El hotel balneario de Arnoia, pionero de la provincia termal, se convertirá en geriátrico

La Fundación San Rosendo alega motivos de viabilidad económica tras el plan para transformar el uso hotelero en asistencial

Mantendrá la rehabilitación con balneoterapia para tratamientos tras ingresos hospitalarios

Piscinas termales en el balneario de Arnoia.

Piscinas termales en el balneario de Arnoia. / Iñaki Osorio

El balneario de Arnoia, decano de la provincia termal y un símbolo de la recuperación del termalismo en la provincia de Ourense, perderá su condición de villa termal y se convertirá en una residencia para personas mayores. El centro seguirá haciendo uso de las aguas termales pero con carácter asistencial, dando cobertura a personas que, por cuestiones de salud y tras una estancia hospitalaria, precisen tratamientos balneoterápicos.

Esta decisión, que fue comunicada por la cúpula de la Fundación San Rosendo a los trabajadores de la instalación el pasado martes, ha dejado sin palabras no solo al personal del Grupo Caldaria y de la Fundación San Rosendo, sino también a muchos vecinos de la comarca de O Ribeiro, en la que este balneario era un polo de atracción turística.

En la reunión, a la que asistieron unos cuarenta trabajadores, el presidente de la Fundación San Rosendo, José Luis Gavela, y el gerente, Javier Soto, trasladaron esta decisión que se llevará a cabo este mismo año. Según ha podido saber FARO, la intención de la empresa es reabrir el balneario en mayo tras el parón temporal actual, tal y como estaba previsto, y mantener la actividad hotelera hasta el mes de octubre.

A partir de entonces, la instalación pasará a ser un geriátrico y los trabajadores podrían elegir entre mantener su puesto en este centro asistencial o reubicarse en el balneario de Laias, también del Grupo Caldaria.

Tratamientos tras una estancia hospitalaria

Esta decisión ha sido confirmada por la Fundación San Rosendo, que este mismo jueves ratificó que “dentro de la reestructuración de su plan asistencial, contempla convertir el Balneario de Arnoia en una residencia para personas de la tercera edad, manteniendo un servicio de rehabilitación balneoterápica para aquellos que, permanente o eventualmente, tras un ingreso en el hospital, necesiten acogerse a este tipo de tratamientos terapéuticos”.

Alta demanda de plazas asistenciales

¿Qué razones hay detrás de esta decisión? Según la propia Fundación, “el motivo fundamental del cambio de uso de la villa termal –de hotelero a asistencial– se debe a la alta demanda de los alojamientos de tipo asistencial y al hecho de que el balneario, por motivos de viabilidad económica, permanece cerrado una buena parte del año”. Concretamente, detalla la entidad que en esta temporada 2023-2024 permanecerá sin actividad un período de seis meses. En estos momentos, concluye la Fundación, “no es posible mantener la explotación durante toda la temporada”.

Una sucesión de impactos negativos –crisis de 2008, la pandemia del COVID y el incremento de la factura energética– habrían pasado factura a la explotación de los balnearios.

Un golpe en la comarca

De ahí una decisión que ha generado gran revuelo en el entorno de la empresa y, sobre todo, entre los trabajadores, que si bien sospechaban que algo podría pasar, no esperaban una decisión de este calibre. De hecho, la transformación del balneario en geriátrico supone un duro golpe a la economía del municipio de Arnoia y a su entorno más inmediato, como es el caso de Ribadavia, capital de O Ribeiro, y en general de toda la comarca, donde este hotel concentra una parte importante oferta de alojamiento turístico.

Por su parte, los trabajadores hablan de “shock” y lamentan que esta decisión, que les has cogido por sorpresa, se haya tomado sin consulta previa. “Lamentamos que no se pusieran alternativas encima de la mesa para seguir manteniendo su función hotelera y dinamizadora de la comarca de O Ribeiro y de la provincia en general”, señala un trabajador de la Fundación San Rosendo, que asegura trasladar el sentir general de la plantilla tras conocer los planes de la empresa.

Sobre todo, añade, “teniendo en cuenta que se trata del balneario decano que propició la recuperación del termalismo en Ourense e impulsó otras iniciativas que se llevaron a cabo dentro del sector”.

Además, los trabajadores echan de menos un pronunciamiento político al respecto “teniendo en cuenta lo que estos establecimientos significan para el desarrollo del medio rural y las sinergias que generan en el ámbito económico”.

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