica, ya que desde 2008 se ha reducido casi un 33%.

Pero, ¿qué ha ocurrido con los precios en este sector? En Pontevedra la sardina se puede encontrar por 5 euros el kilo, la pescadilla por 8, el jurelito por 9, la merluza por 13, igual que el rapante grande... ¿Tanto difieren de los de hace un año, por ejemplo?

En los puntos de venta de la ciudad destacan que hay especies que solo han subido un euro el kilo, o como mucho dos, y se temen que muchas familias han dejado de comprar pescado por el miedo al aumento generalizada de precios de los alimentos, especialmente acusada en productos básicos como la leche o el aceite de oliva. Recalcan que las subidas en el caso del pescado son mucho más puntuales, sobre todo debidas a la escasez en las capturas en días concretos y a la elevada demanda que se produce en épocas como las vacaciones de verano, con mayor afluencia turística.

Santiago Pesqueira, de Peixes e Mariscos Cachadas, tiene un puesto en el Mercado de Pontevedra. “Los precios pueden subir dependiendo de la cantidad que haya en lonja y de la época del año. Por ejemplo, en agosto la lubina grande de más de un kilo estaba a 40 euros o más, pero ahora ya está a 28 euros. El verano tiene mucha demanda, sobre todo por el turismo y la restauración”, explica, para añadir que “llegas a octubre y noviembre y los precios ya bajan”.

“Yo he hablado con armadores que me han enseñado facturas iguales a las de hace 20 años, así que ahí está la prueba”, argumenta.

Por otro lado, destaca que Pontevedra no se puede comprar con otras localidades gallegas “porque aquí hay mucho funcionariado, que es cliente fijo, y son personas que no sufren tanto la inflación como otros trabajadores que a lo mejor no llegan a fin de mes”.

Laura Diz sirve a un cliente en la pescadería Roal.   | // G.SANTOS

Santiago Pesqueira muestra un bonito en el Mercado. / GUSTAVO SANTOS

Sobre todo, los mayores

Por su parte, Laura Diz, de la pescadería Roal, en la calle Echegaray, indica que “la gente ve que todo ha subido y muchos ya te dicen que en vez de venir a comprar a diario lo van a hacer dos días por semana, para evitar salir de casa y gastar”.

“Pero en el caso del pescado los precios pueden variar un poco dependiendo de lo que te mande de la lonja”, aclara esta profesional, que trabaja con las de Marín y Vigo.

Reconoce que los que más compran este producto fundamental de una alimentación sana son las familias: “Tenemos muchos clientes de 60 años o más; son mayores que compran para ellos, sus hijos y los nietos. Supongo que también es una cuestión de tener tiempo para venir a comprar un producto fresco como es el pescado”.

Santiago Pesqueira muestra un bonito en el Mercado.   | // G.SANTOS

Laura Diz sirve a un cliente en la pescadería Roal. / GUSTAVO SANTOS

Servicio a domicilio

Precisamente, para solventar el problema de la falta de tiempo de las y los trabajadores para acercarse a hacer la compra tras el horario laboral, hay establecimientos como la pescadería Javier Gamallo, en las galerías de la calle Fray Juan de Navarrete, que ofrecen servicio a domicilio.

Sobre los precios, Ana García, encargada de este negocio, afirma que “en verano pueden subir un euro o dos, pero ahora ya empiezan a bajar”. “En todo caso, nosotros siempre intentamos mantenerlos”, puntualiza. “Al final tienes mucho cliente fijo y ya te reservan. Te llaman y te dicen que les apartes lo que les interesa del día”.

Rapante, jurelito, faneca...

Las especies más solicitadas en las mesas de los pontevedreses son el rapante, en primerísimo lugar, el jurelito, la pescadilla, la faneca, la merluza, el calamar y la lubina. Los consumidores de la ciudad valoran que el pescado que consumen sea fresco y no provenga de piscifactoría. Sobre todo, que sea un producto de proximidad.

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Según la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición del Gobierno de España, se deben comer entre tres y cuatro raciones de pescado por semana, procurando variar las especies entre pescados blancos y azules. Hay que recordar que hay determinadas especies con alto contenido en mercurio, cuyo consumo debe evitarse en el caso de mujeres embarazadas y niños de menos de 10 años: pez espada, atún rojo, tiburón y lucio. En el resto de la población se limitará a 120 gramos al mes.

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