La brecha de género se cierra en las carreras de ciencias pero persiste en tecnología e ingenierías

Cerrar la brecha de género existente en los estudios de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas, las conocidas como carreras STEM –un ámbito en el que las que las mujeres apenas representan un 35%–, es uno de los grandes retos de las universidades y un empeño que debe empezar en la infancia. Lograr esa paridad en la matrícula es un objetivo cumplido este curso en la Facultad de Ciencias del campus de Ourense, donde no solo se ha logrado la igualdad, sino que las mujeres ya son mayoría entre el alumnado, con una representación del 56%.

No ocurre lo mismo en el ámbito de la tecnología y las ingenierías, carreras en las que la brecha de género persiste. En la Escuela Superior de Ingeniería Informática, donde el pasado curso se implantaron también estudios de Inteligencia Artificial, la presencia femenina apenas representa el 17,6% del alumnado.

El espacio de las mujeres casi se duplica en la Escuela de Ingeniería Aeronáutica y del Espacio, pero sigue siendo bajo, ya que las mujeres solo ocupan el 30% de las aulas, si bien son mayoría en el nuevo máster habilitante que se estrenó este curso con nueve matriculados: cinco mujeres y cuatro hombres.

“Es muy buena noticia que nuestra facultad sea un centro normalizado en ese sentido, porque significa que somos un reflejo de la sociedad”, señala el decano de Ciencias, Pedro Araújo. De hecho, el centro ha realizado un informe sobre la distribución de género que presentará en los próximos días en el que se recoge también una evolución positiva en el cuerpo docente, con cifras “casi a la par” entre hombres y mujeres docentes. Asimismo, Araújo destaca el aumento, en los dos últimos años, del número de profesoras con cargo de catedráticas. Con todo, el decano celebra que el avance de las vocaciones científicas entre las jóvenes y espera que esta tendencia se traslade también a las ingenierías y titulaciones tecnológicas del campus ourensano.

En la propia Facultad de Ciencias, el grado en Ingeniería Agraria es la única titulación en la que hay más hombres que mujeres. De los 82 estudiantes matriculados en los cuatro niveles, solo 25 son mujeres, (el 30%). En cambio, en los grados en Ciencias Ambientales y Ciencia y Tecnología de los Alimentos, las mujeres son mayoría, con porcentajes del 54% y el 59%, respectivamente.

Esta mayoría femenina se traslada también a los programas de posgrado, con amplia presencia en los títulos de máster. En el de Ciencia y Tecnología Agroalimentaria y Ambiental, el 80% son alumnas, y en el de Nutrición, el 77%. La balanza se equilibra un poco más en los dos programas de doctorado, pero las mujeres siguen siendo mayoría: el 64% en Ciencia y Tecnología Agroalimentaria y el 57% en Ecosistemas Terrestres, Uso Sostenible e Implicaciones Ambientales.

Estos datos, que corresponden a la matrícula global del curso actual, confirman que la Facultad de Ciencias es ya una excepción en el campus de Ourense en términos de desigualdad de género en los ámbitos STEM, mientras el avance hacia la paridad se resiste en las carreras tecnológicas o camina más lento en las ingenierías.

El ámbito tencológico

La Escuela Superior de Ingeniería Informática es el espacio en el que la brecha de género se manifiesta con mayor contundencia. En el grado en Ingeniería Informática, con 621 alumnos en los cuatro niveles este curso, las mujeres no llegan al centenar: 91, el 14,6%. En el máster la presencia femenina es aun menor, con solo cuatro mujeres en un conjunto de 41 estudiantes, reduciendo el porcentaje a un 9,7%. También son solo cuatro las mujeres que cursan el doctorado en Sistemas de Software Inteligentes y Adaptables. Con una matrícula de 26 alumnos, su presencia es del 15,3%.

Esta situación se reproduce también en los nuevos títulos de Inteligencia Artificial que incorporó esta escuela el curso pasado, aunque la presencia femenina es mayor que en Informática. En los estudios de grado la matrícula femenina representa el 26,8% y en el máster, el 23,5%.

La ingeniería

La Escuela Superior de Ingeniería Aeronáutica alcanzaba el pasado curso un hito al lograr un 45% de matrícula femenina en plazas de nuevo acceso al grado en Ingeniería Aeroespacial, pero este año ha bajado al 34%. En el conjunto del centro, en el que este año se estrenó el máster en Ingeniería Aeronáutica, y se imparte un máster en Sistemas Aéreos no Tripulados, la presencia femenina es del 30%. El 29% en el grado de Aeroespacial y el 20% en el máster de drones, con la excepción del posgrado en Ingeniería Aeronáutica, que en su primer año de implantación arranca con paridad.

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