Seixalbo agradece que los centros cívicos abran hasta junio, pero pide al Concello que sea un servicio estable

La recogida de firmas continúa y se entregará al gobierno local para que continúe, sin plazos

Vecinos y usuarios del Centro Cívico de Seixalbo, en una movilización la pasada semana.   | // IÑAKI OSORIO

Vecinos y usuarios del Centro Cívico de Seixalbo, en una movilización la pasada semana. | // IÑAKI OSORIO / Redacción

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La recogida de firmas ha seguido ese fin de semana en los cinco centros cívicos de la ciudad, para exigir al Concello de Ourense, que continúe el programa de conciliación familiar, que permite a las familias tener de lunes a viernes por la tarde y los sábados por la mañana, un lugar para tener a los niños y niñas en tanto sus padres trabajan, pese al anuncio del Gobierno local de que lees ha confirmado que prorroga este servicio hasta junio.

Tras la manifestación del pasado día 22 el Concello les ha confirmado que en lugar de cerrar ya los cinco centros cívicos por falta de presupuesto, lo prorroga hasta junio cuando remate el curso escolar.

“Pese ha continuado la recogida de firmas en nuestro centro y en el resto, lo que hemos hecho ahora es cambiar el texto del escrito que acompaña esa lista de firmas y que vamos a enviar al Concello” explica Arturo Pereira, uno de los vecinos y padres de Seixalbo, que se manifestó ante el centro cívico de ese núcleo rural contra el cierre de este servicio de conciliación para niños de hasta 10 años.

“En ese escrito conjunto damos las gracias al Concello por el acuerdo, que ha comunicado la propia concejal de Benestar llamando a los trabajadores de los centros, pero le vamos a pedir que, rematado junio el programa sea estable, no una prórroga” afirman.

Desde la Concejalía de Benestar Social y en declaraciones a Faro de Vigo, habían adelantando que la intención era continuar con este servicio, al menos hasta junio, que habían declinado la idea inicial de cerrar ese programa, pues remataban los contratos entre febrero y marzo, pese a que no tienen liquidez, por falta de presupuestos aprobados. Una de las ideas que barajaban no se sabe si la definitiva, es ir a una modificación de crédito.