El gobierno municipal niega un “sobrecoste” en la obra de la calle Celso Emilio Ferreiro

El edil de Infraestructuras, Francisco Lorenzo (DO) dice que el interventor “demuestra un desconocimiento profundo de la materia”, por la actualización de precios y “errores”

La calle Celso Emilio Ferreiro con una valla de obra, el día que se procedió a la reapetura del tráfico rodado. |   // F. CASANOVA

La calle Celso Emilio Ferreiro con una valla de obra, el día que se procedió a la reapetura del tráfico rodado. | // F. CASANOVA / A.G.T.

Las alegaciones del interventor municipal del Concello de Ourense al expediente de cese/remoción iniciado por el alcalde de Ourense, Gonzalo Jácome, siguen marcando la actualidad municipal, después de que el funcionario fiscalizara el gasto de la obra de la calle Celso Emilio Ferreiro señalando “falta de adecuación de los precios descompuestos utilizados con la base de precios municipal”.

El edil de Infraestructuras, Francisco Lorenzo (DO), emitió un comunicado a través de los servicios de comunicación del Concello de Ourense señalando que “el interventor, sin ningún conocimiento ni competencia técnica en la materia, informa en contra de unas certificaciones de la obra de emergencia hecha en la calle amparándose en un ‘supuesto asesoramiento técnico solicitado’. ‘Supuesto’ ya que ningún técnico del servicio de Infraestructuras fue consultado y el informe solo lleva su firma; sin identificar quien ni en calidad de qué hizo este asesoramiento. Aún así, en el informe, el interventor hace una serie de informaciones que solo demuestran un total desconocimiento de la obra ejecutada”.

“Precios” y “errores”

El edil de Infraestructuras explica “esa falta de adecuación” de los precios de la obra a la base municipal señalando que “la base municipal lleva sin actualizarse desde el 2015, cuando los precios de referencia deben ser los del mercado actual. Además obvia un anexo justificativo que está en el expediente donde se justifican los incrementos generales por la inflación, como los particulares que afectan al sector de la construcción”. Y termina diciendo “comete errores en la interpretación de los precios desglosados”.

En cuestiones concretas de la obra ejecutada en la calle, por motivos de urgencia, Lorenzo critica las alegaciones del funcionario municipal señalando que “alude a ajustes en rendimientos que hacen para cada obra, parece ser que lo único que no entiende que el rendimiento no es el mismo colocando 10 metros cuadrados de baldosa que 1.000 metros. Y habla de duplicidad en los firmes, aplicando mal la normativa y sin revisar el cálculo del paquete de firmes que si consta en el expediente”. Y añade que “además discute las cubicaciones de los pozos de registro sin tomar correctamente las cuotas con las que se deben calcular”.

El edil intenta poner en entredicho el conocimiento del interventor, que es quien fiscaliza el gasto de la obra, señalando que “valora la necesidad o no de realizar ciertas técnicas de construcción como estructuras de contención sin conocer la profundidad de la excavación ni las características del terreno. Las cuales también constan en el expediente”. Y finaliza su argumentario diciendo que “estas y otra serie de cuestiones sin pies ni cabeza que muestran un desconocimiento profundo de la materia sobre la que informa”.

La fiscalización del interventor se contradice con las explicaciones dadas por el edil de Infraestructuras y desde el gobierno municipal niegan un “sobrecoste” de las obras de la calle Celso Emilio Ferreiro.

“Falta de adecuación de los precios”, señala el interventor

En el escrito de alegaciones al expediente de cese/remoción presentado por el interventor municipal, se hace referencia a la “gestión del gobierno municipal” en varias ejecuciones de obras de la ciudad, pero concretamente en una como fue en la calle Celso Emilio Ferreiro.

El funcionario señala que “la factura se acompañaba de una certificación que no reflejaba los precios descompuestos o auxiliares que explicasen el montante total facturado, por lo que se procedió a su devolución para su debida aportación al expediente, máxime si tenemos en cuenta que por tratarse de obras de emergencia, no existió un procedimiento de licitación pública previa, ni un proyecto constructivo previamente aprobado”.

Y añade que “pues bien, una vez recibidos los precios descompuestos, la Intervención municipal previos los asesoramientos técnicos oportunos, procedió a devolver nuevamente la factura porque a la vista de la información suministrada, se apreciaba una falta de adecuación de los precios descompuestos utilizados con la base de precios municipal, así como la presencia de actuaciones incomprensibles en la ejecución de la obra pública civil referenciada”. Sobre esta obra termina diciendo que “un expediente de gasto, puede dar lugar no solo a una, sino a varias devoluciones, y que todas ellas pueden ser necesarias en función del supuesto examinada, para garantizar un adecuado uso de fondos públicos dentro de un contexto deseable de gestión racional de los mismos”.

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