Entrevista |

“La pandemia, las multipantallas, el espectador... vivimos un momento de cambio radical”

“El cine es público, es comunión, es estar juntos en una sala y tener una pantalla grande”

Suso Novás, codirector del festival Novos Cinemas.   | // RAFA VÁZQUEZ

Suso Novás, codirector del festival Novos Cinemas. | // RAFA VÁZQUEZ / F. Martínez

El Festival Internacional de Cine de Pontevedra Novos Cinemas echó a andar ayer en su sexta edición, posiblemente la más “peleada” de su corta historia debido a la pandemia de COVID. Suso Novás es su codirector, junto a Daniel Froiz.

– Cuando programan el cartel del festival, ¿piensan en su público?

– No creo que pensemos mucho en el público, porque creo que el público es un concepto extensivo. Pensar en el público en sí es un poco arcaico, decimonónico; es como tutelarlo. Creo que lo que hay que hacer es una propuesta que sea coherente y ofertarla a la ciudadanía.

– ¿Cuál es su público?

– El público que tenemos es muy variado, de diferente sustrato sociocultural. Sí es cierto que hay una dominante de público a partir de un determinado rango de edad, que podríamos situar a partir de los 35 años. Es el público que habitualmente asiste a las actividades relacionadas con el cine. Pero a la hora de programar no creo que se piense tanto en el público como en una propuesta. Tampoco es que no se tenga en cuenta. Se tiene en cuenta, pero en el sentido más positivo del término. Yo creo que el público tiene una capacidad de dialogar con las propuestas muchísimo más grande de lo que pensamos los programadores, o la propia prensa.

– ¿Qué se va a encontrar el público en esta sexta edición de Novos Cinemas?

– Se va a encontrar con secciones competitivas de una naturaleza muy diversa, heterodoxa, donde tiene cabida el documental biográfico, la animación, el documental creativo, propuestas que dialogan con el cine de los años 60 y 70, cine español de alta calidad y sobre todo muy arriesgado. Se va a encontrar también con actividades paralelas como son los encuentros con cineastas.

–¿Cuál es la presencia de la mujer en el programa?

– Habitualmente intentamos equilibrarlo, pero pensando en que haya un equilibrio en función de la calidad de las propuestas. Eso es lo primero. Las propuestas tienen que ser acordes a la línea editorial del festival, desde un punto de vista estético, temático, etc. Acordes a lo que entendemos que debemos ofertar a nuestros vecinos, vecinas y visitantes, y también si es o no viable, porque muchas veces no lo es. Pero intentamos que haya un equilibrio al máximo. De hecho, este año creo que el equilibrio está bastante logrado. De 24 de las propuestas creo que hay 14 elaboradas por mujeres.

– Hay festival pese al COVID.

– Sí, la pandemia es un holocausto absoluto para la cultura. De hecho, dudo que podamos saber ahora mismo cuáles van a ser sus efectos. La logística a la hora de desarrollar un festival de cine es muy compleja. Y este año fue peor que el anterior, bastante peor, porque hay que tener en cuenta que los agentes de venta, los distribuidores, los cineastas, lo pasaron… mal no, lo siguiente; no sé cuál es el calificativo para lo mal que lo pasaron. Y eso complica mucho las programaciones, los protocolos de negociación, el propio diseño de la programación. Hay que tener en cuenta que el sector cultural sufre mucho esta situación, como también sufre toda la ciudadanía, sin duda, pero el sector cultural está muy tocado y al final es un sector del que también vive mucha gente. Un festival de cine muchas veces es como la Infantería de Marina, que abre la vía para que las películas lleguen al circuito comercial. Pero en un contexto como este, imagínate lo complicado que es. Ahora movilizar personas entre diferentes territorios, tanto a nivel nacional como internacional, es muy complejo.

– ¿Ve mejor el futuro?

– El futuro en esto es incierto. Es algo que tenemos muy claro todos los que organizamos eventos culturales. Y en los festivales de cine también es incierto, pero hay que tener mucha paciencia, ser comprensivos y recordar que esto afecta a toda la sociedad, no solo a nosotros.

– ¿Con pesimismo, entonces?

– No. No soy pesimista, lo que sí creo es que el cine requiere una interacción y una sala, sea un teatro o un cine ad hoc. El cine es público, es comunión, es estar juntos en una sala y tener una pantalla grande. Eso es el cine; no la pantalla de una tablet, ni de una televisión. Eso es cine de uso doméstico, pero son cosas muy distintas. Nunca será lo mismo ver una película en una tablet que en una pantalla de 9 metros de largo por 4 de alto y con buenos equipos. Y ese es uno de los grandes retos de los festivales y del propio cine como industria. Estamos en un momento delicado y los festivales también lo están, jugando esa partida que no es fácil de jugar.

– Los soportes han cambiado ¿y los espectadores?

– El concepto de espectador también se redimensiona. El espectador actual no es el de los años 80 o 90. Todo eso influye y estamos lidiando con todo eso a la vez, con la pandemia, con las multipantallas, con las multiventanas. Estamos en un momento de cambio, pero en este campo como en muchos otros. Es un momento de cambio bastante radical.

– ¿Y los espectadores “on line”?

– Si, ahora hay nuevas herramientas de tipo streaming y demás que son un apoyo, pero claro, los festivales no dejan de ser un encuentro físico y creo que eso es una de las grandes luchas que tenemos ahora mismo, posicionarnos como eso, porque como te decía el festival existe cuando hay una sala de cine, cuando hay un público y cuando la exhibición cinematográfica produce una retroalimentación como intercambio experiencial, de conocimiento, de intercambio entre personas y en estos momentos todo eso es muy difícil.

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