Valdeorras une fuerzas en defensa de la pizarrera desahuciada y sus 300 trabajadores

Una manifestación a la que se sumaron alcaldes, entidades y empresarios recorrió O Barco para urgir una solución que blinde el empleo y riqueza en la comarca | “Estamos ante un verdadero despropósito”, clama la plantilla

Cabeza de la manifestación que partió del pabellón Calabagueiros.   | // FDV

Cabeza de la manifestación que partió del pabellón Calabagueiros. | // FDV / S. DE LA FUENTE

Valdeorras colgó ayer el cartel de ‘cerrado’ a las 19.00 horas para unirse a la manifestación convocada por el comité de empresa de la pizarrera Irosa-Samca, de Carballeda de Valdeorras, en respuesta a la orden judicial de desahucio derivada de un conflicto por los terrenos que enfrenta a la comunidad de montes y a los propietarios de la industria desde 2015. Desde el pasado martes están precintadas las oficinas y la planta de distribución, y queda pendiente de cierre la sección de producción. Hasta el momento la empresa sigue operativa, pero en el aire están 300 empleos y toda la actividad económica indirecta y riqueza que genera esta empresa con medio siglo de historia en la comarca.

La movilización recorrió las calles de O Barco.   | // FDV

Se sumaron vecinos de toda la comarca. / FdV

El apoyo a la convocatoria fue masivo y en las calles de O Barco de Valdeorras, entre el pabellón de Calabagueiros y la Casa Grande de Viloira se concentró ayer el clamor en defensa de la pizarrera y de sus trabajadores. A ese grito se unieron todos los agentes políticos, sociales y económicos de Valdeorras y de la provincia, con representantes de los concellos de la comarca, del Clúster de la Pizarra, entidades sociales y colectivos. También la Diputación Provincial y la Confederación Empresarial de Ourense han expresado su apoyo.

La movilización arrancó a las 19.00 horas del pabellón municipal encabezada por representantes del comité de empresa y trabajadores, que portaban una pancarta con el mensaje “Irosa non se pecha. Solución xa!”. A su paso, se fueron uniendo centenares de personas, vecinos de la comarca y comerciantes que decidieron adelantar el cierre de sus negocios para participar y muchas familias reivindicando un futuro para esta comarca, ligada históricamente a la industria extractiva.

Cabeza de la manifestación que partió del pabellón Calabagueiros.   | // FDV

La movilización recorrió las calles de O Barco. / FdV

La manifestación llegó hasta la Casa Grande de Viloira y allí el comité de empresa leyó un comunicado en nombre de todo el cuadro de personal de Irosa-Samaca en el que agradecieron el apoyo masivo de la población y la presencia de alcaldes de la comarca, partidos políticos y asociaciones empresariales y sociales que se han puesto al lado de los trabajadores.

Los verdaderos perjudicados

“Estamos presenciando unha situación que supón un verdadeiro despropósito e que coloca a centos de familias ao borde da situación de paro, pobreza e exclusión”, clamaron. Reprobaron que un conflicto judicial entre dos partes ponga en peligro el medio de vida de 300 personas, así como el de los muchos empleos indirectos que genera esta empresa. “Non entendemos que exista unha expropiación dos terreos, amparada legalmente, e que ao mesmo tempo, a xustiza anule de facto dita expropiación e decrete o desaloxo forzoso e o cese de actividade”, reprochan. Sostienen que son los “verdadeiros perxudicados” y urgen una solución. Piden a la empresa que haga todo el esfuerzo posible y a los comuneros que sean responsables ante las “fatales consecuencias” que pueden acarrear sus decisiones.

El Clúster de la Pizarra destaca la "amplia movilización"

Desde la Policía Local calcularon una participación entre 3.500 y 4.000 personas, una “amplia movilización” en palabras del Clúster de la Pizarra de Galicia que agradece a los principales agentes, políticos, sociales y económicos de la comarca, y de toda la provincia, su implicación para intentar mantener el empleo ligado al sector. Este organismo, que aglutina a más de 40 empresas, considera un éxito de participación y recuerda “el importante peso que tiene el sector para la economía de la comarca, tanto por su papel generador de empleo, contribuyendo a fijar población, como vertebrador del territorio”.

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Por su parte, el presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, apeló este viernes a la “responsabilidad” de la comunidad de montes recordando que cuando en sus terrenos hay industrias estas tienen que “permanecer” creando riqueza. En este sentido, el titular del ejecutivo gallego pide a las partes implicadas, empresa y comuneros, que lleguen a acuerdos para evitar el que el conflicto por las fincas vaya a más.

Así se pronunciaba el presidente de la Xunta horas antes de la manifestación en un acto en Ourense en el que se le preguntó por la posible mediación de la Xunta. Rueda reconoció que se trata de un asunto “complicado” y recordó que “hay pronunciamientos judiciales y procedimientos que tienen que ver con esos pronunciamientos”, por lo que el ejecutivo gallego “no tiene capacidad para decidir”, indicó.

En todo caso, manifestó la disposición de la Xunta para hacer lo que esté en sus manos: “Si podemos hacer algo lo haremos. Aquí, y en el resto de sitios donde se están produciendo conflictos entre propietarios de terrenos e industrias que están asentadas en ellos”, ha garantizado. En el caso de Irosa-Samaca, Rueda apela al “sentidiño” para intentar llegar a acuerdos y pide “responsabilidad” a las comunidades de montes y que hagan lo posible para las industrias “permanezcan y sigan ahí creando riqueza y manteniendo puestos de trabajo. Lo imprescindible es que estas industrias puedan seguir trabajando y por tanto esos acuerdos se hacen imprescindibles”.

No le gustaría, incidió, “que se empezase a poner en cuestión, como se está poniendo, la permanencia de empresas simplemente porque tienen dificultades para estar en los lugares donde llevan asentadas muchísimo tiempo; no por razones medioambientales o económicas, sino simplemente por razones jurídicas de propiedad del terreno. Ni Galicia –concluye– ni ningún sitio está para prescindir de las empresas”.

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