Un belén recrea la feria de O Carballiño

Una vecina de Maside dedica este año su ya tradicional pesebre a este mercado

Belén realizado por María Nóvoa, en Maside.   | // FERNANDO CASANOVA

Belén realizado por María Nóvoa, en Maside. | // FERNANDO CASANOVA / A. Ferradas

A. Ferradas

Las clases de manualidades que recibió en el colegio han servido para que una vecina de Maside, María Jesús Nóvoa Fernández, lleve nueve años ofreciendo un laborioso belén que actualmente cuenta con más de 2.500 piezas, algunas compradas (los muñecos) y muchas otras hechas a mano, como casas, árboles, pájaros, frutas o legumbres. Este año está dedicado a la feria de O Carballiño, por lo que incorporó maquetas de puestos de venta de calzado, flores, quesos, pasteles y otros productos, todos hechos por ella.

Todo empezó con un belén pequeño en su casa. “Me dieron la oportunidad de exponerlo, y empecé con 20 metros y cada año fue creciendo”, relata. Siempre se instaló en el antiguo colegio ya que asegura son las únicas instalaciones en Maside lo suficientemente grandes para exponerlo, llegando incluso antes de la pandemia a tener el tamaño de 100 metros.

María trabaja en sus ratos libres haciendo las piezas y su marido se encarga de colocar las luces de las casas por dentro. El año pasado incorporó una maqueta grande de la iglesia de la Veracruz de O Carballiño –en la que empleó casi un año–, y esta edición vuelve a ser protagonista en el nacimiento, al que se suma una docena de puestos del mercado carballiñés.

La autora explica que cada año dedica el belén a una temática o persona. Es el caso de O Ribeiro, en el que se recreaba el proceso de la vendimia y la elaboración del vino. El año próximo podría ser la Fiesta del Pulpo de O Carballiño, ya que esa era su intención para este año, “pero me faltó tiempo para hacer todo el recinto del parque”.

Este belén, que se inaugura el día 25, es muy concurrido cada año por personas de diferentes lugares. Recibe también la visita de grupos escolares de Maside y “siempre desaparece alguna figurita o las cambian de sitio”. Para hacer más divertida la estancia de los niños, siempre esconde algún muñeco que ellos deberán encontrar.

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