Tanta diversión y desenfreno no podía ser eterno. Ourense puso el freno ayer ante tanto jolgorio y dio carpetazo al Entroido 2011. El Enterro da Sardiña representa tradicionalmente el fin del carnaval en forma de cortejo fúnebre. La parodia reúne en torno a la figura de la sardina a decenas de personas que han participado activamente de la fiesta los días anteriores y que salen a llorar en una suerte de terapia colectiva donde la risa se convierte en llanto desesperado y el negro en el color corporativo.

Las viudas enlutadas y las plañideras desconsoladas se reunieron en la Praza Maior a las 20 horas, donde la carroza con la sardina plateada esperaba resignada el inicio del cortejo. La teniente alcalde y edil de Cultura, Isabel Pérez, se vistió de bruja en negro y morado para presidir la procesión acompañada por el Rei do Entroido 2011, Agustín Prieto Álvarez, que recibió el premio el pasado domingo.

El cortejo desfiló solemne por Lamas Carvajal, calle Paseo, Parque de San Lázaro, Santo Domingo, Lepanto, Xoán de Austria y plaza de Santa Eufemia para regresar a la Praza Maior nuevamente por Lamas Carvajal, donde la sardina sería arrojada a la hoguera como símbolo del fin de fiesta e inicio de los 40 días de Cuaresma hasta el Domingo de Ramos y la Semana Santa.

Se desconoce si las plañideras y las viudas lloraban desconsoladamente ayer por la muerte de la pobre sardina o si lo que les apenaba realmente era el inicio de un mes y medio de austeridad, ayuno y abstinencia.

En el resto de la provincia

El fin del Entroido congregó a centenares de personas en diferentes puntos de la provincia con distintas manifestaciones festivas. En Xinzo celebraron la procesión del entierro de la harina y quema de la sardina. En Viana, los vecinos organizaron una sardiñada tras el entierro. En Barbadás, quemaron el meco y después salieron en comitiva fúnebre hasta A Valenzá. La sardina también ardió en Bande, A Rúa, Maside, O Carballiño, Celanova y Maceda. En Allariz aguaron las penas con queimada.