Multa de 300 euros a los dos primeros conductores ‘cazados’ por el radar moañés en una zona de 30 km/h

El control se realizó en el tramo de prioridad peatonal de O Casal e iban a 58 y 53 km/h

El renovado vial de Abelendo en el que se realizó el control.

El renovado vial de Abelendo en el que se realizó el control. / Gonzalo Núñez

El radar móvil que adquirió en diciembre el Concello de Moaña se convirtió en el primer sistema de control de velocidad gestionado por una policía local de O Morrazo. Comenzó a utilizarse el lunes 15 y durante la primera semana de funcionamiento no detectó ninguna infracción por exceso de velocidad. Sin embargo, la mañana del martes llegaron las dos primeras multas. Se impusieron en una zona limitada a 30 kilómetros por hora, en el tramo renovado y de preferencia peatonal de la carretera provincial de Abelendo (EP-1104).

El control de la Policía Local ‘cazó’ a dos conductores que superaban el límite permitido. El primer supuesto infractor iba a 58 y el segundo a 53 km/h. En el aviso de que el radar se ponía en funcionamiento tanto el Concello como el cuerpo municipal indicó que se pondría siempre al lado del coche patrulla para disuadir a los conductores de correr, pero ya se avisó que unas de las zonas controladas serían los tramos urbanos en los que la presencia de peatones es mayor, con la intención de acabar con los atropellos, el principal problema en la seguridad viaria de Moaña.

Eso explica el control de velocidad en una zona limitada a solo 30 kilómetros por hora. En esta semana y media de funcionamiento del dispositivo de tecnología láser y homologado por la DGT, se hicieron controles en otros puntos con límites muy reducidos como las céntricas calles Ramón Cabanillas y Concepción Arenal.

Los dos primeros sancionados se exponen a una multa de 300 euros y dos puntos cada uno, que se quedarían en 150 euros si pagan antes de los 20 días.

También se está controlando las salidas de la Autovía do Morrazo, por las quejas de los vecinos debido a las altas velocidades medias. Otras zonas especialmente controladas son el entorno de los colegios como el CEIP Quintela en la PO-313 o los centros Seara y Reibón en la PO-551. En adquirir el radar el Concello invirtió 15.000 euros.

A mayores, la pasada tarde los agentes identificaron a una conductora que dio positivo por consumo de drogas y a otro que arrojó una tasa de alcohol de 0,40.

Suscríbete para seguir leyendo