Santos Reis se va de romería

La Romería de la Ascensión devolvió ayer la actividad a la capilla de Santos Reis, en Bueu, después de la fallida celebración del día de Reyes por el anegamiento del atrio. Medio centenar de personas asistieron a la misa y procesión, que remataron con el tradicional aperitivo, la denominada “parva”.

Oculta a los ojos de la mayoría durante gran parte del año, la joya de O Valado, la capilla de Santos Reis, volvió a lucir ayer en una jornada en la que acogió la Romería de la Ascensión, una de las fechas que la Asociación Santos Reis ha convertido en obligatorias dentro del calendario anual en Bueu. Alrededor de medio centenar de personas se dieron cita en el pequeño templo levantado en 1953 según los diseños de Urbano Lugrís, para mostrar su devoción, no únicamente la religioso, sino también la que se siente por un elemento patrimonial rescatado del olvido.

La proximidad de los comicios municipales se hizo notar, con una nutrida presencia de políticos de BNG y PP entre los presentes, en una celebración que contó con el favor de la meteorología (lució el sol y la temperatura era más que agradable), pero no del público, con una escasa asistencia. Después de los oficios religiosos los fieles portaron la imagen de la Ascensión para una procesión que, esta vez, fue un visto y no visto. En apenas un par de minutos se completó la vuelta de rigor a la iglesia, para devolver la imagen a su lugar, y poner el punto y final a la parte religiosa de la celebración. Al contrario de lo que sucede en Reyes, cuando se sacan las figuras tanto de los Magos como de la Ascensión, aquí únicamente se portó esta última.

Faltaba la parte más festiva de la cita, en la que tomaron protagonismo el grupo de gaitas Os Liboreiros, así como el de baile Pais de San Roque y las pandereteiras As Falcatrueiras. A ellos les correspondió animar los pinchos que se sirvieron entonces en el atrio. Un total de 16 kilos de empanada –a razón de ocho empanadas de dos kilos cada una de ellas– de diferentes sabores para contentar a todo el mundo que quiso acercarse por el lugar y comentar las últimas novedades en la villa y, cómo no, las previsiones para la próxima cita electoral. Era la “parva”, tradicional aperitivo que las familias más pudientes del municipio ofrecían a los más desfavorecidos, y que la Asociación Santos Reis ha recuperado como costumbre.

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