Otro recurso termal en el olvido: la Casa de Baños de Outeiro, en ruinas en el corazón de la ciudad

Los años pasan sin que Ourense sepa aprovechar el potencial del termalismo, un recurso que con la pandemia se ha reducido a la mínima expresión. Con unos y otros gobiernos, elementos asociados al uso del agua mineromedicinal siguen en el olvido, en la ruina. Un ejemplo paradigmático es la Casa de Baños de Outeiro, situada en el corazón de la ciudad, junto al manantial de As Burgas y la antigua prisión. La construcción, de titularidad municipal y obra del arquitecto ourensano Daniel Vázquez-Gulías, se asienta sobre un manantial termal que mana a entre 40 y 45 grados, cuyo origen se remonta a la época romana. Cerró en 2012 y ahora está deteriorada y okupada.

El PSOE reclama “acciones urgentes” y dice que “es donde debe iniciarse el renacimiento de Ourense”. El portavoz socialista, Rafael Rodríguez Villarino, recuerda que “aquí viñan os bañistas tratarse de doenzas como a reuma, a artrose ou as enfermidades da pel, e ademais anunciábase nos xornais como estación balnearia á altura das grandes cidades de Europa”.