La comarca vive un verano con menos calor y más lluvia que sortea las restricciones de agua

Los concellos mantienen las duchas de las playas abiertas y las traídas comunales apenas limitan el consumo | El año pasado las comunidades de agua moañesas llegaron a agosto con topes de solo 500 litros diarios por vivienda

Un trabajador municipal, el miércoles, con ropa de aguas limpiando las hojas del paseo de Moaña.   | GONZALO NÚÑEZ

Un trabajador municipal, el miércoles, con ropa de aguas limpiando las hojas del paseo de Moaña. | GONZALO NÚÑEZ / Fran G. Sas

Agosto de 2022 fue un mes muy duro en O Morrazo por los meses anteriores de severa sequía. Hasta el punto de que los concellos de la comarca suspendieron el riego de parques y jardines y cortaron el agua de las duchas en las playas. Ya desde finales del mes de julio las traídas comunales que se suceden por buena parte de Moaña y suministran a 14.500 moañeses habían impuesto severos topes al consumo, en algunos casos de no más de 500 litros diarios por vivienda. Sin embargo, el panorama de este verano es muy distinto y contrasta con la sequía de otras zonas de España. Las restricciones en las comunidades de agua son mínimas y solo tienen la función de evitar el despilfarro y acciones como el llenado de piscinas desmontables. En la isla de Ons, por su parte, el año pasado incluso tuvieron que cerrarse los aseos públicos pero este año tampoco hay topes aunque se recomienda “un uso responsable”.

Desde la traída comunal de Palmás-Costa, en la parroquia de Domaio, explican que “el mes de julio no fue tan caluroso como el año pasado y eso reduce el consumo de agua. Además en junio llovió mucho más de lo previsto. Nosotros tenemos los depósitos llenos y las captaciones funcionando sin problemas. A no ser que agosto sea extremadamente caluroso podremos pasar el verano sin grandes restricciones”. Este colectivo de Domaio abastece a 622 viviendas y un total de 1.200 usuarios. Desde el 1 de junio tienen limitado el consumo a 1.200 litros/día para que los usuarios sepan que hay control de contadores y por el temor que tenían a sufrir otro verano como el de 2022. De momento se mantendrá límite flexible.

Un trabajador municipal, el miércoles, con ropa de aguas limpiando las hojas del paseo de Moaña.   | // GONZALO NÚÑEZ

El pasado domingo, con sol, fue la jornada con las playas más concurridas de todo el verano. | A.V. / Fran G. Sas

Los datos climáticos dan la razón a los gestores de las comunidades de agua, pues contrastan las precipitaciones de este verano con la carencia de ellas el año pasado. El mes de junio, según los datos de la estación particular de MeteoCangas, fue muy húmedo, pues llovió un 80% más que la media histórica en esa época del año. Además hubo precipitaciones considerables en 9 días y el 8 de junio incluso se rozaron los 40 litros por metro cuadrado.

Eso sí, las alarmas en junio saltaron con las temperaturas. Se registró la media más alta de toda la serie histórica con una anomalía superior a los +2ºC con respecto a lo habitual en el sexto mes del año. Las máximas marcaron una media de hasta 26ºC.

O Morrazo vivió su junio más húmedo y en julio llovió durante seis días

Sin embargo, en el mes de julio que acaba de finalizar las temperaturas fueron sensiblemente más bajas que en el pasado verano, según los datos de la agencia oficial MeteoGalicia. Y es que durante ese mes en 2022 el mercurio llegó a rozar los 40ºC en distintas ocasiones. Además se registraron las máximas históricas por la noche, causando en muchos vecinos serios problemas para conciliar el sueño y descansar en condiciones.

A mediados de julio de 2022 los termómetros habían superado los 33 grados de forma holgada en varias noches seguidas, eso es algo que ni siquiera estuvo cerca de suceder en el pasado julio.

La estación de MeteoGalicia situada en el puerto de Cangas indica una temperatura máxima de 30,3ºC en todo el pasado mes, con una media de 19,5ºC y una mínima fijada en 13,6ºC que denotan un verano relativamente fresco, sobre todo teniendo en cuenta la tendencia de los últimos años.

Las olas de calor se fueron limitadas en el litoral gallego y eso redujo el consumo de agua habitual durante el verano.

En cuanto a la humedad, en julio no se registraron las precipitaciones sorprendentemente altas de junio, pero sí que llovió en hasta seis días distintos según MeteoGalicia, acumulando hasta 19,3 litros por metro cuadrado en total. El día de más lluvia fue el 7 de julio, cuando cayeron sobre la comarca 8,3 litros por metro cuadrado. El mes acabó además con dos jornadas lluviosas, las del 28 y el 29. El primero de esos días se recogieron en la estación del puerto hasta 5,5 litros por metro cuadrado.

A ello se suma que esta semana, la primera del mes de agosto, también arrancó con precipitaciones, lo que alivia tanto a los concellos como a los responsables de las traídas comunales, que esperan no tener que aplicar restricciones hasta el final del verano.

Fuego

Es más, en el Cantábrico, por primera vez en la historia, se registra una borrasca con nombre propio en pleno mes de agosto. Se trata de ‘Patricia’, que en la costa norte de España afectó dejando solo lluvias leves a su paso e intenso oleaje.

Las precipitaciones de este verano también limitan el riesgo de incendios forestales, contrastando con lo que ocurre en la mayor parte de la Península Ibérica. De todas formas en agosto es necesario extremar las precauciones en esta materia. El año pasado, un virulento fuego en el monte de Meira (Moaña) estuvo cerca de afectar a varias casas y obligó a decenas de vecinos a colaborar con los servicios de extinción.

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