Rueda (también) se mide con Pedro Sánchez

El candidato del PPdeG dice querer una campaña centrada en Galicia, pero siempre que puede confronta con el líder del PSOE y menta a Puigdemont

Alfonso Rueda.

Alfonso Rueda. / Salvador Sas

Irene Bascoy

Irene Bascoy

“Si crees que la carta a los Reyes de los niños es demasiado larga, imagina cómo será la de Puigdemont. Tengamos Galicia en paz. Feliz 2024”. Así felicitaba el nuevo año el PPdeG en sus redes sociales.

Y el propio presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, despedía el 2023 con un discurso en la TVG en el que aseguraba: “Existen riesgos que amenazan el marco constitucional que durante todo este tiempo amparó el progreso de Galicia. Hoy, como entonces, debemos reforzar unidos unas instituciones que canalicen y amplifiquen la voz de nuestro pueblo”.

En una entrevista en El Mundo advertía el 30 de diciembre de que “la alternativa al PP es convertir Galicia en una sucursal independentista apoyada por el PSOE” y decía tener “clarísimo” que su “principal rival” el 18-F es Pedro Sánchez.

Ayer mismo, en otra entrevista en El Confidencial volvía a la carga con el mismo mensaje: “Mi gran rival en las urnas no es el BNG, ni el PSdeG, es Pedro Sánchez”. “Galicia debe ser una isla de estabilidad frente a la locura de la política y la crispación en España”, remarcaba.

Sin embargo, cuando el 21 de diciembre anunció la convocatoria de elecciones, Rueda aseveró que quería una campaña centrada en Galicia. “Para hablar de los intereses de Galicia”, insistió. Incluso avanzó que quería poner límites al desembarco de dirigentes nacionales de su partido para hacer campaña. Eso sí cuenta con la presencia de Alberto Núñez Feijóo, que ya anunció una “caravana paralela”.

Desde entonces y aunque el PPdeG no ha pisado todavía el acelerador de la precampaña, los populares han hablado más de Puigdemont y la deuda de Sánchez con los independentistas, que de los retos de futuro que afronta Galicia. ¿Por qué?

Porque le conviene

Porque le conviene. El PSOE llega a estos comicios en horas bajas. Los sondeos en España apuntan una caída en su intención de voto, y el PP está dispuesto a sacar tajada. La marca socialista no tira, y hablar de amnistía y del pacto de PSOE y Bildu en Navarra alimenta la desafección entre el electorado y los socialistas. Por ello, el PP se pondrá pesado si hace falta, para que los electores gallegos voten pensando en los independentistas.

Eso sí, si Rueda se agarra a la amnistía para capitalizar el malestar de los ciudadanos, ¿de qué hablará Alberto Núñez Feijóo cuando venga con su caravana paralela?

Esta españolización de la campaña se refuerza con la presencia el lunes de Alfonso Rueda en Madrid. Protagoniza un desayuno informativo y lo presenta el líder nacional del PP.

Al llevar el debate a la escena estatal, el PPdeG además orilla al BNG, la segunda fuerza de la oposición. Le hace perder protagonismo. Difumina su proyección. Y a quien no se ve, no se vota. La dialéctica que busca el PP es con el PSOE y con Sumar con tercer invitado. Obvia y ningunea la candidatura de Ana Pontón. Los nacionalistas querrían una campaña gallega, hablando de la crisis de la atención primaria en la sanidad, del desierto demográfico, de la revolución que necesita el sector industrial, del paro juvenil, de la inflación, …. pero el PP prefiere hablar de aquellos temas que perjudican los intereses del PSOE. A Ana Pontón le costará sacar la cabeza.

El hombre disfrazado de Puigdemont en el vídeo

Alfonso Rueda hasta coló a un hombre disfrazado de Puigdemont en el vídeo del PPdeG con que felicitaba el año nuevo a los gallegos. Era al único al que no dejaba subir a su autobús, un autobús en el que dijo “caben todos” para una “Galicia que no para” y que “va un poco a la derecha, no mucho, y luego todo por el centro”.

Socialistas y nacionalistas querrían no hablar de Puigdemont, el convidado de piedra de esta campaña. José Ramón Gómez Besteiro prefiere ganar apoyos de la mano de los anuncios de los ministros que se dejarán caer por aquí las próximas semanas. El primero fue el ministro de Transportes, Óscar Puente con el anuncio de que a partir de marzo el AVE cubrirá Vigo-Madrid en 3 horas y 35 minutos, previo desvío por Santiago, eso sí. El PSdeG parece pivotar su campaña en la creencia de que el Gobierno de Pedro Sánchez sumará votos, pero en julio de 2023 el PSOE aunque sumó 14.000 votos más que en 2019 perdió tres escaños, frente a un PP que ganó 224.000 papeletas y tres diputados.

Besteiro defiende que “Galicia merece más” y se presenta como el valedor de un “cambio positivo y con garantías”.

Y por su parte Ana Pontón apela a las emociones para ilusionar y movilizar a los suyos y así contrarrestar la estrategia del PP. Proclama que este es “un momento decisivo” para convertir a una mujer y a una nacionalista en la primera presidenta de la Xunta, y suaviza sus mensajes para ampliar electorado. “Hay muchas maneras de sentirse gallego y todas son necesarios para el cambio”, sentencia. Pide de este modo el voto a los no nacionalistas de izquierdas, sabiendo que vuelve a tener la dura competencia de Yolanda Díaz con su proyecto Sumar. Hay peligro de fuga de las papeletas que la formación frentista recuperó en 2020 tras el hundimiento de En Marea.

Tal como arrancó la precampaña de los tres principales candidatos del 18-F, los partidos con representación parlamentaria, la campaña puede ser un diálogo de sordos. Cada uno en su marco, intentando arrastrar al adversario a su escenario, y evitando entrar en el relato del rival. ¿Cuál se impondrá: el de Puigdemont o el de si Galicia necesita un cambio? Es la batalla por el relato y ganará quien imponga su marco de discusión.

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