La otra función del CHUO: más de 400 alumnos de pregrado se forman cada año en el hospital

Los estudiantes provienen de titulaciones sanitarias, pero también de cursos relacionados con la informática o la cocina

Llegan desde centros de toda Galicia, así como de otras comunidades españolas e incluso, de Portugal

Cruz González, Montse Seijas, Esther Pérez y Emilio Rodríguez, de la Unidad de Formación.

Cruz González, Montse Seijas, Esther Pérez y Emilio Rodríguez, de la Unidad de Formación. / IÑAKI OSORIO

El Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO) no solo cumple una función asistencial. Su otro papel, menos visible, tiene que ver con los numerosos estudiantes en prácticas que cada año se forman en los distintos servicios y unidades del hospital. La cifra de alumnos no deja de crecer desde hace años, y actualmente ya son más de 400 los que escogen el centro ourensano. Pero no solo llegan desde titulaciones pregrado vinculadas con el ámbito sanitario, también hay estudiantes de áreas como la informática, la cocina, la electrónica o la administración. “Tenemos un abanico muy amplio, aunque el grueso proviene de ramas sanitarias”, reconoce Esther Pérez, supervisora de la Unidad de Formación del CHUO.

Entre las titulaciones universitarias, las de mayor presencia son Enfermería y Fisioterapia, y en la formación profesional, el grado medio de Técnicos de Cuidados Auxiliares de Enfermería (TCAE) y los técnicos superiores de laboratorio, imagen para el diagnóstico o nutrición. “Pero esta es una empresa muy grande que tiene de todo, aunque lo más visible siempre son los sanitarios”, explica.

Desde el inicio de la pandemia del COVID, el número de alumnos se incrementó notablemente. “Ya antes, hace cinco o seis años, se empezó a notar que teníamos más demanda, pero ahora el incremento de estudiantes está siendo exponencial”, asegura. De hecho, no solo crece el número de personas en prácticas, sino también el de centros interesados en el CHUO. El área sanitaria tiene convenios con cuatro universidades y con una treintena de instituciones de formación profesional. “Al principio, lo habitual es que los alumnos fuesen de aquí, pero a medida que hay más demanda vienen más personas de fuera. Tenemos gente de Valladolid, de Murcia, de Córdoba... Cada vez son más centros los que nos solicitan hacer aquí las prácticas”, señala Emilio Rodríguez, coordinador de estudios técnicos superiores en la Unidad de Formación. “En mi área, yo tengo estudiantes de la provincia, pero también de Lugo, Asturias, Cataluña...”, apunta Montse Seijas, la coordinadora de los técnicos de grado medio.

El aumento de la demanda provoca que los periodos de prácticas ocupen ya casi todo el año (excepto el mes de agosto), además de listas de espera de centros interesados. “En algunos casos piden un número determinado de alumnos en prácticas y hay que darles menos, y en otros casos directamente tienen que esperar al curso siguiente porque no tenemos espacio”, comenta Esther Pérez.

Fijar talento

Los profesionales de la Unidad de Formación han convertido las “debilidades” del CHUO en oportunidades. “Somos un centro pequeño, sin el renombre que tienen los grandes, pero ser pequeños nos permite ser mucho más de proximidad, elaborar planes mucho más concretos y enfocados en la realidad. Lo que todo el mundo resalta es el trato personal, familiar y acogedor”, valora la supervisora. Atraer a futuros profesionales y acompañarlos en su proceso formativo ayuda a fijar talento en la provincia. “Hay personas que tuvimos aquí haciendo las prácticas de la carrera de Enfermería, luego haciendo la residencia y ahora trabajan en el área sanitaria. Eso es un gusto”, asegura Pérez.

El proyecto de la Unidad de Formación no solo implica coordinar y organizar las prácticas. Incluye programas para conocer la institución, el trabajo en humanización, los riesgos laborales o la gestión de residuos. “Intervenimos en el proceso, en formación profesional, por ejemplo, les pedimos a los profesionales que hagan una valoración numérica y que valoren aspectos actitudinales, para que luego los alumnos lo puedan incluir en su currículo”, apunta. En ese sentido, pone en valor el trabajo de los sanitarios de todas las unidades: “Ellos son los que están ahí, día a día, formando a los estudiantes. Sin ellos, nuestro trabajo no serviría de nada”.

Prácticas voluntarias entre profesionales

La Unidad de Formación del CHUO también se encarga de organizar cursos para reciclar y actualizar a los profesionales que ya están en nómina en el área sanitaria. Además, la unidad también ofrece la posibilidad de realizar prácticas voluntarias, una opción que cada vez gana más adeptos. “En los últimos dos años estamos recibiendo a mucha gente que retorna al sistema sanitario público, sea desde instituciones concertadas, desde el sector sociosanitario o desde fuera de España. Son personas que, antes de incorporarse a las listas de contratación, están con nosotros una o dos semanas para refrescar conceptos y acostumbrarse a los procesos”, detalla Esther Pérez. Al año, alrededor de medio centenar de profesionales realiza este tipo de prácticas.

La valoración de los estudiantes de Enfermería

Los alumnos de la Escuela de Enfermería de la ciudad valoraron con un 4,86 sobre 5 las prácticas de la carrera en la última encuesta de satisfacción, una nota que refuerza el trabajo de la unidad de Formación. “Es una valoración muy buena que también es gracias al trabajo de todos los profesionales que los forman en su día a día en las unidades”, recuerda Pérez. Los estudiantes rotan por todos los servicios (desde hospitalización a gestión), y acuden a jornadas con asociaciones de pacientes. “Ahora queremos que tengan un día de prácticas en las asociaciones”, añade.

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