Pablo Motos causó un gran revuelo en las redes sociales a raíz de la última fotografía que compartió en su perfil de Instagram. El presentador de 'El Hormiguero' subió una imagen suya vestido con una bata de hospital, un cabestrillo y una vía.

Con esta impactante imagen quiso contar a sus seguidores lo que le había ocurrido. "Me he roto el 90% del tríceps y me han tenido que operar de urgencia. Al salir de la anestesia, sin saber muy bien dónde estaba, mi mujer me dijo que me pusiera de pie y me hizo esta foto. Ahora me llama Supermanco. Esta noche os cuento todo. ¡Vaya susto!", escribió.

Y así lo hizo. Nada más empezar el programa y tras saludar a sus compañeros, Pablo Motos se puso frente a la cámara y desveló el accidente que sufrió el fin de semana y por el que tuvo que ser operado. "El viernes practicando boxeo me rompí el 90% del tríceps y es una avería muy seria. Como quedaba solamente un hilito sujetando el músculo, me tuvieron que operar de urgencia y estoy todavía afectado, porque pasó todo muy deprisa y fue todo un milagro".

 "Una vez más, y lo quiero decir en público, me ha salvado la vida el doctor Ángel Villamor, que aparte de ser el mejor cirujano de España, es una persona única, con una bondad, una generosidad y una entrega que no he conocido a nadie en mi vida. Si no llega a ser por él, podría haber perdido toda la fuerza del brazo para siempre, y parte de la movilidad", aseguró.

"Me ha librado de una gorda, porque esta vez ha sido gorda", añadió. "Antes de operarme me dio seguridad, me dijo: 'Pablito, esto está chupado. Te lo voy a dejar como nuevo para que en dos meses puedas volver a hacer el bruto'. Así da gusto. Los médicos buenos son lo más valioso de la sociedad: cuidémoslos".

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"La primera vez que me operaron, y llevo ya cinco, porque quiero ser un profesional de esto, entré en pánico en el quirófano y ahí estaba Mayte, me cogió la mano con ternura hasta que la anestesia me durmió y esa mirada no se olvida".

"Lo cuento para subrayar lo importante que es la amabilidad en los médicos y en las enfermeras en los momentos en que los pacientes estamos indefensos, muertos de miedo y sin saber qué va a ser de nosotros. Seguramente eso no se estudia en la carrera, pero os aseguro que es lo que marca la diferencia en un momento así", sentenció.