Administraciones y particulares convierten a las empresas de jardinería en un sector “en auge”

La jardinería “está en auge” y cada vez más administraciones públicas y particulares demandan la habilitación de espacios verdes, cubiertas vegetales, mejora de taludes y en general trabajos vinculados a la mejora del medio ambiente más inmediato a los ciudadanos. Es la conclusión de la Asociación Galega de Empresas de Xardiñería (Agaexar), la organización más representativa de un sector con cada vez más peso en el ámbito económico.

Víctor Pérez Vilar, presidente de Agaexar, explica que “somos un sector en auge, cada vez estamos teniendo con más demanda”. En paralelo, las empresas “están cada vez más especializadas y contamos con mejores profesionales, de modo que podo a poco ha ido mejorando la situación” de este ámbito de la economía pontevedresa.

Forman el sector “principalmente empresas pequeñas y medianas”, detalla Pérez Vilar. La mayoría cuenta con una plantilla de entre 5 o 10 trabajadores, si bien existen firmas con equipos de trabajo mucho más ampliados, y los servicios que realizan con una mayor frecuencia son los de “mantenimiento de jardines y al mismo tiempo obras de jardinería y en general de creación de espacios verdes”.

Otras empresas dentro del sector, de mayor tamaño, “ya están muy especializadas y se dedican más a obras para las administraciones públicas, en la creación de grandes parques etc”.

Agaexar incide en que las empresas que agrupa “cada vez tienen un papel más importante” en el mapa económico de la comarca y en general en Galicia. Es el resultado, añade, de que “cada vez hay más conciencia medioambiental en general entre los particulares y también en las administraciones, a nivel europeo también se está pidiendo que se incremente el número de espacios públicos, y todos estos factores ayudan a que cada vez se genere más trabajo en el sector”.

Las nuevas normativas son otros de los elementos que están detrás del crecimiento de estas empresas. Víctor Pérez Vilar destaca en este punto que las legislaciones “cada vez más, impulsan la creación de espacios verdes, edificaciones con jardines verticales, cubiertas ajardinadas etc. Y eso se ve reflejado en que haya mucho más trabajo en el sector”.

En general, Agaexar explica que en su sector “las empresas tienen que tener varias líneas de negocio, es un sector cada vez más especializado pero resulta difícil vivir de una única línea de negocio”, de modo que sus asociados realizan proyectos diversos, desde diseño de jardines a venta directa de plantas ornamentales y árboles o realización de cubiertas vegetales.

Éstas y los jardines verticales son las últimas apuestas de los clientes. “Están aumentando” entre los particulares y en los proyectos de nueva construcción, constata el presidente de la Asociación Galega de Xardiñería, “al igual que la creación de parques públicos en el caso de las administraciones. Estamos observando que hay una tendencia general a aumentar los espacios verdes, tanto en edificaciones de promoción privada como en las zonas verdes públicas”.

En paralelo, “también aumentan dentro del sector la demanda de las empresas que hacen trabajos medioambientales, como creación de sendas fluviales, contención de taludes, cierto tipo de labores que ayudan en general a mejorar el medio natural”.

Como resultado, los volúmenes de negocio han ido mejorando año a año, a pesar de que el sector continúa con un serio problema de intrusismo. “Hay mucho”, lamenta el responsable de Agaexar, y combatirlo es uno de los retos.

Otro objetivo clave es lograr que las administraciones cuenten con las empresas pequeñas para sus proyectos de obra pública. “Las licitaciones públicas deberían ser contratos los que pudiesen acceder firmas pequeñas y no solamente las grandes constructoras”, indica el profesional, uno de los representantes del sector que destaca que “para nosotros sería muy importante” que las instituciones como los concellos, diputaciones y Xunta “sacaran a concurso el trabajo específico, especializado, y no agrupase a nuestro sector con el de la construcción”.

Este modo de licitación “generaría un trabajo más especializado y podríamos optar empresas más pequeñas a ese tipo de trabajos”. Insiste en que ese cambio “sería muy importante” para reforzar el tejido empresarial y evitaría que la práctica totalidad de los contratos públicos se concentrasen en las grandes constructoras.

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