El Concello de Bueu ordena derribar una carpintería de Beluso que sufrió un fuego provocado en 1997

El Concello de Bueu ha ordenado la demolición de una antigua carpintería ubicada en el lugar de Chan de Piñeiro, en la parroquia de Beluso, que en el año 1997 fue objeto de un incendio provocado por parte de su entonces propietario. El inmueble no volvió a registrar actividad desde entonces y un vecino de la zona presentó una instancia en el consistorio reclamando su derribo puesto que además se trata de una edificación inacabada. Los actuales dueños presentaron el proyecto para su demolición y está previsto que se acometa de inmediato.

El inmueble se encuentra justo al pie de la carretera provincial EP-1301 y es una construcción de bajo y dos plantas, una tipología que no se ajusta a las actuales disposiciones del Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM). El concejal de Urbanismo, Martín Villanueva, confirma que en el Concello se recibió una solicitud para incoar un expediente de restauración de la legalidad urbanística porque el inmueble nunca llegó a concluirse y en la actualidad resultaba imposible su legalización.

En su día esta edificación se empleó como carpintería y almacén de madera, pero permanecía sin uso desde 1997. En la madrugada del 7 al 8 de septiembre de ese año se registró un incendio que afectó a la totalidad del inmueble y que provocó una deflagración alrededor de las 5.00 horas. Este suceso acabó en los tribunales porque desde el principió existió la sospecha de que su entonces propietario provocó de manera intencionada el fuego para cobrar la indemnización de una póliza de seguro multirriesgo que había contratado en junio de 1997. El juicio se celebró en marzo de 2005 en la Audiencia de Pontevedra y se consideró probado que el acusado acumuló en la planta baja, debajo de una escalera de madera, “papeles, hojarasca y ramas de diferentes secciones de eucalipto, a modo de hoguera, coronadas por un neumático”.

El objetivo, según la sentencia, era cobrar una indemnización de 180.000 euros por el edificio: 6.000 euros por el material y maquinaria; y casi 420.000 euros por el valor de la madera que alegó que supuestamente tenía almacenada, pero de la que no había ningún tipo de constancia ni facturas o albaranes. El hombre fue condenado a tres años de prisión como autor de un delito de incendio en bienes propios y otro de delito de estafa en grado de tentativa.

El inmueble consta de un total de 908 metros cuadrados construidos divididos en tres plantas y desde el incendio permanecía sin uso. Con la entrada en vigor del PXOM la parcela en la que ubica tiene la consideración de suelo de núcleo, por lo que solo se permite una construcción de bajo más una planta. “La actual tipología es incompatible con el planeamiento y hay que devolver la parcela a su estado original”, explica Villanueva. Eso implica la demolición total de la estructura. En caso de volver a construir el abanico de usos es muy amplio: vivienda unifamiliar, hotelero, comercial, industrial, garaje o aparcamiento, sanitario, asistencial, docente, sociocultural, religioso o servicios públicos, tal como recoge la ordenanza.

El edificio ya está vallado y en la zona hay una excavadora a la espera de poder cumplimentar los últimos trámites para afrontar el derribo. Estos preparativos han generado quejas por parte de algunos vecinos, que aseguran que supuestamente se habrían ocupado terrenos que no forman parte de la parcela de la antigua carpintería.

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